Enrique Müller:“El nuevo Código Civil hace eje en la igualdad, en la libertad y en la ética de los vulnerables”

El director de la Diplomatura en Derecho y Gestión de Áreas Naturales Protegidas, Enrique Müller -abogado, ex juez en Santa Fe, y profesor de Derecho Civil en la Universidad Nacional del Litoral y de Ciencias Jurídicas en la Universidad Católica de Santa Fe- se refirió en la entrevista con Misiones Online a la aprobación reciente de la reforma del Código Civil y Comercial de la Argentina, de la cual fue protagonista, redactor junto a otros notables profesionales en los aspecto de Persona Jurídica. “Este nuevo Código Civil fue uno de los más discutido de la Argentina, ya que la Comisión Redactora convocó a participar a más de 70 notables juristas y profesionales de las universidades del país, es totalmente federal, desde lo técnico y específico, con perspectivas enormes a futuro”, aseveró.

 

 

Para Müller, una de las cuestiones fundamentales que tiene el Código Civil es que rige la vida de todos los argentinos en temas que hacen a la cotidianeidad. “Esta reforma es muy importante porque cambiará la perspectiva a todo el mundo a partir de la circunstancia de que habla de la constitucionalización, de la igualdad real, busca por todos los medios defender la ética de los vulnerables. Con éste código, se pretende simplificar en adelante las cuestiones que hasta el momento se presentaban complejas desde nuestra perspectiva; y hacerlo desde una visión de igualar en el sentido de la oportunidad que tenemos que tener todos de decir el derecho que pensamos que debemos aceptar y vivir”.

 

 

La reforma, con 2.671 artículos, afecta el día a día de las personas en temas importantes como ser el matrimonio igualitario y unión convivencial, el divorcio exprés, acuerdos prenupciales, comienzo de la vida (el artículo 19 establece que «la existencia de la persona humana comienza con la concepción». Se eliminaron las figuras que consagraban la fecundación post mórtem y la maternidad subrogada, por ejemplo), adopción, nombre y apellido de las personas, sociedades comerciales, responsabilidad del Estado (los casos prescriben a los tres años y cada provincia emite sus normas), la pesificación de los contratos, la propiedad comunitaria indígena (se define como el “derecho real que recae sobre un inmueble rural destinado a la preservación de la identidad cultural y el hábitat de las comunidades indígenas”), entre otros puntos que fueron debatidos durante el proceso. Además regulará nuevas formas de contratos: arbitraje, agencia comercial, concesión comercial, franquicias, leasing, e incluye nuevos temas relacionados a la protección del ambiente, derechos del consumidor, contratos electrónicos, sociedades de un solo socio, etcétera.

 

 

“Hoy todo esto no son enunciaciones filosóficas, son enunciaciones reales. De alguna manera, lo que se vuelca en este nuevo Código Civil es lo que ha sido la perspectiva de 30 años de estudio por parte de todos los operadores jurídicos: desde Tribunales, desde la doctrina de los estudiosos y académicos del país, y también desde aquellos que todos los días de a pie hacen un mejor derecho, que son los abogados”, dijo.

 

 

Asimismo, Müller consideró que “para la gente, el cambio notable se dará en las regulaciones que se tendrá en adelante, en cada uno de los campos que hacen al Derecho Civil, ya que hará más pragmática la vida de cada uno de nosotros. Lo que se trata es de buscar razonabilidad, practicidad, eficacia, y que el tiempo no devore los ánimos de nadie en el altar del derecho”.

 

 

Con respecto al ejercicio de los abogados, esta herramienta también los “obligará a volver a estudiar todo de nuevo, lo que es muy bueno. Una de las perspectivas que tiene el Derecho es que de alguna manera, por lo nuevo, lo viejo, o por lo que vendrá, siempre hay que estudiar. Ahora un poco más”, opinó.

 

 

Federal, ético y simplificado

 

Enrique Müller participó en forma activa en la redacción de la reforma del Código Civil de todo lo relacionado a Persona Jurídica, junto con el doctor Edgardo Saux (Universidad Nacional del Litoral) y el doctor Ricardo Nissen.“El proyecto de 1998 es el que hace base para esta modificación y abrió un nuevo proceso de discusión para mejorarlo” porque “se federalizó ya que todas las comisiones fueron integradas por distintos juristas del país. La idea central estaba en la conformación de un código que sea lo más humanamente posible entendida por los ciudadanos”, dijo el jurista. Entonces esto significa, “recoger toda la historia, 30 años de historia, donde por influjo de la labor de abogados y de la doctrina vamos conformando conclusiones y modificaciones que se tiene que dar en el Derecho”, analizó el letrado.

