Juan Castro: “Desde el lunes ya nadie podrá hacerles daño a mis hijos”

Uno de los padres de los hermanitos misioneros que serán adoptados legalmente el próximo lunes, Juan Castro contó que sus hijos viven con mucha naturalidad su conformación de familia como matrimonio igualitario y que “se ríen de la reacción de los otros niños cuando les dicen que tienen dos papás que están casados y se aman”. Además consideró que los padres adoptivos ponen muchos condicionamientos para adoptar un niño y por eso tardan tanto en poder adoptar.

Castro contó que antes de empezar el proceso de adopción de los hermanitos, él y su pareja se inscribieron en el Registro Único de Adopción donde tuvieron que completar una suerte de formulario de preferencias. “Pero nosotros ampliamos el rango etario y no nos importó el tema de las enfermedades”, dijo. En ese sentido consideró que si la gente que quiere adoptar no pusiera tantas condiciones podrían ofrecer una familia a muchos niños que están solos y no tendrían que esperar tanto para ser padres.

En cuanto a cómo fue la adopción de sus hijos recordó: “El mayor estaba en el Hogar Pequeños Milagros pero el hermanito más chico había sido llevado de manera irregular del hogar y él estaba muy deprimido. Así que le prometimos que haríamos todo lo posible para recuperarlo… Era el deseo de nuestro hijo, por eso empezamos a pelear esa posibilidad de que vuelvan a estar juntos. Cuando el mayor empezó a llamarnos papá, ahí la lucha fue para que estemos todos juntos… Pero en principio fue todo muy difícil, porque esa señora, la doctora Gamberale, no quería entregar al más chico al Hogar y nuestro hijo estaba muy angustiado”.

Además indicó que los menores tienen también una hermana pequeña que está al cuidado de su mamá y su papá adoptivos. “La mamá biológica de los chicos falleció, le pidió a un familiar que cuide a su bebita y pensó que la abuela iba a quedarse con los chicos pero terminaron en el Hogar”, dijo.

Por otra parte relató cómo fueron recibidos en Río Grande-Tierra del Fuego, la ciudad donde viven: “Río Grande es chiquito, y al ser así la comunidad, la noticia fue un estallido pero gracias a Dios la gente nos conoce. Fue un aprendizaje para nosotros. Es una ciudad muy abierta, aunque nosotros nunca nos paramos del lado del discriminado. Yo no me puedo poner en víctima”.

Sin embargo señaló que donde sí se dijeron cosas terribles fue en las redes sociales. “Dijeron cualquier cosa… A mí me pueden decir lo que quieran, porque me causa hasta gracia, pero el límite es cuando se meten con el niño. Cuando imaginan que se le van a hacer cosas, eso está en su cabeza, no en la mía, gracias a Dios que ellos no pueden adoptar…”, expresó y remarcó que lo que realmente sucede es que se les muestra el amor y la familia desde otro lugar, no desde lo sexual.

Por último indicó que el próximo lunes estarán acompañados por el intendente de Río Grande y la gobernadora de Tierra del Fuego cuando firmen la sentencia de adopción con la cual “ya nadie podrá hacerles daño”. “Nuestros hijos están felices, tienen su apellido, su identidad incorporada como López-Castro…”, manifestó y contó: “Ellos se ríen de la reacción de los otros niños cuando les dicen que tienen dos papás que están casados y se aman, nos hacen todo tan fácil…”.

 

M.O. (LT4 – Red Ciudadana)

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