Rosario Central eliminó a River por penales y accedió a las semifinales

De esta manera los riverplatenses se despidieron del torneo sin victorias ni goles a favor ni en contra, mientras que los rosarinos, a los que se les viene una seguidilla exigente en la competencia local frente a Boca Juniors y Newell’s Old Boys en el clásico, esperarán por el ganador de cuartos entre Argentinos Juniors y Estudiantes de Buenos Aires para conocer a su rival en semifinales.

Este cruce de cuartos de final tuvo posturas diferentes de antemano, algo que quedó claramente explicitado en las formaciones.

Es que River, ya clasificado a la Copa Libertadores 2015, presentó una alineación integrada por un solo titular como el volante derecho Carlos Sánchez, evidenciando que de los tres frentes en los que está inmerso, la Copa Argentina es el tercero en orden de preferencias.

Así, pensando en la Copa Sudamericana y el campeonato local que lidera, el técnico Marcelo Gallardo les dio rodaje a algunos jugadores de interesante futuro como el volante central Guido Rodríguez, el enganche Tomás Martínez y los delanteros Giovanni Simeone (su padre Diego estuvo presenciando el partido) y Sebastián Driussi, junto al marcador central Emanuel Mammana.

Por el lado de Rosario Central, en cambio, el entrenador Miguel Angel Russo, conciente de que su equipo está lejos de los puestos de vanguardia en la competencia local, apostó a los titulares pensando en la Copa Argentina como la alternativa a mano para atenuar el descontento existente en el ámbito «canalla» por la floja campaña en primera división.

Así planteadas las cosas, el desarrollo entre la experiencia de un lado y la juventud del otro, terminó derivando en un primer tiempo de pobre desarrollo, muy similar al de la víspera entre Huracán y Estudiantes de La Plata, en otro partido de los cuartos de final.

Y tan parecido fue que hasta hubo una acción de riesgo solamente frente a los arcos en los 45 minutos iniciales.

Anoche, el que la malogró fue el joven «pincharrata» Joaquín Correa y hoy el «Cholito» Simeone, que a los 28 minutos tomó un centro de Bruno Urribarri y su disparo se estrelló en el travesaño.

La segunda mitad tuvo pocas diferencias en su contenido, puesto que en el primer tramo ambos equipos se animaron un poco más, jugándose, aunque sin asumir demasiados riesgos, sobre todo Central, en pos de la victoria.

Pero contrariamente a lo imaginado, el que buscó más a través de las variantes en el final del juego fue el conjunto rosarino, pero como le ocurre en la competencia local, la falta de claridad fue determinante para que las cuentas quedaran en cero.

Ni siquiera el tiro del final le salió a Sebastián Abreu cuando en el descuento el arquero Julio Chiarini le tapó un mano a mano cuando le quiso picar la pelota al arquero.

Y por el lado de River, como es habitual en esta Copa Argentina, con equipos alternativos empató su tercer partido (los anteriores ante Colón y Ferro Carril Oeste) consecutivo y tuvo que definir desde los 12 pasos.

Y en esa historia siempre surgen los héroes circunstanciales. En este caso hubo dos: el arquero Mauricio Caranta, que le atajó el remate a Bruno Urribarri (había definido el primer cruce frente a su ex equipo, Colón) después de convertir el suyo, y el inefable Sebastián Abreu, a quien siempre el destino le reserva el lugar de los elegidos para el disparo final, aunque esta vez no la picó.

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