El intendente Pablo Castro abandonó el edificio municipal en la tarde del jueves, cumpliendo lo ordenado por el juez de Instrucción N° 7 Carlos Giménez, pero automáticamente vecinos de Santa Ana salieron a manifestarse a favor del desplazado jefe comunal al que le aprobaron la renuncia hace una semana. Se vivieron momentos de extrema tensión con manifestantes que amenazaban con prender fuego la Municipalidad y que después atacaron al subsecretario de Gobierno, Ricardo Wellbach, quien intentó encontrar un punto de conciliación.
Le rompieron y dieron vuelta su camioneta y solo la Policía impidió que la incendien.
La decisión del juez Giménez se tomó hasta tanto se resuelva el conflicto de fondo, que es quien debe quedarse a cargo del municipio. Hace una semana el Concejo Deliberante de la localidad aprobó una renuncia que Pablo Castro asegura no haber firmado. Denunció la falsificación de su firma y robo del sello. Para resistir en el cargo, desde el jueves de la semana pasada se atrincheró en el edificio municipal y afuera se montó una guardia policial “para resguardar los bienes”, según indicaron desde la Provincia.
Pablo Castro planteó un conflicto de poderes que deberá ser resuelto por el Superior Tribunal de Justicia. Esta semana en tanto, el ministro de Gobierno, Jorge Franco, convocó a Castro y a Aníbal Clos, el concejal que espera asumir el cargo, para intentar una salida política al conflicto.
