Malosetti el músico que quiso ser “soldado” de niño y ahora navega en los sonidos del chamamé

El bajista, guitarrista, baterista y compositor Javier Malosetti es uno de los músicos mas reconocidos y premiados del jazz argentino. En la jornada de hoy dictó una clínica para músicos misioneros, pero antes hablo de su vida y su re-encuentro con el chamamé, al que consideró una “música más que sofisticada”.

Javier Malosetti, músico. Radio Libertad

Javier Malosetti se mostró feliz por poder venir a dar una clínica y no de hacer un show, explicó que esto le permite intercambiar sobre conceptos técnicos e ideas musicales y discutir con músicos y estudiantes misioneros. Recordó que hace mucho dejó la docencia y las clínicas para dedicarse a la banda y valoró que pueda volver a “esa cosa tan linda que es reunirme con músicos y estudiantes para intercambiar ideas”.

El músico explicó que está incursionando en el conocimiento de la música del litoral, se reconoció amante de la música de don Isaco Abitbol y hasta “grabé de forma irresponsable una versión de Cachito campeón de Corrientes, con aires de blues sureños”. Explicó que de chico se trataba de un arte menor al chamame, por lo que el creció con esa idea.

En la actualidad volvió a encontrarse con el chamamé gracias a que cerca de donde vive hay una radio barrial que se dedica a la difusión de la música del litoral. “Cuando con el auto llegó a la autopista pierdo la señal, por lo que esas 20 cuadras son mágicas” expresó el músico. Que contó que “la locutora habla en Guaraní y a veces invitan a artistas a hacer música en vivo”.

Planteó que “a partir de eso entre a adentrarme en el lenguaje musical y en todo el imaginario del Chamamé, me parece una música de lo más sofisticada. Rítmicamente tiene los elementos que tienen los elementos que tienen las músicas más grosas como el Jazz, tiene esa corchea que es imposible de pasarla al papel y solamente la asimila alguno que le da, al que no le da solo se pone a bailar y al que no le da de ninguna manera se queda afuera”.

Valoró este estilo de música y planteó que “es una música que no se escribe, se siente, se conoce de mamarla durante muchos años. Pasa lo mismo que en los folklores del mundo que tienen algo en el ritmo imposible de pasarlo al papel”. Explicó que “estoy disfrutando de esta música, con mucho respeto y desde afuera, porque entiendo que a las cosas que tienen una raíz tan poderosa  hay que sumarse si te dejan”.

Escuchar el Chamamé para él “es nutrir el alma de algo nuevo para uno con un lenguaje para descubrir”.

Sobre la idea de implementar el “Día del músico” en la fecha del nacimiento de Luis Alberto Spinetta, Malosetti opinó que esto se da porque “nadie se opuso”. Recordó que esto se ha dado con muchísimos otros músicos anteriores en la Argentina “nos pinta esa demagogia y ese oportunismo cuando alguien muere y uno vende más discos y vienen los homenajes en vez de venir en vida”. Consideró que con los otros habrá habido un grupo que se opusiera y eso lo fue frenando.

En cuanto a su vida como músico, recordó que su familia “era como los locos Adams” porque su padre que era blusero traía a sus amigos a hacer música a su casa y siempre “había personajes de lo más variopinto en la casa”. Esto marcó que en ningún punto de la vida quiso ser músico, sino que fue fluyendo la vida y esta lo llevo donde está, uno de los mejores bajistas del país, pero multi-instrumentista porque compone, canta, toca la guitarra y la batería.

Malosetti recordó con humor que de chico “quise ser soldado pero mi madre me dijo que si era soldado me iba a romper el c… a patadas. Entonces dije que iba a ser cura y todo mal, pero eso me duro un día”. Recordó que el amaba quedarse pasada la medianoche escuchando la radio en su cama y veía que podía seguir el ritmo de la música tocando con sus manos sobre la radio de plástico que tenía en sus manos.

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