“La paz en Medio Oriente no es posible por culpa de los dirigentes israelíes y la OLP”

El empresario y dirigente árabe Bhai Gualik, quien reside en Jericó está convencido que “la paz no será posible mientras los estados de Israel y de Palestina sean gobernados por el actual parlamento israelí como la Organización de Liberación Palestina. Esto significa el grupo Hamás en la Franja de Gaza, por ejemplo”.
Gualik, no es optimista. “Los ciudadanos queremos la paz pero los dirigentes no. Yo le echo totalmente la culpa a Israel, que entregó los territorios en 1993 con el acuerdo de Oslo”.
Gualik, tiene un gran comercio en el centro de Jericó, ciudad donde residen unas 20 mil personas. Además es un importante dirigente musulmán que tiene incidencia en su comunidad árabe; habla el dialéctico portuñol porque viaja asiduamente a Río de Janeiro, Brasil, por negocios; ya que nació en el país carioca y a los ocho años junto a sus padres se estableció en Jericó. “Los ciudadanos queremos la paz. Insisto yo no le echo la culpa a los pueblos israelíes y palestinos, sino a sus dirigentes”.
Gualik afirmó que el mejor antecedente de paz fue el que firmaron en 1978 el entonces primer ministro Israelí Menajem Beguin y el presidente árabe Anwar el Sadat. “Ese tratado se pudo firmar porque los dirigentes de ese momento escucharon la voz de ambos pueblos”.
También valoró la convocatoria del Papa Francisco para reunir a todas las partes en conflicto. “Su intención fue muy buena pero no sirvió”, se lamentó.
Jericó es la ciudad más vieja del mundo. Cumplió 10 mil años; ya que fue creada en el año 9.000 a.c. En la actualidad la mayor parte de la población es musulmana en un 80 por ciento y un 20 por ciento son cristianos ortodoxos. No hay población judía. Está ubicada a 240 metros bajo el nivel del mar, a 27 kilómetros de Jerusalén y a unos 50 kilómetros de Jordania.
Los residente en Jericó tienen prohibido el ingreso a Israel, al igual que los ciudadanos israelíes a Jericó.
La actividad principal es la agricultura y el turismo religioso, porque allí se encuentra, por ejemplo el monasterio donde Jesús pasó 40 días sin comer ni beber. Ese lugar es visitado por miles de turistas.
Es una ciudad vieja que está gobernada por la OLP. Israel había conquistado esta ciudad en la guerra de los Seis Días en 1967, pero la devolvió debido al acuerdo de Oslo en 1994. “Nosotros los que residimos en Jericó queremos tener la libertad de ingresar y egresar de Israel”, reclama Gualik.

Por Alejandro Spivak, desde Israel

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