Potencia transformadora

“Vamos por más transformaciones”. Ese fue el mensaje claro, directo, que bajó del escenario y la clave para el desarrollo de la campaña electoral hasta octubre. La Renovación en pleno ocupó el centro de la escena política con el objetivo de ratificar la continuidad del modelo en Misiones y el país. La fórmula principal está conformada por Hugo Passalacqua y Oscar Herrera Ahuad, ambos representantes de dos de las áreas centrales de la gestión de los últimos doce años, el primero en Educación y el segundo en la cartera sanitaria.

El presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, encabezará la lista de diputados provinciales buscando su segunda reelección y el gobernador Maurice Closs liderará la lista de diputados nacionales, secundado por una dirigente del Frente para la Victoria y por el ministro de Gobierno, Jorge Franco.

La enumeración de los nombres fue apenas una formalidad. Ya se conocían los principales candidatos y los demás irán apareciendo con el paso de los días.

Lo que se reveló en el imponente acto del viernes en el Centro del Conocimiento es la propuesta que remite a la génesis de la Renovación con una clara apuesta a fortalecer lo hecho en una línea de continuidad, que no sólo tiene que ver con Misiones, sino con el espacio político nacional, que conduce la presidenta Cristina Fernández. El Frente para la Victoria fue siempre un aliado estratégico, desde 2003, cuando el que asomaba por la Casa Rosada era Néstor Kirchner.

Por eso no sorprendió la vuelta del Frente para la Victoria a la sociedad con el Frente Renovador. Ya hubo experiencias y hoy el peronismo en vías de recuperación después de haber sido casi desmantelado, no está en condiciones de hacer un buen papel en soledad, siquiera para aportarle un puñado de votos al kirchnerismo.

Con la premisa de sumar todos para el mismo molino, se pactó el reencuentro. En ese contexto, el segundo lugar de la lista de Diputados nacionales le fue cedido a Patricia Brítez, una joven funcionaria de la Anses que responde a La Cámpora, la nueva dirigencia que emergió con el kirchnerismo, conformada por jóvenes que salían de la adolescencia en la crisis de 2001. Dicen que fue nominada desde el mismo círculo íntimo de la Presidenta. El cuarto lugar, en tanto, le tocó a Daniel Di Stefano, el joven de 26 años que ya había intentado llegar al Congreso en las últimas elecciones.

No es el único guiño a la juventud, ya que la Renovación reservaría el 50 por ciento de los espacios en las listas a postulantes sub-40.

Aunque con un tono más de resignación, sobre todo entre sus colaboradores más cercanos, también se confirmó en el marco de este acuerdo, que Julia Perié, quien pretendía ser la candidata a gobernadora por el peronismo local, finalmente se postulará como parlamentaria del MERCOSUR.

El símbolo del nuevo tiempo está expresado en el corrimiento de los dirigentes tradicionales del peronismo misionero para darle lugar a nuevos actores, como los dirigentes de La Cámpora.

El senador y presidente del PJ local, Juan Manuel Irrazábal estuvo en el escenario de lanzamiento del Frente Renovador el viernes último. Llegó sobre la hora junto a un grupo de dirigentes y se ubicó en un discreto lugar a la derecha de la mesa principal ocupada por Closs, Rovira, Passalacqua y Herrera Ahuad. Se le termina su mandato, pero no pretende revalidarlo, sino “trabajar para recomponer” el partido y “acompañar a los más jóvenes desde la militancia”. En 2017 verá, dice.

“El contexto nacional exige que defendamos el modelo, por eso las contradicciones o pequeñas diferencias locales se disimulan”, precisó con una mirada de liderazgo acorde a lo que se pretende del conductor del que fuera uno de los principales partidos políticos de la Provincia.

En el escenario también estuvo Pablo Tschirsch, el malogrado candidato, que fue derrotado en 2007 por el gobernador Maurice Closs en un recordado cisma. Volvió definitivamente al espacio después de haber participado de varias elecciones como opositor. Hechas las paces, el ex vice ahora trabaja “desde el llano” por la Renovación.

En la fría noche del viernes hubo un mensaje claro dirigido a las ausencias. Rovira opuso la concordia “a aquellos que solo piensan en el yo y no toman en cuenta que le dimos un mandato para que lo cumplan y no venir por otras cosas que no les pertenecen, porque el poder está en el pueblo”.

