Sudamericano Sub 20: Argentina y Brasil igualan sin goles

Se miden, a las 19, por la tercera fecha del hexagonal; televisa TyC Sports. Un partido de tensión y nervio, porque el resultado no será definitorio, aunque una derrota, para cualquiera de los dos, dejará marcas, secuelas para el futuro.

Siempre clásico. Ni el observador más indiferente puede hablar de un partido cualquiera cuando juegan la Argentina y Brasil. En todas las disciplinas, la rivalidad supera la trascendencia. La tercera jornada del hexagonal final del campeonato Sudamericano Sub 20 dejará cara a cara a los dos seleccionados y, aunque al torneo le restarán todavía dos fechas, no es una exageración aventurar que el encuentro tiene el valor de una final anticipada. Una rivalidad que atesora todos los antecedentes para ser catalogado de ese modo, un choque con la clasificación para el Mundial de Nueva Zelanda y las plazas para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, la canarinha tiene el suyo, por ser sede, como fondo.

La cita será a las 19, en el Parque Central. Ahí, la Argentina deberá potenciar, con juego, el espíritu indomable que le posibilitó rescatar un agónico empate frente a Colombia, en el mismo escenario, tres días atrás. Un partido de tensión y nervio, porque el resultado no será definitorio, aunque una derrota, para cualquiera de los dos, dejará marcas, secuelas para el futuro. La continuidad en el campeonato no entra en discusión, pero señalará el rumbo para los últimos dos actos. Si el calendario hasta ahora fue indulgente con la selección -Colombia, recién en el sexto partido, fue el primer rival que la puso en aprietos-, desde hoy y hasta la finalización del campeonato no habrá márgenes para las equivocaciones, las desatenciones ni las prerrogativas.

Dos potencias, dos selecciones siempre acompañadas con el cartel de candidatas, aunque el pasado reciente les hizo saborear un trago amargo, cuando ni tan siquiera accedieron a la etapa definitoria, en Mendoza, rumbo a la Copa del Mundo de Turquía. Aquella, fue la primera vez que un Mundial de la categoría no contó con alguno de los dos seleccionados. Hoy, dos años después de esa frustración, buscan el trampolín que los devuelva a los sitios de privilegio en las marquesinas. Brasil ostenta 11 títulos y la Argentina cuatro coronas; ambos quieren tomar el cetro que es propiedad de Colombia.

Para escalar tienen que superar obstáculos, propios y ajenos. La Argentina llegará a la cita lastimada, con las bajas de Monteseirín, Cardozo -los dos stoppers- y Tomás Martínez -el eje del ataque, quien acelera y le ofrece pausa al equipo-, por acumulación de tarjetas amarillas, además de Lucio Compagnucci, suspendido de oficio por tres fechas, tras una manotazo a un colombiano en el último partido del Sub 20. Rearmar el entramado defensivo es la mayor dificultad para el técnico Humberto Grondona. También Brasil entra al ruedo sin algunas de sus piezas titulares: el zaguero Leo Pereira y el corpulento atacante Yuri, que abrió el camino del éxito con Paraguay, tienen que cumplir un partido de sanción.

Otra vez se mueve el tablero. Casasola y Moreira reemplazarán a los defensores suspendidos, mientras que Driussi ocupará la función de Martínez, relegando a Espinoza. El ingreso de Ibañez por Vega es para darle mayor fluidez a la ofensiva. Pero no se limita a un cambio de fichas, detrás hay un reacomodamiento de la estructura, con la saludable intención de quitarle protagonismo a Brasil, un equipo con deficiencias defensivas, que se refugia en la habilidad de Guilherme y el disparo de Kennedy para derrumbar rivales.

Mientras los resultados de la Argentina fueron más gratificantes que lo visto en la cancha, Brasil se presenta como una excelente prueba para afianzarse y preparar el asalto final.

 

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