Es una de las mayores inmigraciones desde la Segunda Guerra Mundial registrando récords de ingresos en Austria y Alemania a pesar de que Hungría cerró la estación de trenes de Budapest.
En barco, en camiones, caminando o atravesando alambres de púa son las diferentes maneras que encontraron los miles de serbios refugiados para cruzar hacia la Unión Europea escapando de su país sin medir los riesgos a los cuales están expuestos.
Miles de inmigrantes cruzan la frontera entre Macedonia y Grecia cerca de Gevgelija para entrar en Hungría, el primer país de la Unión Europea al que llegan y desde el cual planean continuar viaje hacia Alemania o Suecia en busca de un futuro mejor.
El problema surgió cuando Hungría comenzó a construir un muro a lo largo de su frontera con la vecina Serbia para impedir la inmigración y muchos habitantes, al enterarse se apuraron para cruzar la línea antes de que terminen esa obra.
Es la mayor oleada de inmigrantes después de la Segunda Guerra Mundial y el resultado que hay hasta el momento es dramático. Desde chicos ahogados, después que sus embarcaciones naufragaran cerca de las costas, camiones llenos de familias asfixiadas y otros, con un poco más de suerte, pasando desesperadamente por debajo de alambres de púas para lograr llegar a un lugar mejor.
