El increíble diario de viaje por las Cataratas del Iguazú de una pareja de enamorados

Iguazú no es solo las Cataratas. Si bien su principal atractivo es esta maravilla del mundo que no puede faltar en ningún itinerario, es un destino que ofrece un abanico de experiencias en tierra, sobre el agua y desde el aire que puede ser vivido en familia, solo o con amigos.

La mayoría de las personas que visitan esta ciudad suelen quedarse solo un fin de semana, pero la realidad es que yendo dos o tres días te quedás corto: hay tanto para hacer y ver que lo ideal es escaparse cinco o seis días para que la aventura sea completa.

En esta guía proponemos una agenda tentativa que incluye caminatas por la ciudad, travesías en kayak, rappel y canopy por la selva, senderos para pedalear, lugares para ir a comer y recomendaciones sobre dónde dormir. Como siempre, hay propuestas para todos los gustos y bolsillos ?, cuentan Jime Sánchez (la escritora) y Andrés Calla (el fotógrafo), una pareja de argentinos que viaja en bicicleta desde enero de 2013. «Empezamos por Argentina y la idea es dar la vuelta al mundo», relatan.

 

Día 1: ¡Bienvenidos a la tierra colorada!

Lo primero que llama la atención de Misiones (más si viajás en avión donde pasás de una provincia a otra en un santiamén) es el color de su tierra: en lugar de ser marrón como en cualquier punto del país, su tonalidad es bien colorada dado por la cantidad de óxido de hierro presente en sus suelos. Lo segundo que no pasa desapercibido es el color verde de su vegetación. Toda esta región pertenece a la selva paranaense, una de las zonas de mayor biodiversidad de la Argentina.

Si llegás directamente a Iguazú sin recorrer otros destinos de Misiones no vas a poder percibir de que en realidad la selva está en peligro de extinción por la cantidad de aserraderos presentes a lo largo y ancho de toda la provincia (industria maderera) y por las plantaciones de tabaco de la que actualmente viven más de 12 mil productores (pero eso lo vamos a contar en otro post). Puerto Iguazú, como está dentro del Parque Nacional Iguazú, es una gran excepción a la regla.

El primer día llegá y ponete cómodo. Si estás buscando alojamiento, el hostel Porambá está ubicado a unas pocas cuadras del centro, es un muy lindo lugar donde descansar y los precios son accesibles para todos.

 

 

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Generalmente al mediodía y a la tarde hace muchísimo calor en la ciudad, pero a eso de las cinco la temperatura se vuelve más agradable para salir a caminar. Hay varios lugares para conocer:

El Hito de las Tres Fronteras compartido entre Argentina, Brasil y Paraguay.
La feria de artesanos locales y guaraníes.
La larga y bellísima costanera desde donde se ven los ríos Iguazú y Paraná.
El centro comercial de Iguazú y sus plazas.
La Ferinha, una calle muy cortita donde se habla más portugués que español y donde vas a encontrar opciones de lo más variadas para comer: quesos, fiambres, aceitunas, frutas en almíbar, vinos, comidas regionales y cervezas.
Ni bien termina la ferinha y doblando a la izquierda, vas a encontrar el acceso a uno de los miradores más lindos de toda la ciudad que está justo al lado del hotel Panoramic. El momento ideal para visitarlo es a la tardecita (muchos artistas van a este lugar a inspirarse y por ejemplo, a pintar cuadros).

 

Día 2: Cataratas (lado argentino)

 

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Sí. Ya sabemos que esta guía va más allá de las cataratas pero es inevitable no nombrarlas.

El Parque Nacional abre a las 8 de la mañana y conviene llegar bien temprano porque las pasarelas son muchas y cada una merece su tiempo y muchísimas fotos. Recomendación: llevá ropa y calzado cómodo + comidas y bebidas para todo el día (si bien hay restaurantes los precios no son muy económicos).

Si no contás con movilidad propia hay cuatro opciones para llegar: 1. Tomarte un colectivo que sale desde el Hito de las Tres Fronteras (consultá precios porque este tipo de transporte suele ser un poco caro) 2. Tomarte un taxi (si son varios los que quieren ir al Parque a veces resulta más económico, viajan más cómodos y con aire acondicionado) 3. Hacer dedo (nunca falla) 4. Contratar la excursión que ofrece Iguazú Viajes que incluye traslados y recorrido con guía.

La joyita es hacer la excursión “Aventura Naútica”. Te subís a una lancha, recorrés los saltos argentinos, brasileños y la Garganta del Diablo y te sumergen (varias veces) debajo de una de las cascadas más impresionantes de todo el Parque. Un imperdible para los que quieren vivir las cataratas bien desde adentro (si todavía no logramos convencerte de que lo hagas, mirá este video)

+ info sobre precios, horarios y senderos para recorrer dentro del Parque Nacional en este link

 

Día 3: Cataratas (lado brasileño) + Foz de Iguaçu

 

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La experiencia Cataratas se completa visitando el Parque Nacional do Iguaçu. ¿Por qué? Porque del lado argentino las cataratas se viven y del lado brasileño se ven una al lado de la otra y en modo panorámico.

