«Una doliente y viviente realidad»
El psicólogo Bulcouf -con 33 años de trabajo en el Poder Judicial de la Nación- dijo que una persona que sufre de crisis doméstica accede a un sistema judicial que le resulta totalmente ajeno e inmanejable, tiene que hacerlo con un abogado pero a veces están en crisis tal que no puede, aunque la demandante sea abogada porque al estar muy afectada su intervención podría ser perjudicial para sí misma.
Para los casos, según su punto de vista no llama víctima, sino afectada por la problemática, si bien en sí es víctima el hecho de permanecer con esa denominación podrá ser un etiquetamiento de una persona que queda catalogada como víctima y le será un poco difícil salir de esa categoría, es mejor hablar de afectados, aunque en algunas cosas son discutibles y en otros hechos son flagrantes.
El psicólogo judicial señaló que “esta problemática de la violencia familiar es tan compleja que es bastante inabordable en sí misma, no existe una manera única de abordarla y exige la colaboración de distintas disciplinas, pero por otro lado es un problema difícil de manejar y desborda cualquier situación, muestra mucho la conflictividad humana en sí misma, cómo hacemos para meter un ser humano en un código procesal porque es una letra y la violencia familiar y de género es una doliente y viviente realidad que es muy difícil absorber y tomar a través de lo que está codificado”.
“Todos estamos aprendiendo a trabajar en la insuficiencia incluso en nuestro propio pensamiento y formación y así se abre un camino para trabajar en conjunto con otros”, agregó.
Los jueces tienen que tomar decisiones pero sirven para ese momento, con suerte, pero la cosa continúa, observó.
La asimetría del poder y el privilegio masculino, una realidad que “duele” y sigue existiendo
El psicólogo señaló que hay “una realidad que nos guste o no sigue existiendo, tanto a nivel sociocultural, político, económico, como vincular y es que la asimetría del poder y el privilegio masculino siguen existiendo, nos duela o no es así por más avance que haya habido, por más cuestionamiento y redistribución de roles y recursos, por más rebalanceo si se quiere de las posiciones sociales, en los hechos esta asimetría de poder y privilegio producto del desarrollo cultural antiquísimo que tiene que ver con el patriarcado y el machismo, ese repertorio de imágenes que de alguna manera se retroalimenta y transmite no solo por vía de los padres y demás integrantes de las familias, con sus variantes culturales y sus costados idiosincráticos no es lo mismo acá o 100 kilómetros más allá pero en el trasfondo sigue existiendo y si lo negamos ya empezamos a errar, basta ver las estadísticas laborales, empleo, de ganancias, de distribución de los cargos de poder, de esta mesa, basta ver lo que ustedes quieran ver eso sigue existiendo”..
El circulo de la violencia sigue vigente, afirmó el profesional de la Corte, «no esta de moda pero esta en plena actividad, la mayoría son mujeres, es un circuito repetitivo en el cual el mismo proceso se repite una y otra vez, en el cual hay una etapa de buen vínculo, enamoramiento, armonía aparente hasta que pasa algo, involucra a la mujer en el 85 de los casos, el resto son ancianos y niños y sólo un 2 por ciento de los varones, discúlpenme los compañeros varones pero le vamos a descartar (en esa charla) a a los varones al menos como víctimas, no en otros roles”.
Recordó que ese circuito «se dispara cuando la persona habitualmente sometida hace algo que enoja, asusta, algo que molesta en realidad, hace fantasear con la impoetencia del sometedor y allí sobreviene el maltrato, cuanto más se repite el circuito de la violencia las agresiones son más severas».
Lo íntimo, lo público y lo privado
Son tres tiempos de una persona que se debate ante sus problemas acuciantes, y que no podrá ser tratado desde una sola disciplina, indicó el psicólogo judicial.
Señaló que la persona que tiene problemas de violencia familiar o de género llega a la justicia “ desbordada y busca una contención”, y hay que escucharla, en su vida tiene “un, antes, durante y después, son tres espacios: íntimo, público y privado de los afectados”.
Al llegar al espacio público trae su intimidad y la arroja ante los operadores institucionales, lo que era íntimo en su vida está ahora “a la vista de otros”, y “esto es una desgracia para esa gente”, agregó.
Lo privado sería el tercer momento, en el cual la persona salió del estrado, sentencia o no, su exposición pública, y «vuelve a su casa y no puede ser la misma, algo se elaboró en ese recorrido, algo se le incorporó o se sacó encima», dijo.
No existe la multidisciplina sino la interdisciplina
Otra cuestión que aseguró Bulcourf, en el Poder judicial tampoco existe la multidisciplina, también quiso aclarar que en ese ámbito “no existe o está prohibida la trasdisciplina explícitamente, sí podemos decir que empieza a ver experiencias muy enriquecedoras y de las cuales participa, de interdisciplina en algunos aspectos, momentos procesales o espacios judiciales se admite o convoca y se trabaja en forma interdisciplinaria, agregó, es decir algo de lo que piensa algún profesional que no es de derecho circula junto con otros discursos y de alguna manera incide o influye en la toma de decisiones y en la forma de administrar los casos que llegan a los estrados”.
Presentación de la jornada judicial en la Universidad Gastón Dachary en Posadas. (Audios Misiones on Line).
Psicólogo Fernando Bulcourf (primera parte): La asimetría del poder y el privilegio masculino, una realidad que duele y sigue existiendo».
Psicólogo Fernando Bulcourf II parte: Lo íntimo, lo público y lo privado, espacios presentes en la problemática de la violencia de género.
Psicólogo Fernando Bulcourf III parte: «Hay personas que llegan acorraladas, con miedo a ofender a aquellas que la quieren matar».
Psicólogo Fernando Bulcourf IV parte.
Psicólogo Fernando Bulcourf V parte.
Psicólogo Fernando Bulcourf VI parte. «El círculo de la violencia está en plena actividad y afecta al 85 % de las mujeres».
Psicólogo Fernando Bulcourf VII parte.
Psicólogo Fernando Bulcourf VIII parte.
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