San Lorenzo, con suspenso, se metió en la final y enfrentará al Real Madrid

En Marrakech, venció por 2-1 al Auckland City de Nueva Zelanda en el alargue. Barrientos había puesto en ventaja al equipo de Bauza, pero se lo empataron y en el primer tiempo de la prórroga apareció Matos para conseguir el triunfo. El sábado definirá el título ante los españoles.

Le costó mucho, pero San Lorenzo se está metiendo en la final del Mundial de Clubes. En el alargue, el equipo de Edgardo Bauza le gana 2-1 al Auckland City en Marruecos y avanza para chocar con el Real Madrid en la definición.

El equipo argentino, ganador de la Copa Libertadores, salió impreciso y desconcentrado al campo de juego del Grand Stade. Y se encontró con un rival con ganas de complicar el trámite. La muestra clara se dio en los primeros minutos, cuando el argentino Emiliano Tade recibió a espaldas de Juan Mercier y tras un par de amagues, sacó un derechazo que fue directo a las manos de Sebastián Torrico.

Saliendo un rato del desconcierto, el Ciclón tuvo dos ocasiones en apenas dos minutos. A los 19, Pablo Barrientos tiró un centro desde la derecha y la pelota casi se le mete por arriba al arquero Tamati Williams. Y a los 20, Cauteruccio recibió también por el mismo sector y casi sin ángulo sacó un disparo que Williams sacó con su pie izquierdo.

El primer tiempo se iba sin pena ni gloria. Pero en el primero de los dos minutos que adicionó el árbitro, San Lorenzo se combinó bien por la izquierda y encontró el gol de la tranquilidad. Gonzalo Verón vio pasar a Emmanuel Mas por la izquierda, le dejó servida la pelota para que tire el centro y el ex San Martín de San Juan sacó un envío por el suelo que Pablo Barrientos acomodó cerca del palo derecho.

Con ese gol estallaron los casi 10 mil hinchas de San Lorenzo que pudieron entrar al estadio en Marruecos. En las dos bandejas de la tribuna lateral frente a los bancos se ubicaron algo más de 7 mil. Y en la otra tribuna lateral, unos 2 mil pero ubicados solo en la bandeja.

Con la ventaja y el alivio de ese gol a favor, San Lorenzo salió al segundo tiempo a jugar decididamente de contra, entregándole la pelota al rival. Y esa decisión no sería la más acertada, porque los neocelandeses se animaron aún más que en el primer tiempo y llegaron al empate a los 22 minutos.

Tade, el argentino, habilitó a De Vries y ante la salida de Torrico, la pelota pasó de largo y le quedó al español Angel Berlanga para que convirtiera, casi sin ángulo, el 1-1. Sorpresa.

El empate obligó a San Lorenzo a volver a adelantarse. Bauza metió Leandro Romagnoli por Gonzalo Verón y recuperó la pelota. Esa decisión lo acercó a la victoria a los 30, cuando Cauteruccio guapeó en la puerta del área y sacó una volea con su pierna izquierda que dio de lleno en el palo.

Ya con el Ciclón yendo al frente, los oceánicos decidieron parase de contra. Y casi lo ganan un minuto después de esa chance de Cauteruccio. Sin marca, Tade quedó mano a mano con Torrico, pero a la hora de definir se nubló y su remate se fue por encima del travesaño.

El alivio para San Lorenzo llegaría en el comienzo del primer suplementario. Mauro Matos encontró una pelota suelta dentro del área y sacó un zurdazo que se metió por debajo del arquero Williams.

Ese segundo gol, más el cansancio acumulado del Auckland, que ya venía de jugar un alargue en cuartos de final, le dieron la chance a San Lorenzo de liquidar la historia. Lo tuvo Cauteruccio con un bombazo desde la derecha ante una defensa ya estática, pero Williams se lo impidió.

En el segundo suplementario, los oceánicos tuvieron la chance de empatarlo nuevamente, pero el palo más cercano a Torrico le impidió el gol a Tim Payne. Fue un alivio para el Ciclón. Fue el desahogo en un partido que se complicó de más y del que Bauza aprenderá de cara al choque con el Real Madrid del sábado. Sí, finalmente, San Lorenzo enfrentará a Cristiano Ronaldo.

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