Seis muertos en el Rally de La Coruña

El automovilismo mantiene su naturaleza trágica. Este sábado, en el XX Rally de La Coruña, en España, otro triste ejemplo. Ocurrió sobre las 20 horas, en los alrededores del municipio de Carral, pasada la iglesia de San Esteban de Paleo. En el kilómetro 15 del tercer tramo cronometrado de la jornada, el más largo, que constaba de 17,2 kilómetros, el Peugeot 206 XS que pilotaba Sergio Tabeayo, vecino de la localidad, y copilotaba Luis Miguel Prego, de la cercana Cerceda, se descontroló tras una curva a derecha y provocó el desastre.

 

 

 

A alta velocidad, la rueda delantera derecha entró en la cuneta, hizo gira el vehículo y éste se precipitó sobre los muchos aficionados allí agolpados llevándose por delante a una veintena. Según testigos presenciales, el difícil acceso al lugar, con la competición en marcha, provocó el retraso de las ambulancias y, a su llegada, junto a agente de la Guardia Civil, de Tráfico, personal de Protección Civil y de la Policía Local, la situación ya era muy complicada.

Contaron seis muertos, cuatro mujeres y dos hombres. Urgencias Sanitarias informó que 15 personas habían sido trasladadas con heridas de diversa consideración, cuatro de ellas menores. Los adultos fueron ingresados en el próximo Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña o en el Modelo, mientras que los menores fueron trasladados al Materno Infantil, todos ellos con pronóstico reservado.

La competición, que en los últimos tiempos había sufrido graves problemas económicos para asegurar su existencia, se enmarcaba dentro del campeonato regional de rallyes y contaba con 137 participantes. La zona donde se produjo el siniestro no estaba vallada y, según el portal ‘De Tramo’ debía decidir la carrera. «Allí los pilotos deberán mostrar su técnica al volante. Además, al ser el tramo más revirado, seguramente concentrará el mayor número de aficionados», comenta en la previa el medio especializado.

Las hemerotecas no recuerdan un accidente mayor en la historia de los deportes de motor en España, pero en los últimos años ya se habían registrado desgracias parecidas. En 2012, en el rally Príncipe de Asturias, el piloto checo Antonin Tlustak se salió de la carretera entre Villaviciosa y Colunga, se saltó el guardarrail y terminó impactando con un grupo de seguidores provocando la muerte de uno de ellos que se encontraba tomando fotografías. El año pasado, en el rally sprint de Miengo, en Cantabria, uno de los competidores atropelló a una docena de espectadores y dos de ellos fallecieron a consecuencias de las heridas.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas