Hace 16 años que una escuela de Claypole apadrina a otra de Iguazú

La Escuela Secundaria Nº4 del barrio Don Orione de Claypole, en Buenos Aires, lleva 16 años apadrinando a la Escuela Nº 200 San Ignacio de Loyola, de Puerto Iguazú, en Misiones.

Desde entonces cientos de estudiantes, especialmente del bachillerato para adultos tuvieron la posibilidad de embarcarse en este proyecto solidario y cultural que les permitió, además de ayudar, viajar y conocer la bella tierra colorada y las Cataratas del Iguazú.

El profesor Eduardo Colman, ex secretario de prensa y Difusión y de Cultura del Municipio de Almirante Brown y ex Secretario de Gobierno de Iguazú, fue quien inició esta tarea a través de un trabajo comparativo entre la obra del escritor Horacio Quiroga que vivió en Misiones, y de Marcelo Moreyra, maestro de monte, docente de la escuela 200, destacado artista plástico y consagrado escritor y coordinador de escritores del Mercosur con sede en Iguazú.

El proyecto que tuvo un inicio netamente cultural y educativo, pronto incorporó el aspecto social y solidario. “En 1999 realizamos el primer viaje con una delegación compuesta por alumnos, docentes y miembros de la comunidad; el choque fue muy fuerte, ahí los alumnos comprendieron que había mucho por hacer y la directora de Escuela 200 de entonces, Marcelina Antúnez, nos invitó a ser los padrinos desde Buenos Aires; aceptamos y desde entonces, con el apoyo del ex director Osvaldo Pereyra, y de las sucesivas autoridades; el proyecto fue creciendo en trabajo y compromiso entre ambas comunidades”, dijo el profesor Eduardo Colman, coordinador general del proyecto.

El próximo 29 de octubre se cumplirán 16 años de padrinazgo ininterrumpido. “Como todos los años llevaremos la ayuda, producto de la colaboración de mucha gente y de algunos comercios de la zona. Hoy no resulta fácil encarar el viaje por los altos costos de los pasajes; pero lo haremos”, dijo Colman.

Cabe señalar que oportunamente el Municipio de Almirante Brown declaró a este proyecto educativo solidario de interés municipal.

Para solventar los gastos y reunir la ayuda, la comisión del padrinazgo realiza peñas, festivales y torneos de truco, rifas y comidas. Ahora se incorporó al proyecto La Capilla San Cayetano, enclavada en un barrio de Iguazú cercano a las barrancas del Río Paraná. En febrero de este año la comisión del padrinazgo y ONG llevaron la primera ayuda que fue recibida por la Coordinadora de la Capilla Elba Prituluk.

“Para nosotros la experiencia del padrinazgo ha sido una verdadera escuela de formación, porque uno aprende a trabajar en equipo, ser solidarios y a resolver distintas situaciones, es muy linda experiencia y a todos nos emociona y sensibiliza”, dijo Analia Salcedo, integrante de la ONG y coordinadora de los ex alumnos. “Yo tenía ocho años cuando comencé a colaborar atendiendo un kiosquito de golosinas en peñas, siempre me gustó ayudar y además es una oportunidad de viajar a misiones que están linda y compartir la experiencia de una con los chicos de la escuela 200 y ahora una ONG”, dijo Florencia Colman.

Para consolidar la iniciativa, ahora conformaron una ONG para continuar con el proyecto apadrinando a la Escuela Nº200 y ahora también la Capilla San Cayetano. “Precisamente este año llevamos una importante ayuda a la institución religiosa, ropas, calzados y alimentos, útiles, cuadros e imágenes del San Luis Orione, patrono de la ciudad de Claypole”, dijo Colman.

La solidaridad no se detiene y en poco tiempo otra vez una delegación estará visitando a la Escuela Nº 200 que dirige Marta Rojas y a la capilla San Cayetano. Hoy la Escuela Nº 4 es conducida por el docente Daniel Zaraté que brinda todo su apoyo institucional al proyecto; así como a otras iniciativas en beneficio de la comunidad educativa de EES, Nº4.

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