Hay 30 mil hectáreas de bosque quemadas y cinco focos activos por los incendios forestales en Chubut

Los cinco incendios que se mantenían activos en la cordillera chubutense devastaron cerca de 30.000 hectáreas de bosque andino-patagónico conformado por especies de cipreces, ñires, coihues, radales, alerces, arrayanes y vegetación arbustiva.
El más importante y que continúa sin control es el que se declaró sobre una de las cabeceras del lago Cholila y avanza en dirección sur hacia el Parque Nacional Los Alerces, del que se encuentra a unos cuatro kilómetros.
El último informe técnico al que tuvo acceso ayer Télam hacía una estimación de 19.500 hectáreas afectadas por las llamas, pero el director de Defensa Civil del Chubut, Evaristo Melo, calculó que «ahí se llevan consumidas más de 20.000».
Sobre este frente trabajan 165 efectivos de distintas reparticiones y se espera el arribo de personal de las fuerzas armadas estacionadas en Bahía Blanca, según anunció ayer el jefe de Gabinete nacional, Aníbal Fernández, que sobrevoló la zona afectada acompañado por el gobernador Martín Buzzi.
El otro incendio de magnitud que también está fuera de control es en la zona de «El Turbio», en proximidades del lago Epuyén, donde se consumieron alrededor de 8.000 hectáreas y que avanza sin control pues se localiza en una zona inaccesible por medios terrestres.
Otro foco que se mantiene activo pero se logró detener su avance es el del cordón Currumahuida, ubicado entre El Hoyo y Lago Puelo, que había consumido el mes pasado 850 hectáreas a las que hay que sumarle las 50 que se quemaron desde la madrugada del sábado, cuando ese mismo incendio se reavivó.
Sobre este frente se afectaron brigadistas que están llegando a la zona del combate con helicópteros del Ejército Argentino y de la Gendarmería Nacional afectados al programa de control de incendios del plan nacional de manejo del fuego, más dos aviones hidrantes que operan desde el aeropuerto rionegrino de El Bolsón.
«Es un rescoldo el que reavivó las llamas pero hay que trabajar activamente ahora para eliminar al menos uno de los focos definitivamente» explicó a Télam esta mañana Horacio Sayuhueque, jefe de operaciones del servicio de manejo del fuego mientras organizaba las cuadrillas que subían a los aparatos que utilizaron la cancha de fútbol municipal como improvisado helipuerto.

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La estimación de los casi 30.000 hectáreas no tiene en cuenta otros dos incendios de magnitud, sobre los que no se tienen estimaciones.
Uno de ellos es el declarado en proximidades de Río Pico, cerca de la frontera con Chile, al que solo se puede acceder de a caballo, lo que hace imposible el despliegue de recursos.
Y el restante incendio, que fue controlado y se trabaja en su extinción es el que se declaró ayer en la cabecera de Lago Puelo, que puso en vilo a la población homónima ya que alcanzó el barrio «Villa del lago» aunque no se reportaron heridos ni daños materiales de consideración.
«El incendio de Lago Puelo está controlado pero no extinguido, pues aún se trabaja en los focos activos que puedan haber y los bomberos están en plena guardia de ceniza» aclararon en Defensa Civil.
El gobernador del Chubut, Martín Buzzi, valoró esta mañana el trabajo de los brigadistas que «gracias a su enorme esfuerzo impidieron que se quemen casas u otras estructuras y lo más importante, que no hay daños personales».
Para Martín Buzzi «no hay ninguna duda que varios de estos incendios son intencionales y están vinculadas con el negocio inmobiliario porque los propietarios de tierras quieren lotear para construir y como no lo pueden hacer porque los árboles son patrimonio del estado, los hacen desaparecer».
El razonamiento se explica en que, si bien la propiedad privada está consagrada en la constitución, hace referencia al «suelo» pero no al «vuelo», por lo que los dueños de la tierra pueden hacer uso de ella pero sin destruir el bosque nativo.
«Por eso no pueden lotear para vender y construir, entonces lo que hacen es hacer desaparecer el obstáculo que tienen para el negocio inmobiliario y queman» dijo.
Los especialistas también consideran que la «intencionalidad» no siempre está vinculada con segundos intereses sino lisa y llanamente con la torpeza.
«Muchas veces son pobladores que encienden un fuego para quemar raleos y se les va de las manos» explican en Defensa Civil y aclaran: «en ese caso el incendio no deja de ser intencional pero no responde a nada económico ni malsano, sino a la negligencia».
El intendente de Lago Puelo fue más allá. Para él, quienes provocan los incendios son lisa y llanamente «terroristas» según definió en diálogo con Télam mientras recorría esta mañana los pequeñas columnas de humo que aún desprenden del último foco que está en vías de extinción.

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