Iván Elizaincin: “Hay que nutrirse de todo, pero siempre velando por lo nuestro”


El músico misionero, Iván Elizaincin se fue a Buenos Aires con la guitarra “bajo el brazo” a estudiar música y convertirla en una profesión. Hoy afirma que para enriquecer el conocimiento musical es necesario escuchar y nutrirse de todo pero siempre velando por “lo nuestro”: la música del litoral.

elian 2

Hijo de un veterinario y una odontóloga, y con una de sus abuelas como único antecesor en la música, Iván se sintió atraído por “el arte de las musas” desde muy pequeño, cuando escuchaba los ritmos del folclore litoraleño y las obras de Ramón Ayala. “Empecé escuchando folclore, a Ramón Ayala; a los 10 años empecé a tocar la guitarra pero rock, hasta que un día, a los 16, estaba en casa y volví a escuchar un concierto de Ramón. Y escuché “Canto del Río Uruguay” y me emocioné, volví a la infancia en un sentido, fue como un retorno”, relató en una entrevista exclusiva con Misiones Online.
Más adelante, según contó, tuvo la suerte de conocerlo y la oportunidad de una amistad muy grande con “el Mensú”. “Lo conocí en uno de sus conciertos y me acerqué a hablarle. Después cuando me fui a Buenos Aires lo contacté. Ramón vio todo mi proceso, toda mi evolución”, dijo.
Relató que al principio a su familia le costó aceptar que se quería dedicar a la música, pero que luego fueron entendiendo, cuando vieron la cantidad de horas que le dedicaba. “Ahora sí están contentos porque fueron viendo los frutos del esfuerzo y la sensibilidad –la capacidad de ver más allá- que uno va desarrollando junto con el intelecto. Con el estudio uno va desarrollando esa parte intelectual que te ayuda a acompañar lo otro, la intuición. A veces es difícil encontrar el equilibrio entre la intuición y el intelecto, pero ese es el trabajo del músico”.
Para el joven, la música es “un lenguaje con el que uno transmite las cosas que no se pueden decir con palabras y significa casi todo, porque uno se envuelve de la música y ella también se envuelve, y hay una suerte comunión”. Además destacó que desde su punto de vista lo más importante en la relación con la música es la amplitud: “Porque si sólo se enfoca en la guitarra, es una parte de la relación, pero también está el piano, el canto, la composición. Hay que ir enriqueciendo desde muchos lugares y escuchar todo, nutrirse de todo pero velar por lo nuestro, como dice Ramón”.
En ese sentido consideró que cualquier elemento que se tome de afuera, debe ser con el fin de “hacerlo nuestro”. “Embellecerlo y levantarlo a la altura de todas las músicas del mundo, no cambiarla por otra aunque te guste. Por ejemplo, a mí me encanta el jazz, pero no voy a dedicarme a eso, sí tomar de sus elementos”, explicó y agregó: “En Buenos Aires se escucha mucho el tango y la zamba, la chacarera, a mí me gusta eso pero yo hago música del litoral, y no hay muchos que se dediquen a eso de manera criteriosa. El impacto que tiene, por ejemplo cuando uno toca el gualambao, es grande porque la gente no conoce y le encanta la cadencia que tiene y las diferentes melodías que tienen esa impronta rítmica”.
Por último reveló que entre sus próximos proyectos se dedicará, junto a Ramón Ayala, a la composición de un gualambao sinfónico que tendrá además un vuelo más contemporáneo, basado en sus estudios en la Universidad Nacional de las Artes, y en la organización de un concierto para su siguiente visita a Posadas.

MO-EP

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas