Joelison Fernandes da Silva, un brasileño de 28 años y 2,34 metros de altura, y Evem Medeiros, de 21 y 1,52 metros, se conocieron por Facebook y ahora quieren tener familia.
Joelison Fernandes da Silva, brasileño de 28 años, desarrolló gigantismo durante su infancia, y su rápido crecimiento le obligó a abandonar la escuela, ya que se negaba a salir de casa debido a las burlas que recibía de sus compañeros. Pero tras una vida difícil, la felicidad ha llegado a su vida gracias a Evem, una estilista a la que conoció a través de Facebook.
Cuando era un bebé, la madre de Joelison, Ivanilde Fernandes da Silva, se dio cuenta de que algo no iba bien, a su hijo no dejaban de crecerle los pies y constantemente tenía que comprarle zapatos nuevos. Aunque en un principio los médicos aconsejaron a la familia esperar a ver si el joven dejaba de crecer, según se acercaba a la edad adulta descubrieron que tenía tumor benigno en la glándula pituitaria. Este tumor estaba obligando a su cuerpo a producir cantidades descontroladas de la hormona del crecimiento, y tras operarse, sabiendo que si no lo hacía a la larga podría ser mortal, pasó meses recuperándose en el hospital.
Gracias a su gran altura, que le coloca como el tercer hombre más alto del mundo, Joelison se ha convertido en toda una celebridad en su país. Pronto comenzó a tener numerosos seguidores en su perfil de Facebook, hasta que un día, Evem, decidió contactar con él y felicitarle por su cumpleaños. A partir de ahí, se intecambiaron los números de teléfono y dos meses después comenzaron una relación.
«La primera vez que la vi fue amor a primera vista», declara Joelison. «Pensé que todo en ella era hermoso, sobre todo sus ojos». La altura de ella, 1 metro y 52 centímetros, no ha supuesto ningún impedimento a su amor, a pesar de los 2 metros y 34 centímetros de él. Joelison reconoce que al principio temió que la relación no funcionase, pero que «quería estar con ella todo el tiempo. No importaba su tamaño». Un año después se casaron y ahora tienen la ilusión de crear una familia.
A pesar de su deseo, la pareja aún se tiene que enfrentar a otro reto más. La joven Evem tiene ovarios poliquísticos, y asegura que, debido a esta enfermedad, hay meses en los que no ovula. «Me he hecho exámenes, y sé que mi dolencia hace que sea más difícil quedarme embarazada». Incluso así la pareja no renunciará a ninguno de sus sueños, entre los que se encuentra también viajar al extranjero.