“Los que estamos acá, estamos integrados nítidamente a un proyecto de país que vamos a defender con énfasis”, advirtió.

Ese proyecto de país tiene como favorito para la Renovación a Daniel Scioli. Es un viejo conocido de Misiones y siempre tuvo una excelente relación tanto con Rovira cuando era vicepresidente o con Closs, como par de Gobierno.

La preferencia es clara, aunque Closs estará también en la boleta de Florencio Randazzo en las primarias.

Scioli se siente a gusto en Misiones y lo demostró anoche en las Cataratas, a donde vino para presenciar el cierre del Iguazú en Concierto. Siente que está en su momento y tiene la certeza de que las Primarias serán la catapulta definitiva hacia la Casa Rosada. Con Closs tiene confianza y una amistad que excede lo político.

Aunque el kirchnerismo puro tiene algunas reservas con el bonaerense, el propio Scioli defiende el modelo con firmeza y hasta a sus mejores exponentes, como Axel Kicillof, denostado desde la vereda opuesta. “Es la política la que sostiene la economía. A la hora de la verdad, son los lineamientos que ha marcado la Presidenta, el mercado interno, la sustitución de importaciones, cuidar las reservas, fortalecer el desendeudamiento, que pone a la Argentina en un lugar inmejorable para el desarrollo”, argumentó.

Sabe que si gana su margen de maniobra no será absoluto con Cristina como conductora política, pero reconoce que no se puede retroceder en conquistas sociales y políticas.

La contundencia exhibida el viernes por la Renovación contrasta con los titubeos opositores para intentar armar una propuesta coherente.

Se pasaron prácticamente los dos últimos años negociando un gran acuerdo que destrone al oficialismo con la unión de fuerzas opositoras, pero a menos de cinco meses para las elecciones, ni siquiera la promocionada alianza entre el radicalismo y el PRO tiene sustento.

Hoy nadie puede pronosticar seriamente el rumbo que tomarán los partidos opositores ni cómo terminarán negociando en los tramos finales. Peor aún, ninguno de los que aspira a ser gobernador mostró algún plan de Gobierno que no sea una colección de buenas intenciones.

En cambio, el Frente Renovador apenas confirmada la fecha de ir a las urnas comenzó a mover la maquinaria. En un puñado de días se supo quienes iban a ser los candidatos principales.

Ya se confirmaron los nombres de media docena de candidatos a intendente de Posadas, distrito adverso en las elecciones pasadas, con el regreso rutilante de Jorge Brignole como un aspirante a repetir su gestión de cuatro años al frente de la capital después de ocho años de ausencia.

Todos los nombres para la capital tienen peso específico propio: el jefe de Gabinete, Ricardo Escobar, el diputado nacional José Guccione, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Losada, el rector de la Universidad Gastón Dachary, Luis Lichowski y el director de Cultura y Turismo de la Municipalidad, José María Arrúa.

Un batallón preparado para pelear palmo a palmo la ciudad en la que el radicalismo se hizo fuerte en 2013. En el resto de los municipios, la mayoría de los alcaldes buscará su reelección. Todos con un mismo mensaje: profundizar lo logrado en los primeros doce años de la Renovación.

Ya descartado el justicialismo como alternativa, el radicalismo es el partido que se siente en mejores condiciones para liderar la oposición, pero no logra imponer su tradición ni sus pergaminos.

El PRO desconfía de los votos que validarían el supuesto liderazgo y la figura de Gustavo González, el joven candidato a gobernador, desde el año pasado está sufriendo el desgaste de tantas idas y vueltas. Su nombre fue manoseado por todos los eventuales socios, que no le reconocen ni trayectoria ni el carisma necesario para que se enrolen tras de si.

La llegada de Ernesto Sanz a Misiones pretendió darle un poco más de vuelo a la tímida campaña radical. Pero los partidarios de Mauricio Macri no se dejaron ver en público con el mendocino ni compartieron alguno de los tres actos que hizo el candidato presidencial que competirá con el PRO y la inefable María Avelina Carrió.

