En el último día de testimonios, desfilaron tres médicos que atendieron a quien pudo ser la novena víctima de la peor tragedia en el deporte misionero en enero de 2010 en el tradicional cruce del río Paraná donde fallecieron ocho personas. Se trata de Santiago Coll que luego de casi 20 días de estar en terapia intensiva pudo sobrevivir. Pero lo fuerte de la jornada de esta mañana no estuvo ligado a eso. Uno de los imputados, Jorge Lezcano, prefecto a cargo en ese momento de Operaciones de la Prefectura Posadas, habló por primera vez y lejos de lamentarse por lo sucedido, culpó a los familiares de las víctimas por lo sucedido, deslizó parte de la responsabilidad a la organización de la competencia y hasta a la Armada paraguaya.
Cuando se abrió el juicio, Lezcano no había declarado y se optó por incorporar su testimonial en la parte de instrucción, en la cual ya hizo mención al accionar de la fuerza de seguridad, para él siempre en el orden correcto.
Hoy no se apartó de ese librero. Reiteró que para él Prefectura y los efectivos encargados de actuar ese día de la tragedia lo hicieron de la mejor manera.
Dijo sentirse absolutamente inocente y descreído de que haya motivos para que se juzgado y acusado tan duramente por los familiares de las víctimas y los diferentes testigos que fueron pasando.
En un momento de su declaración, cuando todo se centraba en lo supuestamente bien que actuaron los prefectuarianos y la disposición que tuvo la fuerza para la competencia, ya sea con los medios dispuestos y el personal, lanzó una frase que generó aún más dolor en los familiares. Se preguntó así mismo por qué nunca nadie indagó en la responsabilidad que tuvieron los propios padres de algunos de los fallecidos, menores de edad sobre todo, en dejar que sus hijos compitan en una actividad de sumo riesgo.
Afirmó además que como padre nunca dejaría que su hija de 12 años compita en algo así y bastaba con ver los rostros de los familiares de las víctimas para ver que se estaba revolviendo una herida y un dolor tan grande.
Además trató a Mauro Bacigalupi, una de las víctimas, de “negligente” por no usar el chaleco salvavidas al momento que el joven daba su vida por rescatar otras tantas. Como dijeron muchas veces los familiares y amigos de Mauro, él acudió a la competencia porque amaba el deporte y no dudó un segundo en asistir a quienes formaban indirectamente parte de su familia, la acuática de Misiones.
Lezcano siguió asegurando una y otra vez que es inocente y pidió a Dios que ilumine a los jueces y al fiscal para que no pueda ser condenado. Al mismo tiempo reiteró que Prefectura, o mejor dicho los integrantes de esa fuerza que actuaron ese fatídico día, fueron los verdaderos héroes salvando a muchas personas.
A su vez aseguró que previamente a la competencia se había comunicado con gente de la Armada paraguaya y como era desde ese país la largada, en ningún momento ellos podías tener la facultad de suspender la prueba, sino que eso eventualmente le correspondía a la fuerza del país vecino o a la organización.
Reiteró que estaba orgulloso del accionar de la PNA y por cómo se había planteado la actuación antes, durante y después del hecho.
También habló Hugo Alfonso, más conocido como Tyson, el otro imputado. A diferencia de Lezcano, quien era el organizador de aquella competencia, ya había hablado en su momento y ahora solo agregó datos referentes a testigos que habían dado a entender que el tenía problemas con integrantes de la Armada paraguaya, al menos a la hora de diagramar el evento.
Tyson los desmintió totalmente y dijo una vez más que cumplió con todos los requisitos solicitados por Prefectura, la Armada de Paraguay y Migraciones de ambos países para organizar el cruce.
También dijo que la tragedia le causa un profundo dolor porque perdió a varios amigos como Bacigalupi, Seró y otros. “Si sabía mínimamente lo que podía pasar no se hacía la competencia. Yo perdí amigos y nunca más volví a nadar en el Paraná. Creo que si las barcazas no hubiesen estado ahí no pasaba nada”, dijo.
Además aclaró que nunca se puso en juego un premio económico para el ganador de esa competencia, al menos por parte de la organización, que el presidía de manera casi informal, porque nunca hubo papeles y que llevaba el nombre de Asociación Mercosur de Aguas Abiertas.
Antes que estas dos declaraciones, se llamaron por iniciativa del tribunal a tres médicos que en su momento trabajaban en el sector de terapia intensiva del Hospital Madariaga de Posadas. Eso tiene que ver con que Martín Barreyro, Carlos Tosetto Arias y Sergio Altemburger fueron los que intervinieron en su debido tiempo en la salud de un joven llamado Santiago Coll. El mismo un participante de la competencia y por poco se convierte en la novena víctima. Estuvo casi veinte días en terapia intensiva y los médicos aportaron datos de cómo había llegado y el milagro de su recuperación.
El paciente tenía un problema pulmonar debido a la sumersión en el agua y estuvo con respiración artificial por mucho tiempo y perdió el conocimiento por unos cuantos días respecto a lo que había pasado. Después no aportaron mucho más porque ninguno sabe que dijo el muchacho sobre el hecho.
