Apareció en Mongolia: el misterio de la momia que «medita» más allá de la muerte

El cuerpo, de unos 200 años, fue encontrado en posición de loto, bien preservado. “No está muerto, está en una meditación muy profunda”, afirman los budistas.

Los forenses creen que la momia tiene unos 200 años y están sorprendidos por lo bien preservada que está.

El Centro Forense Nacional de Mongolia se convirtió en la última semana en curioso destino de miles de peregrinos. Es que en su interior se encuentra la momia de un monje budista en posición de meditación hallada hace unos días en Ulan Bator y que, calculan, tendría unos 200 años. Más allá de ese dato, los budistas insisten en que “no está muerto, si no que está en una meditación muy profunda”. Creer o reventar, que le dicen.

Si el monje puede continuar en ese estado de meditación puede llegar a convertirse en Buda, dijo Barry Kerzin

«Parece que estuviera vivo», aseguró en diálogo con el diario mongol The UB Times uno de los hombres que vio a la momia. El cuerpo del monje en posición de loto -muy bien preservado- fue encontrado cubierto con pieles de cordero el martes pasado en la casa de un hombre que planeaba venderlo en el mercado negro. La posición de loto es la que habitualmente se usa para meditar: sentado con las piernas cruzadas, con cada pie apoyado sobre el muslo opuesto.

La momia tiene además la mano izquierda abierta y la derecha haciendo el símbolo de la plegaria “sutra”. “Esto es un signo de que no está muerto, sino que está en una meditación muy profunda, de acuerdo con la antigua tradición de los lamas budistas”, explicó a The Siberian Times Ganhugiyn Purevbata, profesor del Instituto de Arte Budista de la Universidad Budista de Ulan Bator, capital de Mongolia.

En la misma línea, monjes budistas afirman que el protagonista de esta historia no falleció, si no que permanece bajo una meditación profunda llamada “tukdam”, una especie de trance entre la vida y la muerte. “Si el monje puede continuar en ese estado de meditación puede llegar a convertirse en Buda”, aseguró en declaraciones citadas por el sitio español ABC el famoso monje budista Barry Kerzin, médico del Dalai Lama.

Los forenses se encuentran sorprendidos por el buen estado en el que se conserva la momia. En las imágenes difundidas por la agencia Montsame se ve un cuerpo delgadísimo, con una piel gris verdosa con toques marrones y que, pese a haber perdido aparentemente una parte de la nariz, mantiene unos dedos y orejas bien definidos, e incluso tiene pelo y bigote.

De la identidad de la momia sólo hay algunas pistas. Según la agencia de noticias mongol Montsame, el monje habría vivido en el siglo XIX. Los investigadores sospechan que podría tratarse del maestro que inspiró al lama tibetano Dashi-Dorzho Itigilov, nacido en 1852 y que en 1927 fue enterrado por sus discípulos en posición de loto, tal como fue fue encontrado tras la exhumación.

Las autoridades de Mongolia abrieron una investigación para intentar esclarecer a quién pertenece el cuerpo que «medita» más allá de la muerte, dado que muchas familias se presentaron como supuestos descendientes. El equipo que analiza el cuerpo incluye policías, científicos y personal del Ministerio de Justicia y el Ministerio de Educación, Cultura y Ciencia.

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