Descansar y recuperar energías no fue una opción para Diana Amarilla. Tan solo un día después de la final de Elegidos, en donde quedó en segundo lugar, la cantante tuvo que arrancar los entrenamientos de un nuevo desafío, Tu cara me suena . En una charla con Personajes.tv, Diana nos cuenta cómo se preparó en tan poco tiempo para salir al aire en el programa de Marley que regresa esta noche a la pantalla de Telefé.
-¿Cómo te estás preparando para Tu cara me suena?
-La verdad es que estoy muy ansiosa y con muchas expectativas, me intriga como voy a resolver los personajes que me toquen porque más allá de cantarlos y actuarlos hay que tratar de imitarlos lo más parecido posible, pero estoy muy contenta.
-¿Ya te ha tocado imitar a alguien en tu carrera teatral?
-No, nunca me tocó imitar a nadie y tampoco nunca me puse a jugar y tratar de hacerlo. Por ahí sí a algunos amigos siempre trataba de copiar, alguna risa o algún modo de hablar pero no mucho más. Me parece que se va a tratar de ver a estos personajes como si fuesen amigos míos e intentar imitar lo más gracioso que hagan o las características más marcadas que tengan.
-¿Te pone nerviosa estar entre tantas figuras y tan expuesta ante el jurado?
-Sí, un poco porque es distinto de Elegidos. Para mí es raro también porque de repente me sacaron de un lugar y me pusieron en otro y tengo que estar a la altura del resto de mis compañeros, en el mejor de los sentidos, gente que ya tiene más experiencia que yo.
-¿Te sorprendió el llamado?
-Sí, me sorprendió porque yo siempre miraba el programa y me parecía muy difícil lo que hacían, además nunca me imaginé a mí ahí porque a los que convocaban eran famosos siempre. Cuando me lo propusieron me alegré mucho y me sorprendió, si bien me llegaban rumores de que iba a estar estaba segura de que era un teléfono descompuesto, por eso en el momento en que me confirmaron no lo podía creer y me puso muy feliz.
-¿Te gustaría seguir en la tele o tenés ganas de volver al teatro?
-Me gusta la tele, empecé a tomarle mucho cariño a la cámara y a medida que pasa el tiempo voy aprendiendo que hacer adelante de ella. Antes me imaginaba algo y me costaba trasmitirlo, cuando me miraba no era lo que quería y de repente empecé a entender que hacer y cómo manejarme, hay una amistad con la cámara y la televisión que estoy encontrando y que me gusta, ¡Ahora no me quiero ir! Así que veremos qué se viene después de esto.
