“Hemos roto esta idea de que la economía social era para pobres”

El titular de la cartera social asegura que las políticas implementadas permitieron “dejar de pagar culpas” para generar derechos entre quienes menos tienen. El desafío sigue siendo formalizar empleos y crear puestos de trabajo, dice.

 

La contención social ha cambiado de paradigma en los últimos años en Misiones. De luchar contra la pobreza directa, se pasó a un trabajo articulado en el que miles de personas lograron recuperar la dignidad de conseguir el sustento a través de su propio trabajo. El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Losada, sostiene que todavía queda mucho por hacer, pero que se está un escalón más arriba en políticas sociales.

“La situación social de Misiones que, aunque se ha hecho mucho, todavía tiene muchas deudas y debemos asumir el desafío de resolverlas. El análisis que uno hace es que el año pasado fue un año difícil aunque menos de lo que intentan hacer parecer, que además en el caso de Misiones tuvimos el agravante de la sucesión de eventos climáticos que han complicado mucho y en muchos sectores muy humildes tuvimos que trabajar para recomponer la situación. Pero Misiones creó herramientas para generar las condiciones para salir de la pobreza y fue básicamente con trabajo. Misiones ha generado muchos puestos de trabajo y quedan muchos por generar y creemos que ese tiene que ser el camino.

Es decir, las políticas sociales tienen dos perspectivas. Una desde lo que tienen que ser las herramientas de asistencia, contención frente a la vulnerabilidad y la necesidad extrema, frente a las emergencias. Pero sin lugar a dudas las políticas sociales ligadas a las decisiones económicas tienen que absolutamente abordar la inclusión más profunda y eso básicamente se da con trabajo para los padres  y la posibilidad de incorporar a los chicos en el sistema educativo. Esos son los dos grandes ejes de inclusión que uno se puede plantear hacia adelante.

Pero ahora no parece haber tanta urgencia como en años anteriores… Por ejemplo, ante una tormenta o inundación, eran miles los afectados y ahora son pocas familias.

¿Qué ha cambiado? En mi caso que ya llevo siete años de ministro, es que antes teníamos muchas viviendas con techos de chapa de cartón y hoy tenemos muchas con techos de chapa de zinc, de los Plan Techo. El Gobernador anunció diez mil Plan Techo para este año, eso es una enorme respuesta. Hemos podido generar acciones para sacar a las familias que vivían más cerca de la zona ribereña o de los arroyos. Todavía nos quedan en muchos municipios pero hemos podido trabajar para que eso no ocurra y son respuestas que son importantes. También es cierto que hay cuestiones climatológicas que no respetan pobreza o riqueza. Si uno se pone a mirar San Vicente donde eran todos techos de chapa de zinc, pero no hay forma de frenar un tornado de esas características. Así que me parece que se han hecho muchas cosas para no tener grandes padecimientos, todavía tenemos cosas por hacer, todavía tenemos familias viviendo en situaciones precarias y eso debe ser el mayor desafío, no solo e Misiones sino en todo el país y el mundo también, de cómo generamos infraestructura habitacional para los sectores más vulnerables. Ese es el gran desafío de los próximos tiempos, y eso lo podemos pensar porque hoy tenemos un piso de protección social importante. Uno pone a pensar en la cobertura para los sectores que menos tienen y sin lugar a dudas no es la pobreza de 2003. No alcanza y yo siempre insisto en que todos los programas que tienen una mirada hacia la inclusión, que uno puede incorporarlos dentro de la Asignación Universal, las moratorias previsionales, son enormes herramientas. Si bien lo ideal es tener un país donde el trabajo sea el que conduzca cada uno de los destinos de las familias, estas herramientas, como la Asignación Universal, hicieron crecer la matrícula educativa, el 25 por ciento de los gurises que no iban a la escuela en el país y hoy están yendo, se hacen los controles sanitarios. Es decir no solo estamos permitiendo la inclusión en la formación sino también en salud. En el caso del Progresar, ya tenemos en Misiones más de 26 mil chicos que antes probablemente les hubiera sido muy dificultoso estudiar y hoy lo están haciendo. Hemos logrado que Anses nos reconozca tanto a las escuelas EFA’s como al Instituto Montoya para que esos chicos que van a esos institutos puedan estudiar. ¿Qué nos queda como desafío? Ir a buscar a los gurises que quisieran seguir estudiando y no los hemos encontrado, o no se han enterado, o no saben cómo inscribirse, o no están dentro del sistema educativo y tenemos que ir a buscarlos e incorporarlos al sistema, ya sea para la terminalidad o cursos de formación y tecnicaturas. Lo mismo nos pasa con los adultos mayores, Argentina es el país con mayor cobertura previsional en América Latina, casi el 95 por ciento de nuestros adultos mayores tienen cobertura previsional. Ahora esta nueva moratoria nos hace buscar ese 5 por ciento restante. En las políticas sociales, y también es un desafío muy fuerte de la Renovación, está el hecho clave de poder mirar las acciones que se han hecho, tener la actitud positiva de mirar el vaso medio lleno, pero también desafiarnos a completar ese vaso.

