Acusan y detienen a una profesora por manosear y fotografiar a chicos

Tiene 53 años y daba clases en una escuela. Investigan si hay alumnos entre las víctimas. También arrestaron a su marido y a otros dos hombres. Sucedió en La Plata.

Cuando llegaron, los policías se encontraron con un sistema de computadoras conectadas en red que, según los investigadores, se usaba para copiar y difundir pornografía infantil.

En la casa vivía una profesora de historia de la Escuela Media N° 2 de Ensenada, ahora detenida y acusada de integrar una banda que se dedicaba a intercambiar fotos de contenido sexual y captar menores a través de las redes sociales para prácticas de pedofilia.

La docente, de 53 años, y su esposo, de 71, serían los encargados de enviar y recibir material pornográfico. Junto a ellos cayeron otros dos hombres que operaban desde una vivienda de San Isidro.

En conversaciones y chats con los otros sospechosos, la mujer asegura que ella consiguió “captar” a algunos alumnos. Fuentes judiciales informaron que la docente tenía a su cargo “entre 8 y 10” cursos en la escuela secundaria donde trabajaba, ubicada a pocas cuadras de la casa de Punta Lara allanada por la Policía. Allí, el matrimonio había montado su “central operativa”.

La investigación comenzó hace más de seis meses, cuando llegó a la Procuración de la Suprema Corte provincial un alerta del Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados, una organización no gubernamental de Estados Unidos que se dedica a detectar el tráfico de pornografía infantil en la Web.Con esa información, el fiscal designado en La Plata para esta modalidad delictiva, Fernando Cartasegna, dispuso un seguimiento. Los peritos y expertos de la división Cibercrimen de la Bonaerense detectaron los IP y encontraron las direcciones desde donde se conectaba la profesora con la parte de la red que operaba en San Isidro.

“Cuando advertimos que se trataba de una docente tuvimos que intensificar todo el trabajo. Percibíamos que podría haber más menores en riesgo”, explicaron en la fiscalía de Cartasegna.

Cuando tuvieron todos los indicios y elementos que permitieran imputar a los integrantes de la organización, decidieron realizar los allanamientos. Ayer, antes de que la mujer saliera para dar clases, a las 7.30 de la mañana, una brigada de la Policía la sorprendió en el garaje de su casa, en Almirante Brown y 98.

“La mujer comenzó a tocar bocina, como intentando alertar de que estaba en peligro”, contaron fuentes que intervinieron en el procedimiento.

Cuando llegaron los agentes de Cibercrimen hasta la habitación donde estaban instaladas las computadoras, el marido de la profesora ya estaba conectado. Al parecer buscaba borrar pruebas.

Se secuestraron tres notebooks, dos computadoras personales, un iPad, tres impresoras y más de 100 CDs con fotografías: una de ellas mostraba a un nene de unos tres años en una situación íntima con una mujer que, creen los investigadores, podría ser la detenida.

También se llevaron un arma, una cámara de fotos profesional y un bolso con potes de gel íntimo y distintos juguetes eróticos.

Hasta el momento, se sabe que las cuentas de correo electrónico, de sitios para chateo y el resto de las páginas con claves eran manejabas por la mujer. “De hecho, muchas contraseñas eran las mismas”, contó uno de los expertos.

La primera reacción de la imputada fue derivar responsabilidades en su marido. “Pretende que lo acusen al hombre, que tiene más de 70 años y podría resultar beneficiado con una eventual condena domiciliaria”, especularon ayer en los tribunales platenses.

No obstante, todas las sospechas apuntan a la mujer. La mayoría de los documentos se enviaban desde su cuenta. En las conversaciones –que encontraron impresas en el allanamiento– figuraban alusiones a “captación de alumnos”. Había, además, intercambio de chats con textos pornográficos, cuentos eróticos y su auto tenía recortes periodísticos con notas sobre “el despertar sexual de los adolescentes”.

Hay un elemento clave que ahora deberá establecer la fiscalía: cuánto del material pornográfico era producido por la mujer. En ese caso, podría ser imputada por el delito de “corrupción de menores”.

Por el momento, en la causa los cuatro están involucrados por ofrecer, publicar y distribuir material de contenido sexual de menores de 18 años, con penas de entre 6 meses y 4 años de prisión.

Anoche, en la dirección de Escuelas evaluaban estrategias para intervenir en el secundario donde trabajaba la docente.

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