Mano a mano con Rambert: «Tengo en claro mis convicciones, sé lo que quiero»

A los 41 años, Sebastián Pascual Rambert llegó al banco de Crucero del Norte con dos enormes desafíos, uno para el club y otro personal. Por un lado, debe revertir la pobre campaña y rendimiento futbolístico del equipo más novato de los 30 que hoy conforman la Primera División del fútbol argentino.

Evitar lo que hasta ahora es un inexorable rumbo de «colisión» con el descenso generando un cambio fuerte, de mentalidad, actitud y forma de jugar y con los mismos jugadores.

Pero además, debe probarse a sí mismo –y probar al mundo del fútbol- que sus ideas pueden ser llevadas a la práctica, que sus obsesiones como joven entrenador pueden encontrar eco en sus jugadores. En definitiva, debe probar que es capaz de ser un DT de Primera.

Rambert desembarcó en Santa Inés con una idea muy definida, simple, y al mismo tiempo revolucionaria para un club que tiene apenas 12 partidos jugados en la máxima categoría (1 ganado, 4 empatados y el resto perdidos): pensar primer en atacar y luego, resguardar el arco propio. En el primer partido le metieron dos goles en 10 minutos y al final fue 5 a 2 ante Unión de Santa Fe. Pero también es cierto que con apenas unos días de trabajo mostró un equipo con una actitud distinta, que presiona arriba, que llega con varios jugadores al área contraria. Un equipo que también metió 2 goles en un partido (marca indédita para Crucero) y que por un par de minutos estuvo cerca de igualar un partido que iba 3 a 0 abajo.

Rambert parece ser el hombre que Crucero necesita en este momento. Los jugadores parecen entusiasmados con la propuesta. ¿Podrán llevarla a  a los hechos dentro del rectángulo de juego? ¿Podrán ser un equipo compensado defensivamente?

En un mano a mano con Misiones Online el viernes pasado, Pascualito habló de su postura y reconoció que “tengo miedo, pero estoy claro en cuanto a convicción, sé lo que quiero”. También dejó en claro que buscará un “equilibro” entre la postura ofensiva y los cuidados para no volver a tener tantos goles en el arco propio. “Necesitamos mejorar defensivamente”, repitió un par de veces y además, fue uno de los principales puntos en los que trabajó en esta semana que le permitió la suspensión de la fecha.

-¿Qué análisis hiciste del debut ante Unión?

-Nos costó acomodarnos desde lo que pretendíamos en nuestra faz defensiva, se lo atribuimos a que seguramente el mensaje nuestro no se comprendía como pretendíamos. Por un error nuestro, desde nuestra conducción. Y ese poco trabajo terminó generando algunas cosas que no terminaron siendo lo que queríamos dentro del campo de juego, después se acomodó, lo pudimos mejorar con algunos movimientos, a partir de ahí jugamos mucho mejor hasta lo que fue el 3 a 2. A partir de ahí nuevamente volvimos a caer en desgracia con el gol que recibimos. Los últimos dos (goles) se desvirtuó en base a la falta de igualdad en cuanto a los jugadores que había en campo.

-¿Cómo te volviste? ¿Preocupado? ¿Diciendo, hay que corregir esto o aquello?

-Yo creo que enfrentamos a un rival más difícil que la media por encima de otras cosas, agarramos un equipo que, sacando lo que puede ser River, Boca, Independiente o Racing, con jugadores de mucho renombre, por debajo viene Unión que tienen los mejores delanteros de los que hasta ahora va mostrando el torneo.

-En su presentación no quisiste decir mucho tu forma de jugar, pero “hablaste” con tu equipo en cancha. ¿Sos un entrenador audaz, de los que buscan el arco contrario siempre? Definite vos…

-Podemos defendernos, necesitamos defendernos bien, porque seguramente intentaremos atacar bastante dentro de nuestras posibilidades y como siempre decimos, pretendemos jugar de una forma y a veces no se puede jugar como se quiere sino como se puede. Porque el rival hace lo suyo, debemos saber cómo queremos atacar, para eso necesitamos darle mucha importancia a nuestra fase ofensiva, como hacerle daño a un rival. Entendemos que en algún momento cuando empezás a dender te preguntás, ¿cómo hago para atacar? Usamos el método al revés, queremos saber atacar porque defender, tenemos que saber, pero debemos comprender que en algún momento podemos estar perdiendo y tenemos que saber qué debemos hacer en la siguiente etapa del juego.

-¿Qué receptividad tuviste de los jugadores?

-Le damos al jugador todo de nuestra parte, le dedicamos mucho tiempo y trabajo fuera de los horarios de entrenamiento, todo después lo volcamos al jugador para que tenga la información que creemos buena sin que se un exceso o los confunda, damos mucho y exigimos mucho del otro lado.

