Política energética, represas y plebiscito trucho

Escribe Héctor Jorge Velázquez, senador MC, UCR.

SENADOR DE LA NACION (M.C.)

U.C.R.   DISTRITO MISIONES

 

 

Hemos luchado mucho para lograr la democracia en tiempos de la dictadura. Quizás debiéramos contarles a nuestros hijos y nietos lo que fue la CODELIM, por ejemplo. Muchas veces arriesgando nuestras vidas.

Lo hicimos porque soñábamos con una democracia verdadera y por viejos ideales, en nuestro caso desde la UCR, la vieja causa nacional. Desde tiempos de Yrigoyen entendimos que la soberanía energética era estratégica para el futuro de nuestra patria, y fue así que creamos la primera petrolera estatal del mundo: YPF, orgullo y modelo para todos los países americanos. Los intereses extranjeros conspiraron históricamente contra la continuidad democrática; y uno de los episodios más tristes fue el derrocamiento de un gran Presidente Radical como lo fue Don Arturo Umberto Illia. Las petroleras fueron artífices fundamentales porque en aquella época entendimos que debíamos recuperar el monopolio estatal de los hidrocarburos, y habíamos anulado contratos petroleros que considerábamos contrarios al interés nacional.

En la historia más reciente, con Raúl Alfonsín relanzamos con gran convicción el Proyecto Yacyretá. Yo orgullosamente formé parte del gobierno de ese gran demócrata, y participé en las decisiones de estado desde mi cargo de Senador de la Nación. No nos equivocamos; y una grave crisis energética fue uno de los disparadores del verdadero golpe cívico por el cual otro gran Presidente no pudo terminar su mandato constitucional.

Aquí en Misiones, nuestro Gobierno Radical luchó con gran carácter y determinación para construir la Represa de Uruguaí. El tiempo demostró haber sido una gran decisión de nuestra parte, salvando a Misiones de un verdadero colapso energético en la década del 90. Recuerdo los argumentos que repetían algunos interesados, y algunos otros mal informados, en contra de este emprendimiento. Muy parecido a los que se escuchan ahora contra otras obras hidroeléctricas.

Lamentablemente muchos dirigentes de mi centenario Partido, han abrazado una postura que contradice nuestra posición histórica provincial y nacional. Afortunadamente no son todos, pero sí la mayoría de aquellos que detentan cargos nacionales y provinciales en representación de la UCR misionera.

Las cuestiones de estado deben separarse de las estrategias electorales. Y en este caso se cae en el más imperdonable de los pecados que un dirigente político que se precie de estadista puede cometer: no consultar la opinión de los expertos. No he escuchado a NINGUNO de los profesionales que son serios e idóneos para opinar al respecto, sostener las argumentaciones de los militantes anti-represas.

Ahora vemos a esos activistas anti-represas publicitar el apoyo de la UCR a un engañoso plebiscito que durará un mes. Esto es un absurdo desde todo punto de vista: existe una LEY que obliga a una consulta obligatoria y vinculante previa a cualquier decisión sobre la eventual construcción de alguna represa en territorio provincial.  Pero también existe un Tratado Internacional que establece un procedimiento bien definido, con un Estudio Binacional sobre la Factibilidad de los lugares seleccionados previamente mediante otro Estudio anterior. Comencemos respetando las leyes; y cuando se concluya con el proceso establecido por ellas… decidamos libremente.

Este plebiscito ES TRUCHO, y la UCR no puede apoyar esta maniobra. En todo caso que le digan claramente a la opinión pública que quieren ejercer presión; porque cuando más tiempo transcurre, y más se informe la gente, saldrá a la luz la verdad objetiva: que las represas son la única energía renovable de magnitud importante y que Misiones debe apostar a ellas para asegurar el desarrollo socioeconómico de las generaciones presentes y futuras.

El fin no justifica los medios. No se puede mentir para apoyar una causa que supuestamente es justa.

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