Juan Alberto Batista (37), el hombre acusado de haber manoseado a dos nenas y a dos chicas con retraso madurativo en el hogar que entonces dirigía su esposa, aceptó ser condenado a una pena de tres años de prisión en suspenso. No es la primera vez que acepta su culpabilidad, pero en la anterior ocasión pidió pagar por lo que había hecho haciendo trabajos comunitarios. Sin embargo, en esa oportunidad la “probation” fue rechazada.
Los hechos sucedieron en 2011 en el Hogar Mitad, que depende de la Municipalidad de Oberá. Da contención a menores víctimas de abuso y todo otro tipo de violencia doméstica y a chicos con problemas familiares. Casi siempre, van a parar allí por decisión de la Justicia.
De acuerdo con la acusación que pesa en su contra, el h manoseó a dos niñas de 5 y 11 años y a dos chicas de 17 y 18, que presentan discapacidad. Todas, con ayuda de profesionales, confirmaron que el hombre había abusado de ellas.
Si bien la denuncia llegó a detallar que el acusado había sometido carnalmente a las víctimas, esto no se pudo probar.
También se dijo en su momento que un hijo de Juan Alberto también había participado en los ultrajes. El adolescente tenía 15 años al momento de que salieran a la luz los hechos.
El denunciado estuvo preso menos de una semana y le dieron la excarcelación. Su mujer fue suspendida y luego removida de la dirección del hogar. Pasó a trabajar entonces en otra área de la Municipalidad.
Testigos que declararon en la instrucción de la causa indicaron que las chicas le contaron a la entonces directora del hogar lo que había pasado, pero que nunca les hizo caso.
La figura penal que le endilgan a Juan Alberto es la de “abuso sexual simple”. Su abogado acordó la pena con la fiscal Estela Salguero de Alarcón. Ahora el Tribunal Penal de Oberá, conformado por los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero deberán definir si homologan el acuerdo.
Volvió a declararse culpable el hombre acusado de manoseos en el Hogar Mitad de Oberá
