Un día después de que el titular de Crucero del Norte, Julio Koropeski, afirmara que en su estadio jamás se iban a construir «torres de edificios» en clara alusión a Guaraní A. Franco, el club de Villa Sarita tomó el guante y salió a contestarle con un audaz aviso publicitario en el que busca «enrostrarle» que tiene muchos más hinchas.
La jugada es tan sutil que quizás alguno no lo terminó de captar. Guaraní publicó hoy en algunos medios un aviso de la campaña de socios en el que menciona una frase de Koropeski (aunque no lo nombre) en la que el titular del Colectivero manifestó: «La gente en Misiones no es muy apasionada por el fútbol».
Abajo de esa frase, una foto de la hinchada de Guaraní con el contorno de la provincia de Misiones y la frase, «Guaraní, más misionero que nunca». El aviso es un claro tiro por elevación a la idea de Koropeski -que aún es un proyecto y no está firme- de trasladar la localía a Chaco cuando juegue contra River e Independiente, en septiembre próximo.
Guaraní tiró la primera «piedra»
En rigor, estas chicanas, bien propias del folklore futbolero y que deben ser tomadas como tal, arrancaron cuando Guaraní publicó ese aviso por primera vez hace unos días. Ayer -sorpresivamente- el propio Koropeski eligió poner de manifiesto la rivalidad soterrada que hay, no solo entre ambos clubes sino también entre ambos empresarios y artífices máximos de la vuelta de Misiones al fútbol grande.
Koropeski sorprendió a más de uno al tocar el talón de aquiles de Enriquez y decir que «el hincha se quede tranquilo porque en nuestra cancha nunca se van a construir torres de edificios». Cabe recordar que Enriquez propuso trasladar el estadio de Villa Sarita, algo que esbozó como una idea a largo plazo, y recibió como respuesta un banderazo y una silbatina de la hinchada de Guarani, sobre todo la parte más seguidora que se ubica atras de la tribuna César Ayrault. La reacción de los hinchas, motivó la renuncia de Enríquez al cargo de gerenciador. Enriquez dejó en claro en la conferencia de prensa en la que anunció que daba un paso al costado, que no se sentía reconocido por el esfuerzo que había hecho. «Acá nadie te reconoce nada», fue su frase terminante.
Desde entonces, Guaraní A. Franco transita un período de incertidumbre institucional, con su presidente César Decamilli recuperándose de un ACV desde hace seis meses y sin el gerenciador, que sin embargo sigue tomando las decisiones fuertes que tienen que ver con el manejo del fútbol profesional.
Koropeski-Enríquez, con más similitudes que diferencias
Curiosamente, Koropeski también se encuentra dolido o no se siente recompensado debidamente por los hinchas, o para ser más justos, por todos los aficionados que pensaba atraer a su estadio. Fuentes bien informadas del club confirmaron que lo que disparó el proyecto -es una idea y lo más probable es que no se lleve a cabo- de trasladar la localía a Chaco en los partidos más atractivos del año, no es el aspecto económico.
La idea provino más de una reacción emocional el día del amistoso ante Olimpia de Paraguay, cuando Koropeski vio que las tribunas estaban repletas…de hinchas paraguayos. Ese día, el dirigente se hizo a la idea de que el equipo, a pesar de haber llegado a la máxima categoría, solamente atraería al público masivo que él esperaba -y que es necesario para solventar el gasto de un plantel de Primera- en los partidos grandes.
Se puede afirmar que tanto el portazo de Enriquez al gerenciamiento de Guaraní como la idea de Koropeski de ir a Chaco, son decisiones atravesadas por el mismo sentimiento. El de dos hombres, empresarios exitosos, fubtoleros, artíficies del éxito de Crucero y Guarani, que sienten que, por momentos, el esfuerzo que hacen no es debidamente recompensado.
Al final del día, Korpeski y Enriquez son mucho más parecidos de lo que aparentan. A pesar de las chicanas futboleras.
MB
EP
Koropeski, picante, se acordó de Guaraní: «nunca vamos a construir edificios en nuestra cancha»