-Crucero metió dos goles y no lo había hecho en Primera en un mismo partido, y menos de visitante.  Casi levanta un 3 a 0 abajo en una cancha difícil como Unión, estuvo cerca por un par de minutos al menos y en el desarrollo del segundo tiempo…

-Sí, desde lo estadístico, aparte, no quiero caer mucho en eso, sino parece que todo se aboca a esa situación. Se hicieron dos goles, también seguimos teniendo errores que debemos corregir, que nos convierten goles por los costados, debemos trabajar mucho en esas cosas, más allá de nuestra propuesta. Lo bueno en cuanto a lo que aconteció fue que en nuestra primer jugada hubo una demostración de lo que pretendemos y queremos, el que ve la jugada y entiende las intenciones y patrones que tratamos de repetir, intenta ser con muchas combinaciones, pudimos dar vuelta la pelota, en una jugada prácticamente de gol, se ensucia porque termina con un roce de Ariel (Cólzera) donde le queda la pelota en un rebote, fue nuestra primera jugada y demostramos cual es nuestra intención.

-¿Y las cosas a mejorar…?

-Necesitamos mejorar defensivamente, no nos podemos quedar con cinco minutos, el partido no encierra un análisis por cinco minutos, es irreal, el partido comienza cuando se rompe por el primer gol de Unión y ahí debemos empezar a ver cómo resolvemos las situaciones, tuvimos baches de mucho desacople de situaciones del campo, necesitamos una disciplina pero no desde la conducta sino la disciplina táctica, porque la disciplina por encima del orden es más rigurosa. Más si pretendemos ser un equipo ofensivo, no tenemos miedo de que por momento podamos llegar a quedar expuestos, si necesitamos saber cuál es la solución para el problema.

-Es un poco cambiar el “chip”, Crucero estaba muy amarrado a la tarea defensiva, a veces incluso contra la voluntad del entrenador (Gabriel Schurrer), como una actitud inconciente de los jugadores….

-Si, el cambio de “chip” sucede no tanto por la idea que puede llegar a tener un jugador o no sino porque dentro del campo, las variantes son infinitas o son muchas y quizás Gabriel tenía como concepto básicos otras que para nosotros son diferentes, en algunos puntos si puede darse ellos tenían un concepto que ahora queremos cambiar y pedirles otras cosas. Entendemos que tenemos dos situaciones (defensivas) muy puntales que corregir y corregir las dos juntas es muy difícil, porque las situaciones confunden.

-Explicame el ejercicio que estaban haciendo hace un rato marcando la cancha con las líneas. ¿Qué buscas?

-En realidad busco…habla mucho de la táctica y la estrategia que tenemos para defender, no me gustaría ahondar en eso, podrían decir quieren defenderse así…. Lo que buscamos en forma general es trabajar defensivamente sabiendo lo que hace el compañero, y que todos podamos hacerlo al unísono lo mismo, que tengamos un mismo orden de lo que queremos para defender.

-¿Cómo evaluás el plantel?

-Empiezan a ver mejoras importantes de lo que queremos a nivel colectivo, del conocimiento de lo que pretendemos, sabemos que en algunos puntos el tiempo no nos da, el avance es paulatino, se necesita insistir. Hay un interés grande desde lo que proponemos por aprenderlo y entenderlo rápido y eso es importante. Quizás el resultado del otro día haya generado desconfianza.

-¿Aceptás que otros entrenadores en tu lugar son más cautelosos?

-Es que yo intento eso, no es que no lo intento.

-No sos temoroso o tibio en la propuesta….

-Uno tiene miedo, estoy claro en cuanto a convicción, se lo que quiero, porque la realidad es que este tiempo fuera me dio en el análisis la convicción de saber qué es lo que quiero cuando estoy adentro. Muchas veces el estar adentro genera desconfianza en uno mismo situaciones o resultados, a partir de ahí lo que uno debe tener claro es qué quiere hacer y como lo quiere hacer sino empieza a pegar volantazos de un lado hasta el otro, yo quiero un equipo equilibrado  porque es en lo que más creo y entiendo que el equilibrio no lo hace el aspecto defensivo, el esfuerzo que un jugador debe realizar 50 metros para llegar a un área porque un compañero está por tirar el centro es el mismo cuando tiene que correr 50 metros para atrás para salvar un gol, tiene más aceptación que sean 50 para atrás que 50 para delante.

-¿Te vino bien el parate o querías volver ya a cancha y tener tu revancha rápido de lo que pasó ante Unión?

-Tenía ganas de poder jugar, siendo objetivo, una semana más de trabajo para nosotros es importante.

Sebastián Pascual Rambert, DT de Crucero del Norte

Rambert
Pascualito impuso un ritmo intenso, con prácticas que a veces duran tres horas. Con mucha arenga, aliento e ida y vuelta DT-jugador. El plantel parece enchufado y conciente de que puede generar un cambio en la cancha. «Admito que el resultado del otro día puede generar desconfianza», confesó Rambert.

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