La misteriosa vida de Thierry Polus, el popular «rey de la marihuana»

Thierry André Polus afirma que vive de los muertos, y que sus ingresos provienen de una funeraria en Santiago, Chile. Pero la versión de «el Francés» contrasta con la causa que enfrenta en la Argentina, donde lo consideran el «rey de la marihuana», no sólo por las cantidades de droga que traficaba, sino por su sagacidad para manejar la organización y para moverse a través de las fronteras.

Según se desprende del expediente 32000217/2009, Polus se proveía en Paraguay de la marihuana a bajo precio, y a 3800 kilómetros de allí, en Chile, vendía los estupefacientes a un valor 15 veces mayor, y en dólares. Trasladaba la droga en camiones, que atravesaban media Argentina sin ser detectados. La causa fue elevada a juicio oral, que estará a cargo de un conjuez porque el actual magistrado de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, se excusó tras recibir amenazas de Polus.

«El Francés» está detenido desde el 4 de febrero de 2013 en una cárcel de Resistencia, Chaco, donde se descubrió que seguía operando en el universo narco a través de la banda de Los Lagartos.

La investigación de las fuerzas federales llevó cuatro años para poder atrapar a Polus. Este polaco francés de 58 años fue detenido por la Policía Federal en Eldorado, Misiones, cuando caminaba con un amigo francés al que -según dijo a LA NACION desde la cárcel- había llevado «a conocer las Cataratas del Iguazú».

Fue apresado luego del secuestro de 140 kilos de marihuana en la ruta 40, cerca de Villa La Angostura, en un camión que conducía Alejandro Cárcamo, alias «Chuky», oriundo de Bariloche. La carga iba camino al paso fronterizo Cardenal Samoré para llegar a Chile.

Polus se movía todo el tiempo. Vivía en varios lugares: en Chile, en María Magdalena Mado, un paraje remoto en Misiones, cerca de la triple frontera; en Granadero Baigorria, vecina a Rosario, y viajaba casi todos los meses a Francia. Se trasladaba en un Audi RS6 y volaba en primera clase a Santiago y a París. Pero no tenía ninguna actividad económica legal, según señalaron los investigadores, que le proveyera el dinero necesario para solventar sus propiedades, autos y viajes.

Mónica Demarre, pareja de Polus, que fue procesada como «partícipe necesaria», alegó que «en la causa sólo hay escuchas telefónicas en las que nadie habla en ningún momento de drogas ni nada parecido».

La mujer, que está detenida en su casa en Granadero Baigorria, dijo que los ingresos de la familia provienen de la concesión del restaurante del club Alumni, que está a tres cuadras de allí.

Los informes de inteligencia de Gendarmería Nacional, que están en la causa, señalan que Polus se proveía de grandes cantidades de marihuana de Paraguay. Usaba un campo en Mado, Misiones, para acopiar la droga, que luego trasladaba en camiones.

La propiedad de Polus era conocida en ese paraje remoto. A todos los lugareños les llamaba la atención. La mansión amurallada, con paredes de más de dos metros de altura, está situada en un predio de 7,4 hectáreas. El fondo termina en el río Paraná, que hace de límite con Paraguay.

Gendarmería Nacional comenzó a seguir los pasos de Polus, luego de que el 23 de abril de 2009 llegara un fax «anónimo» -despachado desde un telecentro de Eldorado- dirigido al jefe del Escuadrón Nº40 de Gendarmería, Jorge Mazza. El texto decía que un hombre apodado ««el Francés» acopiaba estupefacientes que luego se enviaban a Santa Fe». Los efectivos registraron, según figura en la causa, que el campo de Polus estaba custodiado por «gente armada», que «vestían uniformes marrones similares a los de Gendarmería».

El 3 de julio de ese año todo cambió en Mado. Polus «desactivó» la mansión. La razón fue porque dos supuestos alfiles de la banda Rogelio Steinbrecher y Jorge Vázquez fueron atrapados con 297 kilos de marihuana. Estas dos personas concurrían con frecuencia a la casa en Mado. Y lo que llamó la atención a los investigadores es que tras el secuestro de la droga, Demarre llamó a Polus, quien se encontraba en Francia, para avisarle lo que había sucedido, y el Francés retornó cinco días después al país. «En ese momento Polus confirmó que lo están siguiendo», aseguró una fuente que investiga el caso. Y se lo hizo saber, según señalaron, a un grupo de prefectos que lo siguió por un camino rural cerca de Mado, con quienes se tiroteó a bordo de una camioneta Honda CVR. Polus iba con una sugestiva compañía, un miembro de la Policía Federal.

Desde la cárcel, pudo mantener las riendas de la organización. Y a través de su teléfono la Policía Federal logró dar con Los Lagartos, una banda liderada por Víctor Hugo y Fabián Grgrisevic, detenidos con 20 kilos de cocaína de máxima pureza, en la autopista Santa Fe-Rosario.

Desde prisión, y en un español atravesado por un fuerte acento francés, Polus dijo: «Yo no conocer a nadie. Todo mentira. Embrollo. Yo quiero volver a Francia. Nunca más Argentina». Tras las rejas seguirá unos años más, si en el juicio lo declaran culpable de ser el «organizador» del «transporte y exportación de estupefacientes».

Un sospechoso con prontuario

Thierry André Polus acusado de narcotráfico El ciudadano polaco-francés, de 58 años. Fue detenido en 2001 tras dos operativos que se realizaron en 1998 en Venado Tuerto, donde secuestraron importantes cargamentos de droga. En 2003 el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario condenó a Polus a diez años de cárcel.

 

Su forma de hablar deja traslucir los enigmas sobre su nombre. Thierry André Polus, Slawomir Andrzej Polus o Seawomir Polus figuran en sus pasaportes polaco y francés, y en la causa judicial que fue elevada a juicio oral, donde está procesado por el delito de «transporte y exportación de estupefacientes agravado, en calidad de organizador». La Cámara Federal de Misiones avaló el procesamiento en marzo pasado.

Polus nació en 1957 a orillas del río Oder, en la ciudad polaca de Szczecin, que era un enclave alemán y fue arrasada por los bombardeos aliados en la Segunda Guerra Mundial. A los seis años fue a parar con su familia a la ciudad balnearia francesa de Biarritz y, en 1995, recaló en la Argentina, donde -según contó- pretendía pasar sólo tres meses de paseo, pero se quedó para siempre.

En los 90, en Rosario, instaló uno de los bares más refinados de la ciudad, que se llamaba La Maison du Champagne, donde la paridad entre el peso y el dólar lo favoreció para traer productos franceses de calidad y seducir a un selecto ambiente, integrado en parte por la comunidad francesa. Pero la propuesta naufragó por el elevado precio del alquiler del local céntrico de calle Paraguay.

A fines de esa década, fueron secuestrados dos cargamentos de marihuana de 480 kilos en la provincia de Santa Fe y en 2001 terminó en la cárcel. Tras salir de prisión se fue a Misiones, pero mantuvo aceitados contactos con Santa Fe, donde vive su pareja, y con Francia y Chile.

La investigación lo sitúa como «exportador» y mayorista de droga, con supuestas «relaciones pesadas», como la banda de Los Monos y un político mexicano que vivió en Misiones hasta el año pasado y estuvo preso en México por presuntos vínculos con el cartel de Los Zetas.

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