Crucero entrenó en Apóstoles, para cambiar un poco de aire y combatir el «tedio» de la pretemorada

El colectivero sigue preparándose para la etapa más difícil del Torneo Julio Humberto Grondona. En la mañana de este jueves, el plantel profesional recorrió los pocos kilómetros que separan Santa Inés de la ciudad de Apóstoles para moverse en las coquetas instalaciones del Club Rosamonte.

La idea no era hacer un amistoso con algún combinado local, sino cambiar un poco de aire y romper un poco el tedio de la pretemporada, donde se corre mucho, se utiliza poco el balón y no se compite. Como Crucero aprovecha sus privilegiadas instalaciones, no tiene posibilidad del cambio de escenografía del que disfrutan la mayoría de los otros planteles de primera.

En Apóstoles,  Sebastián Rambert condujo trabajos tácticos en espacios reducidos, y con diferentes consignas.

El DT tuvo a sus disposición a todos los jugadores, contando a los juveniles promovidos. Los únicos ausentes fueron Ariel Colzera, que arrastra una molestia en el aductor derecho; Gabriel Tomasini, que continúa con la rehabilitación luego de la lesión en su rodilla; y Diego Torres, que sigue a paso firme en su recuperación de la rotura de ligamentos cruzados.

Apóstoles queda aproximadamente a 70 kilómetros de la Capital provincial, Posadas. Ya en tierras apostoleñas, Crucero fue recibido muy amablemente por Ramón «Nene» Hreñuk, Presidente del Club Rosamonte.

Así mismo, el mandamás de la institución, obsequió de forma grata paquetes de diferentes estilos de yerba al Plantel Profesional, y colaboradores.

Tras la práctica matutina, el colectivero retornó a Santa Inés, a la espera de la práctica de fútbol de las 16 horas.

MB

 

 

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