El drama de una misionera reflejado por la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia

Durante la semana concurrió a la Agencia Territorial de Acceso a la Justicia (ATAJO) una mujer de 29 años de edad, madre de 5 hijos, con los cuales no tienen contacto, en algunos casos, desde hace 12 años. Las situaciones de violencia de género por las que ha atravesado la mujer se remontan a su adolescencia en Puerto Rico, Misiones, de donde es oriunda. La mujer refirió haberse criado con su madre, su violento padrastro y sus hermanos. La mujer, que fue madre adolescente, narró que a partir de su situación de embarazo es cuando la violencia intrafamiliar comenzó a manifestarse. Su familia, una vez anoticiada de su gravidez, le prohibió todo contacto con su pareja, también de la localidad de Puerto Rico. La joven debió atravesar un embarazo complicado dadas las reiteradas situaciones de violencia psicológica que ejercía su padrastro hacia ella.

A los pocos meses de edad de su hija, la madre de la joven le ofreció la posibilidad de trasladarse a Tandil, en el interior de la provincia de Buenos Aires, para trabajar en el domicilio particular de un lejano familiar, que le ofrecía un lugar a ella y a su pequeña hija. La joven vio allí la posibilidad de un cambio en su vida, y aceptó la invitación, confiando en su madre. Al llegar a Tandil, sin embargo, comenzó un calvario todavía mayor. La familia que se había ofrecido a brindarles ayuda, no existía.  Su “nueva” vida consistiría en pasar 8 meses privada de su libertad en una casa habitada por dos hombres, quienes en reiteradas oportunidades abusaron sexualmente de ella, en ocasiones frente a su hija. Durante el encierro, y producto de los abusos, la mujer quedó nuevamente embarazada de su segundo hijo. Al dar cuenta de los primeros síntomas de embarazo, no obstante, su extrema situación empezó a mejorar: podía salir de casa y hasta se convirtió en “esposa” del captor que la había embarazado. Los malos tratos físicos disminuyeron y la mujer fue “premiada” con mejor comida.

En su afán de salir de esta situación, durante alguna de sus salidas por el barrio la mujer conoció a una vecina con la cual rápidamente entró en confianza y la refirió su situación. La nueva amiga prometió ayudarla y hasta le dio cobijo en su casa, periodo en el cual dio a luz a su segundo hijo. Tanto se comprometió la nueva amiga, que se puso en contacto con la madre de la joven, en Misiones, quien viajó a Tandil. Sin embargo, cuando se encontraron, la madre, en vez contenerla y darle alivio ante la situación que había atravesado su hija, la maltrató y la derivó a un juzgado, donde sin ningún tipo de asesoramiento, y bajo engaños, dio a su segundo hijo en adopción.

Luego de ese trámite, la joven volvió a Puerto Rico, en Misiones, junto a su primera hija y su madre. A partir de allí, lejos de poder romper con el círculo de violencia, el mismo comienzo a replicarse en cada una de sus relaciones de pareja. Itinerante entre Buenos Aires y Misiones, la mujer tuvo otros tres hijos.

Actualmente, la joven no tiene contacto con su primera hija, quien está con la familia paterna. Su tercer hijo también fue dado en adopción. Respecto de los dos últimos, el varón de 6 se encuentra en la localidad de Santa Rita de Misiones, en Paraguay, desde enero pasado, al cuidado de una abuela paterna, con la cual ha perdido comunicación en las últimas semanas. Su hija más pequeña, de 3 años, está junto con su padre (su ex marido) y su abuela.

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