El IFAI lleva adelante la validación técnica de la jatropha en el instituto Gentilini

Con el objetivo de hacer una validación técnica del cultivo de la jatropha, se realiza una experiencia con plantines de semillas y estacas en diferentes tipos de suelo y manejo, en el instituto Salesiano Pascual Gentilini, en el municipio de San José. La iniciativa se lleva adelante a través de un convenio, firmado en diciembre de 2012, entre el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI) y el establecimiento educativo.

Hasta el momento, en el caso de las semillas se observó que la planta dará sus primeras floraciones y frutas a los cuatro años. Mientras que las estacas ya han mostrado los primeros brotes y floración. A través de esta experiencia se busca registrar cómo es el proceso productivo, la selección del terreno y preparación del suelo, los métodos de siembra, las labores de cultivo, cosecha y manejo post cosecha.

Entonces, una vez que se conozca estos procedimientos y cómo transmitir los conocimientos a los productores, se pretende empezar a trasladar las plantas a las chacras misioneras. La idea es avanzar en forma progresiva, para extraer de sus frutas aceite que se transforme en biocombustible para motores diesel. El trabajo con productores podría iniciarse en el próximo ciclo productivo, es decir en la primavera de 2015. Se arrancaría con un grupo en determinados lugares, luego se irán incorporando otros y se expandirá la superficie de producción.

Paso a paso

Se optó por hacer esta práctica en San José, debido a que –hace unos años- el gobierno distribuyó plantines de jatropha en las chacras misioneras pero por varios factores como: descuidos, manejo inadecuado y las heladas no se pudo obtener una plantación uniforme. A través del convenio, el colegio Gentilini cedió 500 hectáreas para hacer la prueba, de esa superficie 380 son aptas para el cultivo. Por su parte el IFAI desarrolla las prácticas de cultivo para no repetir los errores que en la primera etapa afectaron a la planta.

A principio de 2013 se acondicionó el suelo y entre febrero y marzo se plantaron los plantines obtenidos a partir de semillas. Después se llevaron a campo las estacas enraizadas y sin raíces. Antes del invierno, estas plantas fueron podadas casi al ras del suelo para protegerlas del frío y, al mismo tiempo, darle forma para que crezca robusta. Estas labores tienen como objetivo que no supere los dos metros de altura y desarrolle así abundante ramas, eso facilitaría el manejo. Además, se consigue una mayor floración y frutas.

En poco más de un año, la iniciativa reveló que en zonas anegadas el crecimiento de la planta no es el óptimo, porque es propensa a padecer hongos y otro tipo de plagas. En el último invierno, la estrategia contra el frío fue dejar crecer la maleza entre las líneas para protegerla. “En el Gentilini estamos haciendo un proceso de experimentación. Hay cultivos en zonas altas, llanuras y en zonas bajas anegadas. La idea es probar  y así conocer donde se registra el mejor rendimiento”, explicó el presidente del IFAI, Ricardo Maciel.

“La bibliografía indica que la semilla de jatropha posee un alto contenido de aceite. Esto representa una posibilidad muy importante para el futuro de nuestra provincia, la producción de biocombustibles. El biodiesel de jatropha sirve para todos los vehículos diesel. Si bien existe una ley que prohíbe comercializarlo, nuestros colonos pueden producir la planta, cosechar la fruta y tener biodiesel disponible para sus vehículos. Para ello se construyó la planta en Candelaria que ya hizo ensayos”, detalló Maciel.

 

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