Eldorado de aniversario: la historia del dentista que atendió a dos presidentes argentinos

En sus memorias el doctor Carlos Engwald escribió: «Si mal no recuerdo, en la segunda década del siglo 20, el doctor William Lowe, padre de Roberto Lowe, ejercía su profesión de Odontólogo, con un éxito excepcional en Buenos Aires, en el edificio La Camona de 5 pisos, en la calle Maipú 39, de la cual era copropietario con varios socios.

Tal era su éxito profesional, que tenía todo un piso para su uso, dos consultorios completos, laboratorios de mecánica dental y demás.

Fue el dentista de dos presidentes de la República Argentina, pero dejó todo para instalarse en Eldorado.

A los 57 años tuvo que dejar por completo su carrera de cirujano dental, recibido en Inglaterra, por problemas de vista.

Y su amistad con mi padre don Carlos Emilio Engwald- quien era contador de Julio Schwelm, lo hizo interesarse por Misiones y dedicarse al cultivo de la yerba mate.

En sociedad con mi padre, formaron el yerbal Ilex que figuraba bajo el nombre de Engwald y Lowe.  Esta propiedad abarcaba unas 200 hectáreas, desde la avenida San Martín hasta la avenida Julio Schwelm (actualmente Fundadora). Iba en su frente desde el kilómetro 9 (avenida Córdoba) hasta el Km.8 (ex Diario Alto Paraná).

Posteriormente, el doctor Lowe amplió su emprendimiento en Eldorado, con la compra de 600 hectáreas cerca del Piray Guazú, lo que llamó “Las Mercedes”.

Amplió sus inversiones con la compra de un establecimiento yerbatero, propiedad del señor Ayala, llamado Puerto Palmas en Paraguay, a 80 kilómetros río arriba de Puerto Iguazú, cerca del puerto brasilero Puerto Méndez,  no lejos de los Saltos Guaira.

Luego compró 1.500 hectáreas en la Colonia de Lanus, cerca de Puerto Esperanza donde tiene su Establecimiento “Lowe Forestal”, hoy dedicado a la plantación de pinos. Y no conforme con esto tuvo la visión de poner una Concesionaria Ford, que fue la primera agencia de autos en Eldorado.

Comenzó comprando a los hermanos Deggener, un taller mecánico en el kilómetro 2 de Eldorado, que era el primer taller de ese tipo que se instaló en la colonia sin muchos vehículos aún.

Pronto adquirió de mi suegro, el señor Ludwig Byling, una parcela de tierra en el kilómetro 4, dónde se construyó la agencia Ford, que hasta ahora existe en el mismo lugar, pero con varias y sucesivas ampliaciones».

El doctor Ernesto Lowe  fue un visionario e infatigable emprendedor, inquieto por todo lo que tuviera que ver con el progreso de Eldorado.  Así es que fue el motorizador de la construcción del correo en el centro de la ciudad y la instalación de una cabina telefónica de larga distancia, que por radio, hacia posible comunicarse con Buenos Aires y otros lugares.

Instaló además la primera línea telefónica, desde la Agencia Ford en el kilómetro 4 hasta “Las Mercedes”, con estación intermedia en “Peteí Cué”, como se llegó a llamar la propiedad en el Kilómetro 9, dónde Don Roberto se construyó una casa que hoy es utilizada por el Juzgado de Paz.

La inquietud del doctor Lowe era constante, por lo cual construyó un secadero de Yerba modelo en “Las Mercedes”, y tambo lechero sofisticado en el mismo lugar.

Como buen inglés, nunca le faltó una tropilla de caballos con la que montaba con su familia casi diariamente.

El doctor Lowe cuando vino definitivamente a radicarse a Eldorado dejando su trabajo dental en Buenos Aires, trabajó mucho con sus herramientas odontológicas y su torno a pedal, con toda la gente humilde de su establecimiento y de otros lugares, sin cobrar un peso. Su personal siempre lo recordaba con mucho cariño. Lowe además era muy religioso y tenía todos los domingos unas horas bíblicas con todo el personal de su Establecimiento.

Mencionaré para terminar, que, el doctor Lowe y su hijo Roberto abrieron la posibilidad de comunicarse con automóvil con Montecarlo y Caraguatay, ya que hicieron construir la primera balsa sobre el arroyo Piray Guazú, con lo cual era posible trasponer ese arroyo en automóvil o con caballos.

Me contaba mi padre, que junto con el doctor Lowe, fueron recorriendo casi todos los lugares de Misiones.  Por un “pique” (sendero) que unía Piray con San Pedro, que don Roberto había abierto para llevar con su tropilla de mulas la yerba silvestre de esa zona.  A lomo de mula, recorrían esos parajes de difícil acceso.

Esta expedición y muchas otras fueron realizadas por el doctor Lowe, de quien los que lo conocimos, lo recordamos con gran respeto y admiración.

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