Qué protagonistas de Boca arriesgan su futuro en el superclásico

Angelici pidió ganar como sea, Arruabarrena cerró la práctica, la tensión crece y todos saben que hay un proceso bajo la lupa. Boca y River se vuelven a enfrentar el domingo en el Monumental.

En los gestos y en las palabras de los actores se comprende lo que en el Monumental estará en juego. Las exigencias del presidente, Daniel Angelici, que en la semana más importante está en Italia para un partido amistoso entre leyendas de Boca y de Juventus -regresaría pasado mañana-, y la determinación de Rodolfo Arruabarrena de cerrar el primer entrenamiento de la semana, marcan el pulso del espeso aire que se respira en la Ribera.

No es cuestión de creer que Carlos Tevez puede resolver todo y tampoco es tan simple imaginar que todo se soluciona o explota si Boca se mantiene cerca de San Lorenzo o se aleja de la punta. Se trata de poder romper con las ataduras mentales que logró imponer el conjunto de Gallardo sobre los muchachos del Vasco.

No importa cómo se juegue, el domingo con River tenemos que ganar por el orgullo boquense y la camiseta. Confío 100% en este plantel
«No importa cómo se juegue, el domingo con River tenemos que ganar por el orgullo boquense y la camiseta. Confío 100% en este plantel». Las declaraciones de Angelici desde Italia parecen políticamente correctas, pero encierran un mensaje contundente.

Así como alguna vez dijo que advertía que había jugadores displicentes (fue durante el ciclo de Carlos Bianchi), con estas palabras de ganarle a River sin importar el cómo, habla de una necesidad por cortar con una estadística que lastima el alma xeneize: en seis meses dos eliminaciones en competencias internacionales. Entonces, lo que debe conseguir Boca no se limita a sumar tres puntos, sino también a recuperar la fortaleza adentro y afuera de la cancha.

Son demasiadas las apuestas que se realizaron para tratar de encontrar un camino sólido. Se gastaron millones de dólares y se buscaron golpes de efecto. Primero, fue Daniel Osvaldo como una de las cartas que le podían dar el salto de calidad al equipo y el elemento al que se apelaba para ir por la conquista de la Copa Libertadores. El desenlace fue el menos esperado: Boca afuera de la competencia continental a manos de River y Osvaldo se fue del club de una manera algo turbulenta.

La nueva apuesta fue Carlos Tevez, el jugador del pueblo. Si bien el Apache le dio toda su impronta al equipo y absorbe las presiones, en el Monumental tendrá que cargarse con más responsabilidades de las que usualmente asume cuando aparece con la camiseta número 10. Una derrota en la cancha de River puede ser demasiado y ni la figura del ídolo podría frenar un posible final abrupto de un proceso que se construyó con esfuerzo, que respondió con puntos, pero que no pudo dar el salto en los momentos críticos.

El choque en el Monumental también puede ser un punto de inflexión para algunos jugadores que son señalados como referentes. Tanto Agustín Orion,Fernando Gago como Daniel Díaz serán celosamente mirados por los hinchas de Boca, ya que los tres estuvieron en los cruces anteriores con el conjunto millonario y no pudieron imponer sus condiciones para que el equipo no fuese llevado por delante.

Como sucedió en el primer duelo de la Sudamericana (0-0), en la Bombonera, y en el partido de ida de la Libertadores, en el Monumental (0-1).

Y también están en el ojo de la tormenta los dirigentes, porque los hinchas sienten que Boca no tiene poder en la AFA para evitar que algunos arbitrajes le permitan a River jugar siempre al límite del reglamento.

Quizá sea tiempo de recordar lo que sucedió en el último superclásico por el torneo local, cuando Boca se impuso por 2-0, aunque en este escenario la tensión dominará la escena. Nada será igual. Un proceso estará en juego y eso incluirá a Arruabarrena y a Angelici.

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