En rigor de verdad, el propio Sanz tiene dramas superiores. El radicalismo, bajo su mandato, se expone a no poder presentar un candidato radical a la Presidencia por primera vez desde la recuperación democrática y puede quedar atorado en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias cediéndole toda la estructura partidaria a Macri.

La vergüenza será similar a que la que se sintió tras la huída por los tejados de De la Rúa y la candidatura testimonial de Leopoldo Moreau y Mario Losada.

Por las dudas, ya se ataja y admite que si es derrotado, “el candidato a votar será Mauricio”. El dirigente mendocino aseguró que la crisis del 2001 “hizo explotar el sistema bipartidario en la Argentina y desde ese momento la oposición en general y el radicalismo en particular estuvieron desdibujados y no lograron construir una alternativa de poder”.

Omitió en su análisis, recordar que el estallido de la crisis fue consecuencia directa del Gobierno del presidente radical que no hizo más que forzar recetas neoliberales que terminaron llevando al desastre al país.

La falta de una estrategia coordinada en la oposición no se remite únicamente a la unidad de acción. Cuando faltan tres meses para el primer examen, Sanz apenas hace una semana encontró al coordinador de sus propuestas de Gobierno. Se trata del economista Lucas Llach, hijo de Juan José Llach, el ex viceministro de Economía de Domingo Cavallo durante la presidencia de Carlos Menem y ex ministro de Educación de la Alianza.
Además de ser hijo de, Lucas estudió en Harvard, publicó libros y escribe en el diario La Nación. Pero se hizo conocido hace no demasiado tiempo por fomentar un “curioso” deporte que consistía en perseguir guanacos para cansarlos hasta morir. En Chubut, por eso fue declarado persona no grata.

Llach, abona la teoría de que los humanos poseen mayor resistencia que los animales de sangre caliente y propone realizar una cacería por persecución de guanacos. Es decir, correr a un guanaco hasta que muera de cansancio. Por fines científicos, asegura.

Llach no es la única reminiscencia a la Alianza y los años 90. Antes de venir a Misiones, Sanz se fundió en un abrazo para la posteridad con Hugo Moyano. El radical le presentó a la cúpula sindical el proyecto para lograr “la concertación social y económica” porque “eso es lo que se viene”.

El camionero, vale recordarlo, fue uno de los factores más desestabilizadores del último gobierno radical. Llamó a la desobediencia civil contra De la Rúa, impulsó varios paros nacionales y realizó la famosa denuncia de la “Banelco” con la que supuestamente se pagaron las coimas en el Senado para conseguir la ley de flexibilización laboral. De todos modos, el sindicalismo no apuesta demasiado por un triunfo de Sanz en la interna con el PRO: “Si gana Macri «nos llevaríamos muy bien con él” prometió Luis Barrionuevo, el otro líder de la CGT opositora.

Sanz tampoco tiene excesiva confianza en su triunfo, aunque una derrota suya en las primarias dejaría al radicalismo sin candidato presidencial. “Si no gano las Paso, el candidato a votar será Mauricio”, confesó.

Es que Mauricio es el preferido de los medios y del establishment y aparece como una contracara del modelo actual sin medias tintas. Es otra cosa y es honesto en reconocerlo. El maquillaje de sus ideas no esconde su pensamiento.

Al propio kirchnerismo le conviene la polarización con el intendente porteño, porque le sirve como espejo para representar los logros del Gobierno.

Por eso, lo más probable es que en octubre haya una pelea de fondo apenas entre dos. Sergio Massa ha perdido todo el ímpetu que consiguió en 2013 y hoy es un lastímero aspirante que sufre por el drenaje de dirigentes que ya no confían en sus posibilidades. Los intendentes bonaerenses que lo abandonan están jugando a salvar su propio pellejo y por eso no dudan en retornar al oficialismo, aunque tendrán que validar sus pergaminos.

En los círculos políticos más encumbrados, la apuesta es acertar cuándo Massa se bajará finalmente a pelear por la gobernación de Buenos Aires como el candidato de Macri.

El tigrense todavía intenta mostrarse en carrera y asegura que en diez días dará a conocer a su candidata a vice, que será una mujer del interior.

Si se cumplen los pronósticos, Macri quedaría como único gran referente opositor. Por eso la idea de la UCR es fortalecerse en las provincias más allá del resultado general.

