Confirman que hubo mensajes entre los policías acusados de robar la droga en Puerto Rico

Sigue el juicio a los policías acusados de robarse casi una tonelada de marihuana de una comisaría de Puerto Rico en el 2012. Este miércoles en el Tribunal Federal de Posadas declaró un experto en comunicaciones de la Gendarmería Nacional que analizó el celular de Miguel Rojas, el ex oficial sorprendido y detenido con los estupefacientes. Confirmó que días antes y horas previas al hecho hubo cruce de mensajes con los otros uniformados que trabajaban en la dependencia. También que uno de ellos en su momento habría ofrecido su vehículo.
Asimismo declaró la ex esposa de uno de los acusados y aseguró que el 3 de septiembre su marido la llevó al médico porque tenía un problema en el embarazo que gestaba.
El primero en comparecer ante los jueces Norma Lampugnani, Manuel Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi fue Álvaro Claro, integrante de Gendarmería Nacional especializado en comunicaciones. Dijo que el peritó el celular secuestrado de Rojas luego de que fuera detenido y que había mensajes con sus compañeros de la comisaría (Merlos, Betancur y Benítez) que denotaban que iban a realizar una operación con la droga existente en esa dependencia de otro procedimiento.
Uno de esos mensajes sería por parte de Merlos, quien supuestamente ponía su auto a disposición para llevar el estupefaciente. Finalmente el día que detuvieron a Rojas pareciera ser que sus compañeros se echaron atrás.
Por otra parte, declaró la ex concubina de Sergio Benítez, uno de los acusados. Atento al testimonio de una doctora que había manifestado en su momento que brindo atención médica a la mujer porque tenía un problema en su embarazo y fue el mismo 3 de septiembre, cuando detuvieron a Rojas, con la droga.
Se trata de Angélica Cabral, quien dijo que en la noche del 2 de septiembre por la noche le pidió a su pareja de aquel entonces que la llevara con un doctor porque se había caído y golpeado estando embarazada de cuatro meses. Ya en la madrugada del 3, Benítez la llevó con la doctora Zulamita Helga Segovia de Ledesma, quien le dio un certificado por la atención y según Cabral fue como a las 2 o 3 de la madrugada. Que luego regresaron a su casa y su esposo se quedó a cuidarla e incluso días posteriores pidió licencia en la comisaría para atenderla.
Otro testimonio fuerte del día fue el de Luis Salazar, oficial que en ese momento era jefe de Investigaciones de Puerto Rico. Básicamente el uniformado que ahora está en San Antonio trabajando, dijo que luego de la detención del oficial Rojas apareció un hombre a quien no conocía y que también era Rojas su apellido, un civil.
Indicó que este hombre contó que participó de algún modo del hecho porque el oficial Rojas lo había contactado para que consiga clientes ya que contaba con droga para vender.
Añadió que ese Rojas le detalló que una vez que concretaron la venta en Jardín América, se iban a ir los dos para el lugar, pero a última hora hubo cambio de planes y la operación se haría en Leoni, donde finalmente apareció una patrulla de Prefectura y debuto al uniformado mientras que él (Diego) escapó para presentarse a decir estas cosas algunos días después.
Salazar manifestó que en ningún momento el civil le dijo de dónde iba a salir la droga a vender y que solamente el oficial Rojas fue el que le indicó tener el estupefaciente.
Como en su relato inicial Miguel Dionisio Rojas había dicho que el operativo secreto para desbaratar una banda de narcotraficantes había sido solicitado por el jefe de Unidad Regional, comisario Bernal y que del mismo participó Salazar, este último negó haberse encontrado alguna vez con Rojas y dijo que el 3 de septiembre estuvo de franco en su domicilio.
También se leyeron algunas testimoniales en la parte de instrucción de un prefecturiano que participó del operativo con la detención de Rojas, pero no aportó mucho más que Moreira y Samudio, dos integrantes de esa fuerza que comparecieron el miércoles.

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