Hay tres pasarelas en total que se recorren en un medio día sin apuro. Desde Puerto Iguazú (Argentina) hay micros que te llevan al parque brasileño durante el día, pero si preferís contratar una excursión con anticipación, también Iguazú Viajes ofrece paquetes con traslados y guías. + info en este link.

Tema fronteras: llevá tu DNI porque en la aduana argentina te lo van a pedir. Cuando nosotros pasamos por la aduana brasileña no nos detuvieron ni pidieron nada, pero uno nunca sabe cuándo puede llegar a haber controles (y además siempre conviene tener el documento a mano).

Tema entradas al Parque: se puede abonar con tarjeta de débito y debés presentar el DNI para determinar qué categoría de visitante sos y por ende qué precio tenés que pagar (por ejemplo, los argentinos pagan más que los brasileños pero menos que los europeos).

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Para el resto del día un buen plan es recorrer la ciudad de Foz de Iguaçu que queda a 18 km del Parque Nacional. Para quienes quieran dar una vuelta más extensa, los atractivos que no pueden faltar son el Parque de las Aves (tiene más de 150 especies diferentes en un marco de 16 hectáreas) y un templo budista (sí, budista) que se dice que es el segundo más grande de América Latina (si querés ver fotos de este rarísimo lugar, te recomendamos visitar el blog de viajes brasileño Matraqueando de Silvia Oliveira. Están geniales).

 

Día 4: aventura en la selva + navegación en las tres fronteras

Conocer la selva desde el aire es otra de las experiencias más divertidas que tiene Iguazú. El plan tiene un poco de todo: llegás al medio de la selva en un camión con vista panorámica, descendés a rappel por una pared de 18 metros, caminás por senderos rodeados de helechos y cascadas y volás por las copas de los árboles haciendo canopy.

Damos fe que es un plan para todas las edades: mis papás de 60 años, que nunca en su vida hicieron algo por el estilo, se animaron a esta aventura (¡lo que hace la vida de viaje eh!).

 

A la tarde, y para relajar un poco, también se puede hacer una navegación en catamarán por los ríos Paraná y Uruguay, recorriendo las costas argentinas, brasileñas y paraguayas. Lo más lindo de este paseo es que empieza a las cinco de la tarde y si el cielo está despejado la vista del atardecer es única. Estas son algunas de las fotos que sacamos a bordo:

Día 5: bici + kayak

No podemos escribir una guía sin recomendar un paseo en bicicleta por la selva misionera. El circuito ideal para recorrer es el de las 600 hectáreas de la reserva natural Iraypu.

Si querés alquilar una bici lo podés hacer con la gente de Iguazú Tours (te dan una de 24V con freno a disco y suspensión delantera, bolsito, casco, candado y mapas). Ellos también organizan pedaleadas con guías por ese mismo recorrido y paseos de luna llena y pedaleadas por las cataratas brasileñas.

Otra de las actividades súper recomendadas y más lindas para hacer en Iguazú es remar en kayak. Si bien la navegación en catamarán es muy linda, estar al ras del agua de la triple frontera te conecta muchísimo más con el lugar y es una forma alternativa de ver la ciudad pero desde el río.

Salís desde el puerto con Gustavo, el guía de toda esta aventura y navegás el río Iguazú pasando por debajo del puente que une Argentina con Brasil. La travesía dura unas tres horas con un descanso de 40 minutos sobre un muelle al que solo se accede desde el agua. El mejor horario para hacer este paseo es por la tarde cuando el sol comienza a esconderse por las serranías misioneras. + info en este link.

Día 6: descanso más que merecido

Viajar también es sinónimo de descansar. En Iguazú hay tanto para recorrer que si tenés la posibilidad de descansar al menos un día, hacelo: por experiencia propia tu cuerpo te lo va a reclamar después. En el hostel Porambá hay pileta y hamacas para pasar una tarde de relax así que no hay excusas para bajar las revoluciones ?

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Si tipo cinco te da un poco de hambre, EL plan del día es ir hacia la Avenida Brasil para picar y tomar algo en el barcito Guacamole que tiene muy buenos precios (si pedís la promo de empanadas + cerveza o caipirinha no te vas a arrpentir). Para cerrar el día con una buena cena, te recomendamos dos opciones:

Tacopado: un restaurante mexicano ideal para ir con amigos o en pareja. Los platos son súper ricos y baratos y hay muy buenas promos.
La Dama Juana: un restó que nada tiene que envidiarle a los restaurantes más sofisticados que se ven en Iguazú. De todos los lugares donde comimos éste es el mejor: hay carne y pescados desde $120, pizzas por $60, sádwiches completos desde $90, pastas por $70 y lo mejor de todo es que está hecho por las manos de un chef que hace de un plato una obra de arte. Los imperdibles: el surubí grillado con vegetales y arroz con almendras y el bife de chorizo con tortilla de papas, vegetales grillados y salsa criolla.

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