Este jueves por la mañana la mandataria chilena, Michelle Bachelet, señaló que fue allí donde más impactó el fenómeno con olas de hasta 4 metros y medio. «Aún quedan 100 mil familias sin luz», precisó.
El terremoto de 8,4 grados Richter que azotó ayer a Chile provocó olas de hasta cuatro metros y medio de altura en la región de Coquimbo, una de las más afectadas y en la que se decretó zona de catástrofe, informó hoy el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).
Bachelet informó que «se amplió la zona de catástrofe» y que el problema más grande en este momento es la energía. «Todavía hay 100 mil familias sin luz, principalmente en la zona de coquimbo», puntualizó, antes de agregar que a raíz de este factor «también falta el agua en algunas zonas».
En cuanto a cómo accionará el gobierno chileno en las próximas horas, dejó saber que se realizará una reunión con alcaldes y govbernadores, para definir las comunas que serán visitadas, aunque remarcando que Coquimbo «es la prioridad!.
Por su parte titular del organismo, Patricio Carrasco, confirmó que a las 6.19 se canceló el alerta de tsunami iniciado ayer tras el sismo que tuvo lugar a las 19.54 y dejó al menos ocho muertos y cerca de un millón de evacuados.
De acuerdo a la información brindada y reproducida por medios locales, las olas de mayor magnitud tuvieron lugar en Coquimbo con una altura de 4 metros y 50 centímetros, seguida por Valparaíso donde alcanzaron 1 metro y 92 centímetros.
Las variaciones en el nivel del mar «pueden mantenerse por horas y las embarcaciones y personas que se encuentren en actividades en el mar podrían verse afectadas por las corrientes», manifestó el funcionario.
«La tercera y cuarta región (conformadas por las provincias de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Aconcagua) se mantienen aún en un estado irregular de marea con mucha corriente, se ha traspasado el control a la autoridad marítima de tal forma de evitar que la gente no se acerque al borde costero y se mantenga alejada de las playas», indicó.
«No hay actividad cercana al mar porque todavía hay mucho movimiento, mucha corriente y trenes de olas que todavía están llegando que podrían ser de hasta un metro», completó.