Los camiones de soja iban con una carga mucho mayor a la declarada, tenían carta de porte inválida y un destinatario que no está inscripto en la actividad. Estos porotos generalmente van a la costa del Uruguay donde “presta nombres” se encargan de concretar la última parte del contrabando y pasan a Brasil las bolsas en improvisadas barcazas que las hunden en caso de aparecer algunas de las fuerzas de seguridad encargas de visar nuestra frontera.
En el puesto de Centinela, en tanto, camiones brasileños transportaban ajo haciendo transporte interno, cosa que no corresponde porque violan las leyes en vigencia que resguardan, justamente, la actividad del transporte de carga y prohíbe el traslado en vehículos extranjeros. Pero también aparecieron otras irregularidades como una factura de exportación con vencimiento que data de dos meses aproximadamente y que podría haberse utilizado ya para trasladar productos evadiendo los impuestos de rigor.
La carga irregular de soja y ajo fue interdictada y los camiones quedaron retenidos en los puestos hasta que los responsables de los mismos clarifiquen la situación.
La DGR reiteró que los puestos fijos y móviles en las rutas misioneras trabajarán normalmente en este feriado y en las festividades de año nuevo, porque es una fecha propicia para quienes se malacostumbraron a la evasión.
Soja y ajo interdictados en Navidad
