De a poco los investigadores afectados a desarticular la banda que “blanqueaba” autos robados con oficios judiciales falsos van armando el rompecabezas. Hace meses que la organización venía operando en Posadas y pudieron dar con ella cuando uno de los malvivientes le ofreció a un amigo del juez Marcelo Cardozo uno de los coches malhabidos, con un documento trucho que llevaba una firma falsificada del propio Cardozo. El magistrado alertó sobre la maniobra y empezaron las averiguaciones.
La semana pasada cayeron los primeros sospechosos, entre ellos el presunto cabecilla local de la gavilla, el productor de seguros Luis Marcelo Ullón. Este hombre es apuntado como quien aseguraba los coches, terminando de sellar el blanqueo, que se iniciaba cuando al comprador le entregaban el oficio trucho.
Fuentes ligadas a la investigación confiaron que Ullón habría dicho que quien proveía de esos documentos falsificados era una persona que se presentaba como “fiscal” o supuesto “funcionario judicial”.
Por eso se siguieron todas las líneas posibles, incluida la de una “conexión interna” dentro de la estructura judicial, para determinar si había alguien que “asesoraba” a la banda.
Como no se descartó ninguna hipótesis, hasta se sigue investigando la versión que indica que podría haber un hombre de la Justicia involucrado.
Los informantes explicaron que los oficios que utilizaba la organización eran tan burdos que ni siquiera se parecían a los verdaderos. Lo mismo las firmas. De ahí que dudan de que alguien los haya asesorado en la confección, porque de ser así al menos se hubieran parecido un poco más a los oficios reales.
Hasta ahora no se sabe nada de los dos prófugos que tiene la causa. Serían eslabones clave de la cadena que hacía rodar la organización.
Hay tres detenidos. Los dos primeros (Ullón y Cristian Acuña) fueron apresados la semana pasada. El tercero, el miércoles; se trata de un hombre de 30 años, empleado del Tribunal de Cuentas, amigo de los otros investigados. Será indagado probablemente este viernes por el juez de Instrucción Siete, Carlos Jorge Giménez.
Nadie reclamó aún los vehículos secuestrados. Son cinco, pero buscan más.
