FADO: un anti-profeta en su tierra

El artista visual ecuatoriano/posadeño presentó en la Casa de la Cultura de Ecuatoriana (en Quito), “La liga de la misericordia”, su versión de arte sacro remixado con los superhéroes del cómic, en la que no faltó la instalación comestible de un Cristo en tamaño natural hecho de pan. En marzo había hecho lo propio en el Museo Lucas Braulio Areco, de la ciudad de Posadas.

 

Los trabajos de remix digital basados en la intervención de obras clásicas del arte universal del período colonial con personajes con superpoderes, que fuera presentada en marzo de este año en Museo Municipal de Bellas Artes “Lucas Braulio Areco”, están ahora expuestas en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito (Ecuador), inaugurando la Sala Alternativa. Los trabajos están impresos en autoadhesivo industrial con eco-solventes a 8 colores.

 

Según FADO, “A más de 200 años de independencia, la colonización cultural sigue vigente con prácticas y discursos que se han instalado en la cotidianeidad y el imaginario de las sociedades latinoamericanas. Para poder llevarse el oro del Nuevo Mundo es y fue necesario dinamitar sistemáticamente la cultura, replantear las percepciones sociales, sexuales, económicas e ideológicas de las nuevas colonias y erigirse como la verdad absoluta, como la directriz moral, evangelizando mediante una violencia obscena para llenar de oro los bolsillos, las casas y los cuerpos de sus Majestades católicas y revestir con finas láminas doradas las paredes de sus templos, todo a cambio de espejitos de colores, enfermedades, machismo, esclavitud, tortura, muerte y destrucción en el nombre del dios de los conquistadores”.

 

De esta manera, el artista visual trabajó su serie de “remixes digitales sobre obras de arte religiosas del período colonial entre 1492 y 1810; un entrecruzamiento mediante edición digital de imágenes para transformar a  los protagonistas de las obras clásicas en superhéroes de historietas, películas, series y dibujos animados”.

 

Siguiendo conceptualmente con un eje decolonial de la exposición, presentó además una serie de obras plasmadas en bastidores forrados con cartapesta de hojas de Biblia, en la que plantea un universo de situaciones, rituales y personajes inventados por él, basados en elementos, mitos e iconografías originarias de Latinoamérica, con nombres en lenguaje autóctono.

 

El pan nuestro de cada día…

Sobre la instalación comestible, que causó cierto estupor hace medio año cuando, de repente, uno podía tomar, por ejemplo, el dedo gordo del cristo de pan, FADO se refiere con: “esta vez le hice unas pequeñas modificaciones, le agregué dos dispensadores, uno de agua bendita y otro de vino además que esta vez el Cristo fue realizado en una panadería artesanal a partir de masa madre (sin levadura) y harina blanca y de centeno.

 

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