El agua es la base de la vida. Existen seres vivos que pueden vivir sin luz y hasta sin oxígeno, pero ninguno puede vivir sin agua. El 60 % de nuestro organismo está compuesto por agua.
Además del agua que bebemos del grifo o de la botella, el agua ingresa en nuestro cuerpo a través de otras formas: refrescos, cerveza, infusiones, leche y derivados, zumos y otros alimentos (frutas, verduras, etc.).
¿Cuánta agua debemos beber?
La cantidad diaria de líquido recomendada para un buen estado de salud es de 2 a 3 litros diarios, de los cuales la mitad debe ser agua. La ingesta de líquidos debe repartirse a lo largo del día, siendo aconsejable beber antes de acostarse y después de cada vez que se orina por la noche, y también al levantarse. En ambientes calurosos es muy importante beber agua frecuentemente.
Deshidratación
Los ancianos y las personas que toman medicamentos «para los nervios» (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc.) son muy propensas a la deshidrataciónSeñales de deshidratación, por lo que en caso de ola de calor deben ser objeto de especial atención y tomar agua aunque no se tenga sed: un mínimo de un vaso cada 2 horas, y bebidas frescas sin alcohol. Las bebidas alcohólicas (tinto de verano, cerveza, etc.) son diuréticas, es decir, provocan aumento de la cantidad de orina y, por tanto, favorecen la deshidratación. Las bebidas con cafeína también son diuréticas y, por tanto, deben evitarse.
Los niños también tienen riesgo elevado de deshidratación, por lo que se les debe ofrecer agua frecuentemente y siempre que se despierten durante la noche.
Cuando hay deshidratación los medicamentos están más concentrados en la sangre y aumentan sus efectos indeseables. Por este motivo, si existe deshidratación, el médico inmediatamente debe ajustar las dosis de los medicamentos.