En Misiones el candidato Gustavo González pretende liderar una alianza que por ahora no logra cerrar. Los dirigentes del PRO no están convencidos de la necesidad de juntarse con el radicalismo misionero y resignar espacios que probablemente consigan por sí solos con el efecto arrastre de Macri. Lo que prometía ser una gran alianza, es ahora un juego de desprecios que se hace más largo de lo recomendable.

En el camino, el radicalismo fue perdiendo soldados propios y hasta sus potenciales socios políticos no dudan en cuestionar en público al conductor Ricardo Barrios Arrechea, repudiado esta semana en la Legislatura por sus reflexiones sexistas sobre las cualidades de González como candidato. “El voto bombacha lo tiene asegurado”, había dicho en un programa periodístico, lo que, en vísperas de una gran marcha con la consigna #NiUnaMenos, sirvió para un repudio generalizado, excepto, claro está, del propio radicalismo, cuyos diputados asumieron con ligereza que se trató de un simple desliz retórico. Incluso, intentaron justificarlo prometiendo que en el fervor electoral, habrá muchos más deslices parecidos.

Rara forma de ver a la mujer, reducidas sus acciones a la temperatura genital, subordinada y dependiente de la ¿belleza? masculina.

Desliz o forma de pensar, es apenas una muestra de cómo se sigue considerando a la mujer en el espacio público, incluso en algunas áreas del Estado, pese a las numerosas acciones tomadas para alcanzar una igualdad efectiva.

Lo cierto es que el radicalismo pretende sostenerse como el bastión del republicanismo sin actualizar sus doctrinas ni formas de pensar. Por eso se alejan aliados históricos, como el Socialismo que emitió un duro documento en el que advirtió que no puede sumarse a “espacios conservadores como a los que han sido invitados por la conducción de la UCR que tiene como socios al PRO”.

“Son acuerdos de cúpula, -estos compañeros se han negado a discutir una agenda progresista con nosotros-, y cualquier cosa que hayan discutido está más cerca del armado de una lista que de un programa de Gobierno que le acerque soluciones al pueblo misionero”, dijo Norma Fernández, presidenta del socialismo misionero.

“Somos testigos de la respuesta que la gente, ya ha dado recientemente en otras provincias, Salta, Chaco, ante un armado conservador, no los acompañan con el voto, porque nadie quiere volver a los ´90, con un “achicamiento del Estado”, como lo dijera Macri socio de Sanz, que concibe a la política como un negocio en términos de eficiencia, y no como soluciones de “eficacia” como lo piensa el progresismo”, acusó Fernández.

El mismo concepto había sido expuesto por el gobernador Maurice Closs hace unos días. El mandatario señaló que los triunfos de los gobernadores norteños alineados con la presidenta Cristina Fernández, se debe al éxito de las políticas volcadas hacia esta zona del país en los últimos años, desde obras de infraestructura, recursos y fortalecimiento de políticas sociales. “Los resultados del norte argentino están mostrando lo trascendental que ha sido ella en su gobierno”, indicó y pronosticó los mismos resultados para las elecciones de octubre.

En Misiones, por caso, las políticas sociales encaradas no hubiesen tenido éxito sin la base federal. El mayor desafío planteado por el programa Hambre Cero puede mostrar sus resultados positivos por el despliegue inicial de la Asignación Universal por Hijo, una red de contención que permitió el ataque a fondo de los problemas estructurales de la pobreza. Hoy hay casi once mil chicos recuperados de la desnutrición y el problema ya no se esconde bajo la alfombra, sino que, visibilizado, se redobla la apuesta.

El viernes se firmó el convenio que convertirá a Misiones en la primera provincia en replicar los centros Conin de prevención y recuperación de los desnutridos. El pediatra y especialista Abel Albino, creador de los centros Conin en Mendoza, felicitó al Gobernador misionero por el abordaje integral de la problemática. “Misiones encaró con firmeza la recuperación y prevención nutricional de la niñez como política de Estado, protegiendo a los niños, que son el futuro de un país”, elogió.

Misiones replicará el método Conin con centros de prevención y recuperación focalizados en los casos más complicados. Los resultados quizás no sean visibles en el corto plazo, pero para los chicos beneficiarios, por lo menos tienen un manto protector inédito en la historia y que no encuentra demasiadas réplicas en el país.

 

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