¿Qué hay que hacer todavía para ir más allá en la lucha contra la pobreza en Misiones?

Creo que tienen que ver con medidas económicas. En ese sentido la Provincia lo viene haciendo. Si dividimos la pobreza urbana de la rural, estaba claro que teníamos casi una condena de los sectores del interior de la provincia. En 2007 teníamos 28 municipios sin escuelas secundarias. Y el destino de los chicos de esos municipios era no de abundancia y de futuro sino uno achicado a no seguir estudiando o a desarraigarse de su pueblo, con lo cual también los pueblos sufrían estos abandonos. También si uno se pone a pensar en 2003 la cantidad de municipios, no sé si 30 o 40, que no tenían acceso asfaltado y eso complejizaba mucho la vida y la realidad de los pueblos. Obviamente la economía rural ha tenido un desarrollo y un crecimiento, se ha apostado mucho a eso desde la Provincia y ha generado muchos puestos de trabajo en el interior. Y en el caso de los centros urbanos que siempre terminan recibiendo cuando el interior se va complejizando en su economía, se va descomprimiendo pero sin lugar a dudas tenés que caminar sobre nuevos parámetros de incorporación a la economía de muchos sectores que habían salido de ella en los 90. En los 90 hubo un proceso muy fuerte del no trabajo, y eso significó una fuerte desmotivación para el que no trabajaba y para sus hijos. La construcción de la idea de que el trabajo dignifica, de que cada uno con el sudor de su frente puede ganarse el sustento, se fue perdiendo. Entonces hubo que empezar a remar contra eso, se han generado muchos puestos de trabajo y nosotros desde el Ministerio hemos diseñado un área de Economía Social, donde desde el primer día empezamos a incorporar la idea de que el mejor plan social que hay es el trabajo.

¿Y logró convencer de esa idea del artesano, del que hacía el pan, que se convierta en trabajo?

Sí, yo creo que nosotros hicimos mucho. Hecho en Misiones, es una marca, los emprendedores de Hecho en Misiones han crecido, se han desarrollado. También en ese sentido nosotros hemos roto esta idea de que la economía social era una economía para pobres, de subsistencia, o de “hago esto mientras me salga un trabajo fijo”. Y hoy cada uno de los emprendedores de la economía social es un empresario, en menor escala, pero un empresario que tiene su propio negocio y mira a la actividad económica y a su trabajo desde un proceso de formalizar su actividad. Nosotros tenemos a todos inscriptos en el monotributo social, para que puedan vender, le damos el acompañamiento, a los gastronómicos les hacemos todas las certificaciones para que puedan vender. Es decir, no aspiramos a que sean feriantes toda su vida. La feria es un momento, que tampoco lo miramos como un proceso comercial solamente ahí sino también como una suerte de ronda de negocios, donde se pueden encontrar con muchos y generar ventas a futuro. Hemos trabajado mucho en su capacitación en su consolidación, en el desarrollo de sus productos. Les hemos abierto nuevas oportunidades comerciales afuera de la provincia, asistiendo a distintas ferias, así que creemos que en el caso de Economía Social hemos avanzado mucho. También tenemos la sensación de que hoy estamos para dar otro salto, de hecho con muchos de nuestro emprendedores  hemos empezado a vincular a los distintos ámbitos de la actividad empresarial como la Confederación Económica Misionera, porque creemos que tienen que asumir el rol de ser empresarios.

La idea de la economía social muy basada en lo que eran a principio de 2003 los clubes del trueque, había que conducirla hacia el pensamiento de una actividad económica en una economía formal como la de la Argentina. Y si uno quiere que el emprendedor crezca, ese emprendedor tiene que tener posibilidades de comercializar en un supermercado, en un hipermercado. Y eso no lo puede hacer si su producto no tiene las certificaciones o una buena presentación. Esto no va en contra del proceso feriante, que nosotros creemos que no es un fin en sí mismo sino un escalón más de esa escalera de crecimiento y desarrollo de cada uno de los emprendedores. No es algo de un día para el otro, no es fácil ni sencillo.

