La Biofábrica multiplicará un biocontrolador para combatir plaga del eucaliptus

La empresa de la Provincia tendrá un laboratorio cuarentenario que le permitirá recibir controladores biológicos de cualquier lugar del mundo, analizarlos y multiplicarlos en condiciones óptimas de bioseguridad. Se desarrollará a pedido del Senasa, que busca reproducir una avispa africana que ataca a la “avispa de la agalla”, una plaga que provoca pérdidas millonarias en los cultivos de eucaliptus de todo el país. Aclaran que solo liberarán a las avispas africanas si antes consiguen comprobar que no provocarán un desequilibrio en el medio ambiente. Destacan que el uso de biocontroladores evita recurrir a químicos contaminantes.

La Biofábrica Misiones y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) avanzan en un proyecto para darle una solución definitiva y ecológica a una plaga que desde hace años viene provocando millonarias pérdidas a plantadores de eucaliptus de todo el país, la leptocybe invasa, más conocida como la “avispa de la agalla”.

Para combatirla planean usar un biocontrolador que ya demostró buenos resultados en distintas partes del mundo, pero tiene un inconveniente: no se halla en ningún lugar del país. Se trata de una pequeña avispa de origen africano que infecta las agallas de la leptocybe invasa, así le impide pasar a su fase alada y reproducirse.

“Para hacer ensayos con esta avispa africana bajo medidas de bioseguridad y eventualmente multiplicarla, es necesario un laboratorio cuarentenario en la región, el único del país está en Castelar, Buenos Aires, y allí no están trabajando con este controlador. Junto al Senasa vamos a hacer el pedido pertinente para que se habilite en nuestras instalaciones un laboratorio con las características requeridas”, explicó Guillermo Salvatierra, responsable de I+D de la Biofábrica.

Destacó que no será necesario construir una estructura nueva, sino que bastará con adaptar la existente. “Una vez habilitado el laboratorio, Biofábrica  tendrá la capacidad de traer cualquier organismo de cualquier lugar del mundo que se quiera multiplicar con seguridad aquí en Misiones”, anticipó Salvatierra.

El científico explicó que los biocontroladores representan una opción amigable con el medio ambiente, ya que evitan el uso de químicos para combatir plagas. “Tenemos experiencia en biocontroladores, están en fase de aprobación hormiguicidas que desarrollamos en base a distintos hongos que afectan el desarrollo de las hormigas, también trabajamos con biofertilizantes”, detalló

Salvatierra aseguró que antes de llegar a la etapa de reproducción de la avispa africana, se deben cumplir con rigurosos análisis de impacto ambiental. “Hay controladores para la avispa de la agalla que no fueron llevados adelante porque entendemos que podrían llegar a transformarse en plagas e infectar a otros insectos, lo que desbalancearía el ecosistema, pero sobre el que estamos trabajando ahora es altamente específico para la avispa de la agalla y no habría inconveniente en liberarlo porque después de atacar a la plaga que pretendemos combatir, se queda sin organismos a los que infectar y muere”, dijo.

Cada vez más eucaliptus

Salvatierra remarcó que si bien la mayor parte de las plantaciones forestales de Misiones son de pino, desde hace varios años que se está plantando más eucaliptus, por cuestiones de mercado y porque es de crecimiento más rápido.

Con la expansión de la superficie forestada con eucaliptus en sus distintas variedades, también se extienden las plagas que se valen de esta especie arbórea para su crecimiento y más importante se vuelve el desarrollo de controladores. En relación a la “avispa de la agalla”, el especialista explicó que ataca formando sus agallas tanto en tallos como en hojas de la planta, lo que provoca deformaciones en las hojas y dificultad para hacer la fotosíntesis. “Si es muy atacada, una plantación puede morir completamente antes de completar el año”, remarcó.

JRC EP

 

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