Olmedo palpita el choque con su ex club: «Godoy Cruz es mi vida, mi casa»

La Copa América ya fue y para pasar el duelo por una nueva frustración nada mejor que empezar rápido con la previa de un torneo de 30 equipos que promete muchas emociones en el segundo semestre.

Crucero tiene 15 finales por delante para buscar permanecer en la «A» y la más importante, con la mentalidad que está encarando el certamen, es la próxima.

Se viene Godoy Cruz el próximo domingo a las 16.05 en el estadio mundialista Malvinas Argentinas.

Para uno del plantel colectivero será un choque especial. Godoy Cruz es la casa del «Negro» Nicolás Olmedo, el número 5 del equipo misionero que está recuperando su nivel y se fue de vacaciones con el gusto de haber metido un golazo a San Martín de San Juan, el otro equipo fuerte de Cuyo en estos últimos tiempos.

Olmedo, de 32 años, surgió en 2001 en el Tomba y jugó hasta el 2012 (con un breve interregno en San Martín de Tucumán en la 2004-2005), es casi una década y el club de su ciudad. La identificación es muy grande, más allá de sus pasos posteriores por Barcelona de Ecuador y Argentinos Júniors.

«Es la segunda vez que la visito con otro equipo, primero con Argentinos, y ahora con Crucero, así que seguramente va a ser especial», tiró el «Negro» en declaraciones a la página oficial del club.

Sobre lo que significa el club en su carrera, Olmedo no dejó dudas: «Es mi vida, es mi casa, jugué toda mi carrera ahí», definió. ¿Se cumplirá la ley del ex?

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La pelota al pie y la camiseta del Tomba, una estampa clásica de Godoy Cruz en la década pasada. El «Negro» es uno de los símbolos de un equipo que es de los pocos que se afianzó en primera sin ser de Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe.

Sobre el objetivo para este semetre, en línea con lo que declararon otros referentes, como «Pinti» Alvarez, Olmedo no dudó: «sumar los puntos necesarios, y si se puede más también obviamente, pero lo importante es sumar la mayor cantidad de puntos necesarios para salvar la categoría».

El gran capitán del colectivero, fue uno de los que más rápido se adaptó a la idea de Rambert. Es por eso, que confesó: «Una pretemporada dura, pero nos hacía falta. Era el momento para laburar en lo físico, sobre todo por lo que pretende el técnico dentro del campo de juego. Todo el plantel está muy bien. Los chicos que estaban lesionados se se etsan recuperando de a poco, bastante bien».

MB

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