Cuestionan en Paraguay la contaminación ambiental de Alto Paraná

Celulosa Puerto Piray es cuestionada por vecinos por falta de tratamiento de efluentes y utilizar cloro elemental en el proceso de elaboración de la pasta para papel.

Esta fábrica lleva décadas trabajando, y a lo largo de todo este tiempo cambió de dueños en varias oportunidades, e incluso fue cerrada por las autoridades ambientales por sus prácticas contaminantes.

En cuanto a la celulosa Alto Paraná, es cuestionada por ambientalistas y vecinos por contaminar el agua y el aire y por destruir bosques nativos para sustituirlos con cultivos de pino.

Pobladores de la zona, incluso de la costa paraguaya, en el distrito de Carlos Antonio López (Itapúa), denunciaron que frecuentemente se sienten en el aire los vapores químicos que emite la usina térmica existente en Piray.

Alto Paraná tiene en Puerto Piray un aserradero donde procesaría unas 500 toneladas de madera de pino por día para fabricar tableros conocidos como MDF, por sus siglas en inglés: Medium Density Fibreboard.

Este tablero consiste en un aglomerado elaborado con fibras de madera que previamente han desfibrado y eliminado la lignina (cemento natural que mantiene unida la madera) y aglutinadas con resinas sintéticas mediante fuerte presión y calor.

Los desechos químicos de esta planta van a parar al río Paraná a través de dos pequeños arroyos que desembocan en su cauce.

ABC intentó hablar con el gerente de la firma celulosa Puerto Piray, que según los encargados de seguridad es un ingeniero de nombre Juan Soraz.

«La primera ocasión que nos presentamos nos hizo decir que estaba en una reunión y no podía atendernos. En una segunda ocasión la respuesta fue que no estaba en condiciones de ofrecer una entrevista», señaló el cronista.

Celulosa Puerto Piray pertenece actualmente a una empresa de capital chino que se instaló hace dos años en el lugar.

También procuraron hablar con algún responsable de la planta fabril Alto Paraná, propiedad de la Celulosa Arauco, de capital chileno. Allí intentaron sacar fotos de la planta, ante lo que fueron impedidos por personal de seguridad.
cauces

La fábrica MDF, que opera en Puerto Piray «sería la principal responsable de la contaminación del aire, el agua y el suelo en la zona, ya que libera al aire gases productos de la combustión de una usina térmica que alimenta con energía al aserradero y la planta fabril», señala el medio del país vecino. Además, tira efluentes químicos a las aguas del río Paraná a través de dos pequeños arroyos –uno de ellos es el San Lorenzo, ubicado en el interior de su propiedad.

Los gases que son lanzados al aire durante las 24 horas llegan incluso hasta la costa paraguaya, según denuncias de pobladores del distrito Carlos Antonio López, departamento de Itapúa.

“El olor y la picazón en la garganta suelen ser frecuentes, cuando la corriente del viento viene hacia acá arrastra los gases y resulta muy molestoso”, dijo un funcionario de la Dirección Nacional de Migraciones en el puerto de Carlos Antonio López.

De acuerdo a las denuncias de pobladores y viajeros que cruzaron la frontera en este punto, las empresas madereras contaminan con desechos químicos y hasta restos sólidos el cauce hídrico.

El director de Salubridad y Ambiente de la Municipalidad de Encarnación, Victoriano Vázquez, informó que solicitará informes sobre la calidad del agua a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), tanto de la costa paraguaya como de la argentina.

“Dada la gran masa de agua que arrastra el caudal del río y la distancia a la que estamos, 200 kilómetros, es probable que en nuestras costas no se detecte la presencia de elementos contaminantes. De hecho, la EBY monitorea constantemente las aguas y de detectarse contaminación se sabría”, dijo Vázquez.

Añadió que, atendiendo la condición de río compartido por dos países, la entidad paraguaya que debería interesarse en ver cómo están las condiciones del agua en la costa vecina debería ser la Secretaría del Ambiente (Seam), que depende del Gobierno nacional.

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