Hay un cambio de paradigma… en 2003, se hablaba de pobreza y ahora se habla de trabajo…

El objetivo debe ser ese. Uno puede saber hacer algo, pero que tenga condiciones comerciales, hay un trecho, los conocimientos para hacerlo vendible, es otro trecho. Ahí es donde uno debe ayudar y trabajar en distintos ambientes, mirar a cada emprendedor con sus particularidades. Tenemos herramientas que son los microcréditos, seis millones de pesos entregados, con dos consorcios en zona sur y zona norte. Hoy el sistema financiero privado no da esos créditos de pequeños montos que son importantes para la realidad de estos trabajadores. Pero uno de los mayores problemas de la economía social es la informalidad. No es a lo mbareté que se hace. Hay que garantizar calidad y cantidad. Todavía falta mucho. Se trabaja con el sistema cooperativo para que hagan pequeños trabajos formalizados. El claro norte es la formalización, aunque nuestro rol principal sea la contención.

Polémica por los números de la pobreza.

Si uno mira los números de la pobreza, los datos oficiales dan ocho por ciento. Pero si no llegamos a uno, sigue faltando. Sigue en situación de pobreza. El mayor desafío es seguir trabajando en esto. Un número más o menos, es una discusión para ver quien saca más rédito. Con la Renovación sin dudas ha bajado enormemente la pobreza.

Han lanzado un programa focalizado en los guaraníes ¿Cuál será su rol?

Desde 2008, entregamos tarjetas magnéticas y los tickets en cabeza del cacique. Trabajamos en el proceso de formalización de sus artesanías. Ahora el Gobernador nos ha planteado que los pueblos originarios tengan una atención focalizada. Que lleguemos en conjunto a resolver los problemas, que no son fáciles, porque hay un choque cultural que es ineludible. No hicimos la histórica de guardar los temas que no son taquilleros, no pusimos nada bajo la alfombra. Si uno no se preocupa por un tema, es muy difícil que se ocupe.

Es un año de definiciones. ¿Cuál será su futuro político?

Es un mes de reflexión, pero con mucho trabajo. El ministerio no cierra las puertas, como Salud, como Seguridad. En nuestro caso, hemos hecho un trabajo importante en Posadas y vamos a estar a la expectativa de las decisiones que se tomen. Soy un hombre de la Renovación y un hombre de la política, siempre en las compulsas electorales. Pero tuvimos un buen resultado electoral en Posadas y siempre está latente la posibilidad de reiterarlo. Confío mucho en la Renovación.

 

Asistencia directa a quienes necesitan

El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Losada, destacó que en términos de asistencia alimentaria “se está brindando una cobertura a través de las tarjetas sociales a casi 35 mil familias en la provincia, a eso hay que sumar las casi 2 mil familias mbyá guaraníes y la financiación de las tarjetas del Programa Hambre Cero que se realizan desde el ministerio”.

 

De pagar culpas a ejercer derechos

Joaquín Losada admite que no será un año fácil para el Gobierno nacional y que tal vez la crisis impacte en las provincias afines políticamente, especialmente por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Pero sin embargo, confía en que haya un respaldo de la sociedad. “Es una situación compleja y rápidamente se construyó una idea colectiva de la que es difícil salir. La Renovación tiene una identidad propia y una valoración de parte de la sociedad. Pero hemos acompañado y en lo personal me siento muy identificado con las políticas públicas que llevó adelante el Gobierno nacional. Alicia Kirchner ha dado un vuelco enorme en las políticas sociales. Antes pagábamos culpas y ahora hay políticas de derecho. Cualquier joven de entre 18 y 24 años que quiere seguir estudiando, tiene derechos. No es que necesitan hablar conmigo para conseguir una beca. Es un derecho. Que cada uno pueda ejercer ese derecho no es poco”.

“La sociedad lo ha valorado, pero siempre espera que siga subiendo la vara. No alcanza con lo que ya se hizo. Hay que reconocer lo que falta e ir a resolverlo. Pero más allá de estas dificultades, uno tiene la impresión de que hay una valoración muy buena sobre lo hecho. Y que hay quien puede continuar esta línea, como el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli. Tiene capacidad de gestión y su impronta es la búsqueda de consensos y articulación. Seguro vamos a tener un muy buen candidato nacional”.

 

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