Reflexión del pastor Decena: Preocupados y ocupados

La Palabra de Dios nos enseña que no debemos preocuparnos, sino solamente por el Reino de Dios y en establecer la paz con Él. Debemos «buscar» intensamente las cosas del reino de Dios y todo lo demás será provisto por el Señor.

 

 

 

 

Mateo 5:6  Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

 

Desde el comienzo de la civilización humana hubo dos cosas que preocupaban: el agua y la comida. Por esto se establecían a la orilla de los lagos, ríos y arroyos, además de lugares donde había fácil acceso a la caza y a la pesca, o sea a la comida.

 

Dios nos creó para Él con perfecta bienaventuranza o sea perfecta felicidad, y es por ello que deberíamos anhelar, ese estado, estar en correcta relación con Dios,  tanto como anhelamos lo más esencial para la vida. La justicia de Dios es estar en perfecta armonía con Él, que nos declare justos y que no haya nada que nos separe de Él.

 

Jesús describe cierta clase de gente, una persona que ha hecho las paces con Dios. Dar a  los hombres paz con Dios, es lo que vino a traer Jesús!

 

Tener hambre y sed significa estar intensamente preocupado por algo, tener deseo ferviente, desear inten­samente, anhelar, añorar, o apetecer.

 

Tener hambre y sed de justicia sig­nifica desear intensamente hacer toda la voluntad de Dios, de obtener el perdón de Dios, de ser transformados en la imagen de Cristo, de ser edificados en la fe, y de poder ganar muchas almas para Cristo.

 

Mateo 3:15, aunque Jesús no tenía pecado, quería ser bautizado: «Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia».

 

Conviene cumplir la justicia es hacer lo que es justo para Dios, es obe­decer los mandamientos del Señor.

 

Mateo 6:24-34  «No os afanéis por vuestra vida… Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas».

 

En este pasaje Jesús nos enseña de que no debemos preocuparnos, y además nos enseña a preocuparnos por el Reino de Dios y establecer la paz con Él. Debemos «buscar» intensamente las cosas del reino de Dios y todo lo demás será provisto por el Señor.

 

El rey David lo describe de esta manera:

 

Salmos 42:1-2 «Como el ciervo brama por las corrien­tes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía»;

 

¿DE QUE COSAS ESTAN PREOCUPADAS LA MAYORIA  DE LAS PERSONAS?

 

Evidentemente hay mucha preocupación por las cosas materiales.

 

1° Timoteo 6:9 «los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias ne­cias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición».

 

También hay preocupación por el poder  político, pero Jesús rechazó toda pretensión de poder terrenal.  Juan 6:15 «iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey», porque tenían  «hambre y sed» de ser libe­rados de los romanos.

 

Panes y peces. Juan 6:26, «me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os sacias­teis».

 

La mayoría de la gente hoy en día tiene preocupación  de las mismas cosas: toda clase de cosas materiales, placeres, y poder (político, comercial, etcétera).

 

Un funcionario de Etiopia tenía hambre y sed de Justicia.   Este hombre es un ejemplo muy bueno de tener hambre y sed de justicia. «Había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías».

 

Cuando el  Etíope oyó el evange­lio, dijo, «Aquí hay agua, ¿qué impide que yo sea bautizado?» e inmediatamente obedeció, Hechos 8:35-39.

 

Este demostró mucha hambre y sed de justicia, oyendo el evangelio, arrepintiéndose de sus pecados, confesando a Cristo, y siendo bautizados sin demorar.

 

 

 

«PORQUE ELLOS SERAN SACIADOS», Mateo 7:7-11.

 

Dios se complace en saciar al ser humano que le busca, y siempre nos desafía a buscarlo y nos promete bendecirnos.

 

Mateo 7:7  PEDID, Y SE OS DARÁ; BUSCAD, Y HALLARÉIS; LLAMAD, Y SE OS ABRIRÁ.

 

(7:8)  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

 

(7:9)  ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

 

(7:10)  ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

 

(7:11)  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

 

Eso es lo que nos enseña la Palabra de Dios, si nos preocupamos por las cosas del reino de Dios y vivimos una vida de comunión con ÉL,  todo lo demás será provisto por el Señor para nuestras vidas.

 

Que tengan una semana de bendición y de victoria!

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

 

Prédicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de www.centrofamiliarcristanoweb.org

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas