El secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk asegura que el desafío en la Argentina “es transformar la escuela que estaba ideada como un mecanismo de selección social, por una escuela que funcione como un mecanismo de integración y promoción social, en la que a la vez los docentes realicen la tarea de enseñar, y los chicos la suya de aprender y formarse”.
«Antes para integrarse a la sociedad era necesario apenas saber los números y las letras, ni siquiera completar la primaria. Hoy es necesario cada vez mas tener acceso a la secundaria para formar trabajadores, construir valores ciudadanos y posibilitar la movilidad social ascendente, es decir que gran cantidad de jóvenes llegue a la educación superior», explica.
Los críticos del sistema advierten que esto conlleva al facilismo…
Facilismo es lo que piensan los liberales. Ellos piensan que está bien una escuela para pocos. Argentina podría tener hoy una extraordinaria escuela para la mitad de la población. Pero el desafío es que sea para todos, en principio porque es un derecho, y en segundo lugar porque nosotros creemos que es hacia donde va el mundo. Una escuela donde cada vez más años estén los chicos formándose.
La inclusión no la entendemos solo con ir a la escuela, sino por ir a la escuela y aprender. Sino cómo se explica que entreguemos netbooks, si quisiéramos que solo vayan a la escuela, los edificios no tendrían nada. Serían como un desierto. Pero en las escuelas distribuimos netbooks y capacitamos a los docentes en su uso. ¿Para qué compraríamos libros si no quisiéramos que los chicos lean? Este año terminamos de distribuir 80 millones de libros. La idea de inclusión que tenemos es de inclusión con calidad, no queremos que los chicos pasen por una puerta de la escuela, sino que aprendan. Para eso hay capacitación docente, paritaria docente, hay nuevos edificios o refacción de los existentes. Hay planes de mejora institucional, hay radios escolares, etc.
¿Cómo será el cambio de sistema en la evaluación de la calidad educativa?
Hay muchas provincias que están pensando en nuevos sistema de evaluación, por ejemplo que las previas no se rindan después de las vacaciones de invierno, sino antes de salir. O la apertura de más mesas de examen. En Buenos Aires se está planteando que las previas no las tengas solo que rendir, sino cursarlas obligatoriamente. Por ejemplo si en tercero tengo una previa de matemática de segundo, tengo que ir todos los sábados a cursarla. Así que no solo que no es mas fácil, sino que te obliga a más esfuerzo.
¿Los docentes deben aggiornarse?
El desafío es poder interesarnos por el consumo cultural y los códigos de los jóvenes. No significa que nos tiene que gustar lo mismo que a los chicos. No hablamos de muchachismo, pero tenemos que saber que música les gusta, que literatura, que programas de televisión les gusta. Esto para poder construir códigos comunes, motivarlos, tenemos que saber que les pasa a ellos, para que a ellos les pueda gustar lo que yo les quiero transmitir, que es la materia para la cual me designó la sociedad.
En 2015 hay elecciones y la oposición apuesta a un cambio de modelo educativo, entre otras cosas. ¿Qué puede suceder?
Yo creo que no va a haber un cambio de modelo, porque el pueblo sabe lo que vino acompañado con este modelo. Era impensado hace 10 años que todos los chicos de la Argentina iban a tener una netbook, que los docentes iban a tener que enseñar más con esa herramienta. Ese el problema ahora. Hace diez años no había libros en las escuelas, y el problema que hay ahora es que los libros que están y hay que usarlos. Pero es un mejor problema que aquel. Hoy tenemos un mejor problema y es que tenemos que hacer que todos vayan a la secundaria. Es un mejor problema que el que teníamos antes que era que los jóvenes no querían ir. El pueblo va a saber defender eso, los libros, las netbooks, los planes de mejoras, los centros de actividades juveniles, el parlamento, la jubilación o el mercado interno.
También creemos que cualquier otro modelo tiene que explicar cuando dice que va eliminar por ejemplo las retenciones, de donde va a sacar el dinero. Pero como no va a tener de donde sacar, lo que tiene que decir es que va a tener que dar de baja las políticas sociales, porque el Estado funciona con recaudación. Y sacar cosas puede ser por ejemplo rutas, jubilaciones, pensiones, escuelas, planes de viviendas o fomento a las economías regionales. Creemos que el pueblo va a entender y defender esto que son sus derechos.
