Últimamente el barrio Santa Rita se ha convertido en territorio de nadie o mejor dicho de un grupo que supuestamente está para vigilar en la madrugada. El comentario de varios vecinos de las chacras 244 y 245 es el mismo. Dicen que generalmente les están robando a los que no pagan el servicio a estos serenos que no se sabe bien de dónde salieron pero tienen entre sus filas a menores y jóvenes que se manejan en motocicletas.
La Policía de la zona promete recorridas y cuando las hace, los desmanes o atracos ocurren una vez que el móvil abandona la zona. Hay un Foro de Seguridad preocupado y vecinos que viven con temor al ir a tomar el colectivo en las mañanas. Las zonas elegidas por los delincuentes son la avenida Jauretche en varios tramos como la intercepción con Ituzaingó, 115, Monseñor de Andrea y Bustamante. Además de las calles internas en este barrio que abarca varias chacras.
Un dato curioso que dio una vecina, que preserva su identidad por temor, es que al menos seis personas aparecieron hace un tiempo ofreciendo un servicio de vigilancia. Todo sin regulación y al parecer con connivencia con los que terminan robando, o en defecto, ellos mismos actuando en los delitos. Además aseguran que hay menores de por medio y que utilizan motocicletas para movilizarse de punta a punta. Como si fuera poco, aseguran que actúan drogados y lo que es peor, con armas de fuego o cuchillos. Cuentan los protagonistas que son más de seis las casas que fueron atacadas últimamente y que varios jóvenes, sobre todo estudiantes o gente mayor, han sufrido en las últimas semanas aprietes en las paradas de colectivos para despojarlos de carteras, mochilas, celulares y lo que tengan a mano.
Ya hubo reuniones y los vecinos piden con desesperación que actúen. Quieren armar una especie de alarma vecinal para ayudarse entre todos. La policía asegura que recorre la zona y previene. Sin embargo, el miedo está instalado y esperan una solución definitiva.
Adolescente detenido tras ser advertido saltando el muro de una vivienda
