Condenaron a un cartero que se «guardó» más de 19 mil cartas

El hombre fue descubierto por un allanamiento policial en su casa tras una denuncia de maltrato. Tenía 26 bolsas de consorcio repletas de correspondencia. Algunos sobres estaban abiertos.

Parece que se tratara de una novela. Un ex cartero de 45 años fue condenado a un año de prisión en suspenso por guardar en su casa 19.302 cartas que nunca entregó a sus destinatarios.

Se trata de Manuel Marcelino Gutiérrez, quien era empleado de Correo Argentino. El 3 de noviembre de 2009, la Policía encontró durante un allanamiento en su casa por maltrato 26 bolsas de consorcio repletas de correspondencia. Algunos sobres estaban abiertos y otros repartidos por varios ambientes de la vivienda.

El hombre argumentó que en ese momento no daban abasto con la demanda de trabajo en el correo, por lo que les permitían (a él y sus compañeros) organizar las cartas en sus hogares y terminar de repartirlas al día siguiente. Respecto a los sobres abiertos, acusó que su suegra fue quien leía algunas cartas. En tanto, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia ordenó que la correspondencia secuestrada sea devuelta al Correo Argentino para su entrega.

En su relato, el condenado explicó que en a la fecha del allanamiento estaban «tapados de trabajo» y sin personal en el Correo. Y explicó que llevaba las cartas a su casa para organizarlas por barrio y después entregarlas. «No le daban los tiempos para repartir ni sabía que era delito llevar la correspondencia al domicilio para adelantar trabajo; el propio sistema lo obligaba a eso», declaró uno de sus defensores.

Y agregó: «Nunca se guardó nada e intentaba cumplir mínimamente con el trabajo ante la gran cantidad para repartir: no podía repartir más de 200 cartas y le entraban 500. No le daban los tiempos».

Arrepentido, Gutiérrez reveló ante el tribunal que lo acusó que pedían permiso para sacar cartas fuera del horario de trabajo y prepararlas para el otro día y que quien abría algunos de los sobres era su suegra.

Por su parte, Carlos Landriel, jefe de Distribución de Correo Argentino de Madryn, explicó que las cartas simples se dejan en buzón o bajo puerta. Y aseguró que no había quejas contra el condenado, despedido antes de la sentencia.

Según el fallo, Gutiérrez incumplió sus deberes laborales e «incurre en doloso abuso de su empleo cuando esconde piezas postales que le fueron dadas para entregar, intencionalmente y sin autorización, poniéndola fuera de la vista de terceros, y vulnera con su actuar la garantía de inviolabilidad».

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