Ramiro González, la historia del misionero que sueña con triunfar en River, ya lo becaron y se queda definitivamente a estudiar y jugar en Núñez

De una familia trabajadora, en la actualidad residente en la chacra 181 por la zona de Urquiza y San Martín pero con pasado reciente por el barrio A4 de Posadas. Su padre Héctor González y Erika Pintos, lo ven como un sueño de que su hijo llegue a un club tan grande. No por eso no sienten que van a extrañarlo mucho pero siempre acompañando en ese nuevo paso en su vida.

 

Ramiro jugó desde los 5 años en Jorge Gibson Brown y allí fue mostrando sus condiciones. Creciendo en el tiempo e incluso atravesando momentos complicados. Es que hace un tiempo le habían diagnosticado problemas en la rodilla pero su fortaleza lo llevo a superar esos escollos. Que en definitiva no eran tales, según confió Matías Suirezs, entrenador de la categoría 2002 del Verdirrojo.

 

Salvando las distancias, Suirezs lo calificó de un jugador con características muy similares a la de Ángel Di María. Es que “Rami”, también es zurdo, rápido, alto y de unas condiciones físicas envidiables para su edad. A lo que le agrega buena pegada, sobre todo en los tiros libres. Una verdadera joyita.

 

Volviendo al entorno familiar, Ramiro tiene un hermano de 5 meses, Joaquín, que lógicamente no tomará ahora la magnitud de lo que consigue, pero sí verá con orgullo más adelante lo que su hermano mayor está logrando.

 

En cuanto a logros, hablamos de ser becado totalmente por River Plate para continuar sus estudios en el Instituto que tiene el club de Núñez, además de entrenar y ser parte de la categoría 2002 o novena como se le dice en Buenos Aires.

 

La primera prueba de Ramiro y esa primera impresión en River se dio en Posadas. Allá por el mes de octubre de 2014, cuando en el club de Camioneros se hizo un interesante reclutamiento de jóvenes valores con gente especializada del Millo y organizada por el ex jugador misionero de Mitre Antonio Vidal González.

 

Fueron pocos los seleccionados entre miles de chicos y a los profesores no se les escapó la habilidad de Ramiro. Llegaría el turno en diciembre de revalidar la cuestión, ya en Buenos Aires. Como ese tramo y el de febrero otro llamado,  el posadeño siguió convenciendo a los entrenadores Millonarios hasta quedar definitivamente. La confirmación fue hace apenas unos días.

 

Misiones Online dialogó con su padre, Héctor González, quien se mostró orgulloso de su hijo. Dijo que va a continuar estudiando en Buenos Aires, el primer año de secundaria tras concluir la primaria el año paso en la escuela nº43 de la capital misionera.

 

Actualmente están en Buenos Aires  recorriendo todo el mundo River. Después vendrá la etapa más dura, cuando Ramiro se quede solamente con sus compañeros y sin sus familiares en la inmensa ciudad pero con un objetivo claro, cumplir el sueño de jugar en uno de los clubes más grandes de la Argentina y Sudamérica y por que no del mundo. Es un privilegio que no lo tienen muchos y es cuestión de aprovechar la gran oportunidad.

Fotos: Facebook de Ramiro González

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