Los juveniles de Crucero del Norte, Lucas Caballero e Iván Molina, viajarán en enero rumbo a España para probarse en el Atlético de Madrid del «Cholo» Simeone.
Caballero, de 18 años, ya debutó en la Primera del Colectivero y de a poco se ganó un lugar entre los titulares. Incluso, metió un gol ante Santamarina de Tandil que valió tres puntos decisivos para que Crucero sueñe con el ascenso, que podría lograr el próximo domingo en su cancha si vence a Patronato de Paraná. Caballero es un volante de marca, pero con buen manejo del balón y llegada al arco contrario.
En tanto, Iván Molina, de 17 años y que aún no debutó en Primera, es señalado por algunos como la «verdadera joyita» de Crucero, enganche, habilidoso, proviene de Guaraní A. Franco, quien conserva el 20 por ciento de su pase en caso de que se concrete una futura venta.
La posibilidad de probarse en uno de los clubes más importantes de Europa y actual campeón de la Liga de España surgió a partir de los contactos de Alejandro Duré, el coordinador de Divisiones Inferiores de Crucero. Duré, un ex punta que pasó por Boca y Mandiyú, también jugó en clubes de España como Almería o Extremadura, entre otras entidades.
Duré conoce al «Mono» Burgos, ayudante de campo del «Cholo» Simeone porque compartieron plantel en Ferro. Pero el principal contacto vino por el lado del Mencho Mena, un ex volante que también trabaja en el equipo «Colchonero» y que jugó junto a Duré en Olimpo de Bahía Blanca.
A préstamo con opción de compra
La idea es que Caballero y Molina se vayan a probar al club a fines de enero y si son aprobados, fichen a préstamo con opción para el club. Lo más probable es que no vayan a Primera sino que comiencen en sus respectivas categorías inferiores para luego terminar de proyectarse cuando el club lo considere conveniente. En el caso de que los jugadores sean promovidos y gusten, entonces podrían hacer uso de la opción y comprar el pase.
Significaría un ingreso importante para una entidad como Crucero que, además, sobre todo en el caso de que llegue a Primera División, deberá empezar a explorar alternativas de ingresos para financiar la participación en la máxima categoría. Como le pasa al resto de los clubes argentinos, vender jugadores es una de las principales fuentes para lograr este ansiado equilibrio financiero.
