Caso Ramona Gauto: el cúmulo de pruebas lleva a De Jesús a una dura pena

El juicio por el femicidio de Ramona Gauto entró en su etapa definitiva. Hoy se escucharán los alegatos y después se dará a conocer el fallo sobre el único imputado, el ex esposo de la mujer, Jorge Alberto De Jesús. De acuerdo a varios expertos penalistas a los que Misiones On Line consultó, en base a lo ocurrido en el juicio, la pena debería ser severísima y podría ser de cadena perpetua.
Indicaron que está acreditado que De Jesús ejercía la violencia sobre Gauto, pero también sobre su pareja en el momento del crimen. Ambas eran víctimas de violencia física, psíquica y económica y las dos hicieron denuncias con fotos inclusive.
Las pericias en el departamento y en el cuerpo de la mujer también son contundentes con la marca de la zapatilla como prueba central. Todo indica que, de ser condenado, De Jesús recibiría una pena a perpetua.
Ayer fue el último día de las testimoniales. En el subsuelo del Palacio de Justicia desfilaron los últimos testigos citados por el Tribunal Penal Dos, que juzga al único imputado: Jorge Alberto De Jesús (42). Hoy se escucharán los alegatos y el fallo.
El primero en pasar ante los magistrados Marcela Leiva, Marcelo Cardozo y Roque González fue el instructor de artes marciales Jorge Carballo, quien entrenaba al imputado. Su relato tenía relevancia porque se quería determinar la habilidad del acusado para los golpes.
Carballo dijo que De Jesús practicó desde chico, pero no era muy constante, aunque siempre intentaba ayudar e incluso mandó al tiempo a uno de sus hijos.
“No era experto”, sostuvo el testigo. Y añadió que el cinturón negro que le dieron era “honorífico”, por su colaboración con el instituto en donde enseñaba. A su vez confió que un hijo del imputado entrena más frecuentemente sin precisar quien.
Después declaró Juan Carlos Amarilla, vecino de la víctima y su presunto victimario en el barrio Santa Rita. El muchacho declaró que Gauto y su entonces pareja De Jesús a veces peleaban, pero que a ella nunca le vio con algún ojo morado o signo de violencia, aunque al hombre sí.
Tras cartón compareció María de los Ángeles Alegre, vecina de Emiliano, hijo mayor del acusado. Ella dijo que él día del crimen (29 de mayo de 2010), el joven fue a buscar unas llaves a su casa y ella estaba tomando mate con su madre. Esto tiene que ver con un dato clave: saber si la tarde en la que hallaron muerta a Ramona quienes la encontraron fueron al mismo tiempo el imputado y sus dos hijos cuando entraron al departamento con las llaves de Emiliano (tal como lo asegura él) o con un juego que supuestamente tenía De Jesús.
Luego llegó otro testimonio esperado, el de Mónica Buch, ex mujer de De Jesús y madre de Emiliano. Ella ratificó que el día del crimen, el joven fue hasta la casa donde viven ambos a buscar las llaves del departamento de Gauto. El muchacho había explicado que tomó esa decisión porque Ramona (a quien tenía que acompañar a hacer unas compras) no respondía a sus llamados y él tenía un juego de llaves porque a veces se quedaba en el departamento, sobre todo cuando sus actividades escolares requerían que permaneciera en el centro.
Precisó que estuvieron juntos siete años y para cuando sucedió el femicidio hacía mucho que se habían separado. Emiliano le comunicó del hecho más tarde y ella se trasladó hasta el centro porque no sabía bien dónde quedaba la casa de la comerciante. Como era un departamento céntrico y se había generado revuelo, supo llegar por ayuda del taxista que la trasladó y que le confió donde había pasado algo malo.

Monica Buch

La mujer contó que llegó hasta el departamento de Ramona y vio destrozados a su hijo y su hermanastro (hijo de Gauto). Ambos estaban llorando y muy mal por la situación. Después no pudo aportar mayores datos.

Un testigo novedoso
Ayer apareció el testimonio de un joven de nombre Gabriel Álvez, quien intentó introducir a otra persona como sospechosa. Dijo que conocía a un tal Jorge, alias “Alita” (no se refería a De Jesús), y que al mismo tiempo del femicidio de la comerciante vio una situación particular.
Dijo que su conocido delinquía y una vez lo contactó cerca de su vivienda, ubicada por calle Padre Serrano. Ese día, cuando charlaban, apareció un automóvil blanco marca VW Fox y desde el interior le dijeron al tal “Alita” que ya tenían la llave del departamento y se lo llevaron.
Pese a que en la etapa de instrucción Alvez dijo haber escuchado que se referían a las llaves de “la panadera” (por Gauto), hoy el testigo no recordó esa cuestión.
Otro testigo en comparecer fue Cristian La Fuente, ex empleado de Jorge De Jesús y Ramona Gauto, en la época que tenían el comercio en Santa Rita. El muchacho aseguró que las peleas o más bien discusiones existieron entre ambos y eran frecuentes aunque nunca vio más allá de un exabrupto verbal. Sin embargo, en algunas ocasiones ambos presentaban algunas lesiones y, por comentarios de los otros empleados, oyó que se pegaban. Pero él particularmente no vio nunca esa situación.
Además pasaron por el estrado Manuel Galeano, abogado, y Pedro Frías, licenciado en Psicología que presta servicios en la clínica San Miguel, donde Ramona estuvo internada.
El profesional confirmó esa situación dada el 18 de marzo de 2009 y dijo que se debió a una crisis de angustia y ansiedad, aparentemente generada por una mala relación con su pareja, sobrecarga laboral y un grado elevado de autoexigencia.
No supo dar detalles ni en la declaración ni en el informe que hizo en su momento de por qué Ramona consideraba que tenía una mala relación con su esposo pero sí consta en el certificado que tenía miedo por su integridad física y la de su hijo. Abundando en encontrar más detalles, los intentos de los jueces fueron en vano porque el testigo no recordaba.
En el otro caso se trata de un abogado que fue citado como padre de un compañero del hijo de De Jesús en la práctica de artes marciales. El letrado confirmó que el imputado colaboraba con la escuela y que una vez en lo puntual hizo la logística para ir a un torneo en Paraguay pero que él no acompañó a su hijo. Sí supo por él que también le dieron un trofeo a De Jesús, pero más que nada para tapar una mala organización en donde casi no hubo competidores y los que habían ido desde Posadas prácticamente no habían podido actuar.

 

El cierre de las testimoniales

 

Ese fue el cierre de las testimoniales y todo indica que hoy se  sabrá la sentencia. Previamente habrá tiempo para los alegatos. Primero será el fiscal Rolando Alberto Oliva y luego de la defensa, en manos de los abogados Contristano y Rey. Antes de que los jueces pasen a deliberar para dictar sentencia, el imputado podrá hacer uso o no de su derecho de declarar. Como no lo hizo anteriormente al inicio del debate, se piensa que mantendrá esa postura, aunque la defensa dejó abierta la posibilidad y mañana se despejarán todas las dudas. La actividad está prevista para las 7.30 y si todo va de acuerdo a lo previsto, a media mañana puede saberse la resolución de uno de los casos más terribles en los últimos años en la provincia de Misiones, puntualmente en la ciudad capital.

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