 

La dirección de este nuevo Código Civil estaba a cargo del titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, miembro de este Tribunal, y por una ilustre catedrática del país jurista Aída Kemelmajer de Carlucci, destacó el abogado.

 

Finalmente, sostuvo que “se logró un Código de simplificación, que pretende estar aggiornado a lo más nuevo del derecho, en lo que la gente pretende, busca y quiere que sea el Derecho. Además, este Código hace una importante finca en los deberes morales y en la dignidad de las personas. Por eso uno advierte que se discute, que hay posiciones encontradas, pero esto es normal. Pueden haber mil maneras de ver el Derecho, cada uno lo puede interpretar de manera distinta según los intereses, pero si la mirada uno la tiene puesta en la gente, la igualdad, en el reconocimiento de la libertad y  en la ética de los vulnerables, con este Código nos vamos a equivocar mucho menos”, aseveró en la entrevista.

 

Por otra parte, aclaró que “se debe tener en cuenta que este nuevo Código es una obra humana,  por lo tanto es posible que tenga imperfecciones, nadie descarta esta alternativa. Pero  también es una ley, lo que esta mal podrá ser modificada”, advirtió.

 

 

Derecho Ambiental, nueva perspectiva

 

Finalmente, el especialista santafecino se refirió a los cambios que se generan con el nuevo Código Civil, en un momento particular del Derecho Ambiental. “Para que las resoluciones que tomen los jueces tengan buena cabida, se requieren de muchas cosas: en primer lugar, los jueces tenemos que estudiar. En segundo lugar, hay un cambio enorme en como tenemos que analizar esto problemas y sus perspectivas; y en tercer lugar, el Estado nacional dicta normas de protección ambiental mínimas, pero en circunstancias donde las provincias tienen derechos sobre sus recursos naturales. Por ello, hay que tener en cuenta todo el conjunto, verificar como juez qué tengo que resolver y dónde tengo que mirar. A la Corte Suprema de Justicia se le debe moral de presidencia ante la perspectiva particular sobre el Derecho Ambiental, los fallos marcan jurisprudencia a todas las cámaras y jueces; por lo tanto, si se presenta un caso que me diferencia de la Corte, tengo que tener un fundamento”, dijo.

 

En este sentido, Müller destacó la Diplomatura en Derecho y Gestión de ANP que se lleva adelante en Misiones. “Es un espacio excelente. Este curso es  un éxito en varios aspectos, pero uno -como docente- lo que hace con estos cursos es dar avisos a aquel que asiste, de manera que desde su área, su ámbito de acción, su disciplina, que participa en esta diplomatura, no solo se pueda llevar el conocimiento parcelado de aspectos centrales, sino una visión global de cómo tiene que instrumentarse esta cuestión. El Derecho tiene una cuestión fundamental en las ANP, y hoy este tema tiene que analizarse  desde un punto de vista globalizado. Tal vez sea ésta, como dice un sociólogo, la palabra más utilizada, menos entendida, más compleja y menos definida que exista: la globalización. Pero desmorona las estructuras internas de cada uno en función de una cultura distinta. Y esto también hace que uno tenga la posibilidad de ver los problemas desde otra mirada. Esto también lo tiene el Código Civil, una de las cosas fundamentales que tiene en sus declaraciones de Principios es que atiende a un punto central, que es la multiculturalidad argentina. No esta hecho para uno, esta hecho para todos”, reflexionó el docente.

 

De esta manera, concluyó en que “hoy el desafío de la responsabilidad ambiental en el campo de los daños, es entender que la responsabilidad esta en escala planetaria, porque si no salvamos al planeta, no nos salvamos nosotros. No tenemos otro lugar, es este mundo el que tenemos que resguardar”.

 

 

La Diplomatura en Derecho y Gestión de Áreas Naturales Protegidas se dicta desde abril en nueve módulos, una vez al mes, en la ciudad de Puerto Iguazú. Esta organizada por la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas  de la Universidad Católica de Santa Fe, la Fundación Reservas de las Misiones y la Asociación de Guardaparques de Misiones, con el apoyo de diversas instituciones y empresas.

Este viernes y sábado, además del doctor Müller, contó con las clases magistrales del especialista en Cambio Climático, César Galarza; el juez de la Suprema Corte de Justicia de Santa Cruz, Enrique Peretti, que se refirió a la valoración económica para la reparación de daños ambientales colectivos; el economista ambiental Aníbal Falbo y el delegado del NEA de la Administración de Parques Nacionales (APN), Andrés Bosso.

 

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Por Patricia Escobar

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