Rambert ya avisó que mientras haya vida (léase chances matemáticas) va a pelear. Y no se entrega, no tanto en el discurso, ya que es fácil declarar, sino en los hechos. Sigue trabajando con la misma dedicación, de 7 a 17 horas en el club, aunque no entrene en doble turno.
Pero algo cambió. En el mundo Crucero todos parecen entregados, y Rambert ya no tiene la misma convicción. «Estamos en deuda», dispara, sin dudar, cuando un periodista le pide que haga un balance de su gestión.
A Rambert le toca en este tramo final del torneo, administrar la escasez del plantel, promover jugadores de la cuarta división, tapar baches, y tratar de llevar calma en momentos en que hay malestar, por la baja producción y también por la «limpieza» que comenzó Julio Korpeski en el plantel y que ya se cobró la cabeza de cuatro jugadores.
Además, tiene que dar la cara tras cada nuevo partido, y explicar por qué a Crucero siempre le faltan cinco para el peso. En un fútbol hiper resultadista como el argentino, es una verdadera tarea reservada para pocos la que lleva adelante Pascualito.
«Nosotros nos caímos con Huracán, fue un punto de inflexión», dijo Rambert, admitiendo que el equipo tuvo en los últimos partidos un bajón futbolístico. Atrás quedó el partidazo ante San Lorenzo, hace ya cuatro fechas, cuando el equipo perdió, pero jugando muy bien. Ese cotejo había sido hasta ahí una síntesis de la era Rambert. Buenas producciones futbolísticas, pero que no fueron coronadas por resultados.
«Puede darse un bajón futbolístico,pero por encima de eso, hemos tenido bajas, jugadores lesionados, un montón de cosas», explica Rambert, advirtiendo sobre los problemas de disponibilidad de jugadores que tiene el Colectivero.
-¿Qué balance rápido hacés de tu gestión?
-Estamos en deuda, más rápido imposible, contestó.
-¿Pensaste en renunciar?
-No se me pasó por la cabeza. Siempre trabajo día tras día en base a lo que tengo en mente, el día que no tenga que estar lo comunicaré.
También, se dedicó a un comentario sobre la falta de eficacia -y suerte de Crucero- algo que es cierto. El Colectivero no liga nada.
«Si hoy, el primer tiempo hubiera terminado 2 a 2 hubiera estado bien, y si hubiera terminado 2 a 1 para Crucero también, tuvimos un par de chances. No tenemos eficacia», analizó.
-¿Cómo va a afectar esto a tu corta carrera de técnico en un fútbol tan resultadista?
-Hay muchas cosas que hacen que una persona pueda ser feliz o no, hay personas que son felices gracias al éxito y hay personas que son exitosas y no son felices. Yo soy feliz haciendo lo que hago y me brindo a más no poder. En cuanto a lo que significa mi trabajo, así que, independientemente de eso, ¿como seguirá?, soy feliz haciendo lo que hago, que pueda ser exitoso o no no me modifica mucho la situacion, acá hay 30 equipos, uno va a salir campeón. A los otros no le van a salir las cosas como esperaban.
MB
EP
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