“Debemos entrar en una sintonía fina”

“Sintonía fina”. Con esa frase, José Luis Garay, define el objetivo central de su gestión que inició al frente del ministerio del Agro. La sintonía fina es relanzar algunos programas, especialmente los vinculados a la industrialización de las materias primas, y pulir la asistencia al productor de manera tal que cada peso invertido, redunde en más frutos de la chacra.

Los primeros días de Garay al frente del ministerio, se esfumaron en la atención urgente de los chacreros afectados por la crecida del río Uruguay. En las próximas horas volverá a reunirse con funcionarios de la Nación para definir el monto de ayuda que recibirán los productores. Pero sus primeras medidas apuntan al relanzamiento del ProAlimentos y el Prová Alimentos que “va a significar una vuelta de tuerca de programas que han marcado a la economía agrícola de Misiones. Pretendemos entrar a una etapa de sintonía fina, una cirugía de mayor precisión con la que atacaremos cuestiones puntuales que tenemos que corregir de la etapa anterior y fortalecer para que todos los recursos, que no son muchos, pero son importantes, cuando se saben aplicar, se traduzcan en mayores beneficios para el productor que está trabajando”, anticipó.

Conocedor de la provincia desde hace más de 30 años, Garay asegura que cada eslabón productivo merece una atención especial, incluso dentro del mismo programa. “En el tema ganadero, aunque todavía no logramos el autoabastecimiento, incorporamos material genético. Nuestras chacras desde el gran productor hasta el más pequeño ya  han incorporado este material y ahora tenemos que avanzar en otra etapa que va a redundar en beneficio de la producción”, indicó.

“Fundamentalmente vamos a trabajar en las áreas de nutrición, seguramente el Prová Alimentos  va a generar equipos para mejorar los forrajes del bache invernal, cuando tenemos gravísimos problemas en la alimentación, pero también atender lo que es sanidad y manejo, que con la genética hacen un combo para una posible producción de alta calidad con altísima eficiencia y que es lo que tenemos que apuntar a futuro”.

“En todas las cadenas de valor hay que hacer los pequeños ajustes, sobre todo las pequeñas incorporaciones de tecnología que permitan una mejor calidad de vida al productor pero asegurar una mayor rentabilidad”, aseguró.

Entre los principales objetivos aparecen poner en marcha el frigorífico de Colonia Aurora, una fábrica láctea en Piñalito y una de azúcar rubia en Integración, además de una almidonera en Puerto Esperanza. En ganadería, se trabajará sobre el manejo que proteja la genética incorporada, fortalecer las pasturas para cubrir el faltante invernal.

 

¿Qué hace falta para alcanzar esa soberanía alimentaria?”

“Hay que fortalecer la producción primaria del productor chacarero, hay que trabajar mucho más fuerte agregar valor a ese producto para abastecer al millón de misioneros. Es el gran desafío que tenemos los misioneros, es una población  con tasas de crecimiento muy altas y una superficie limitada. Realmente estamos haciendo muchas cosas y lo queremos mostrar. No decimos que resolvimos todo pero estamos en un camino bastante cierto como para trabajar en la búsqueda de solución de los problemas de la mayoría de la sociedad”

 

¿El objetivo sería industrializar?

“En eso estamos trabajando, hemos hecho una parte importante y debemos seguir haciéndolo. Con los efluentes de la cooperativa agrícola de Montecarlo, de la parte de industrialización de la mandioca estamos generando biogás. Ese biogás se puede transformar en energía eléctrica. En estos proyectos vamos a trabajar en las distintas almidoneras, también se puede trabajar en lo que es la cuenca lechera donde se están haciendo los tratamientos del efluente de la industria lechera.

No olvidemos que en enero del año que viene entra en vigencia plena la Ley que frenará el uso de leña nativa y tenemos que trabajar todo con chip. También tenemos proyectos interesantes en generación de energía de biomasa. Estamos trabajando en el programa de leña renovable pero tenemos que ser prudentes porque tenemos una gran demanda y no vaya a ser que pongamos mucha presión al chip, que no tengamos suficiente y que el día de mañana lo necesitemos y el precio sea muy elevado.

Lo que se tiró antes en cualquier aserradero de pequeñas industrias, hoy día se aprovecha y es una fuente importante de recursos. Algo que antes se quemaba, hoy día se aprovecha mucho.

 2.1

¿Es importante fortalecer al hombre de la chacra con la plata o a través de las cooperativas?”

“Yo soy partidario de hacerlo a través de las cooperativas. Lo que tenemos que hacer también en esta sintonía fina, es trabajar mucho más fuerte con ese sector. Utilizamos las cooperativas como el instrumento donde el Estado se hizo presente en las actividades productivas y también en el mundo del trabajo a partir de la crisis del 2001. Entonces favorecimos la creación de cooperativas. Como en todo, hay buenas y malas y en el medio hay un montón de regulares con las que podemos trabajar muy bien. Hay muchas cooperativas que han aprovechado muy bien este envión que le ha dado el Estado misionero, un Estado presente donde se han fortalecido y encausado actividades productivas y han ayudado a muchísimos productores. Hay otras que lamentablemente –quizás suene un poco despectivo – son sellos de goma para conseguir el subsidio del Estado. Esto es lo que no podemos permitir más, los recursos del Estado  están para aplicarlos en actividades productivas y no defraudar la confianza. Ahí tenemos que trabajar mucho más, por eso hablo de sintonía fina y por eso hablo de que esta etapa que empezamos va a ser distinta a la anterior”.

“Entendamos bien que el cooperativismo tiene que trabajar con el Estado pero no tiene que ser subordinado del Estado, ni dependiente, tiene que aprovechar la fortaleza que le puede dar el Estado por su inserción social pero tiene que estar como actor importante del mercado. En la industria tealera tenemos una alta concentración del sector privado donde podríamos hablar de alguna cartelización de precios. Y el sector cooperativo, que tenía una infraestructura notable en Misiones, desapareció. Esa industria la necesitamos para contraponer el sector privado a fin de que en esa contraposición el beneficio sea para el productor”.

Lo que nos está pasando con el tema yerbatero estamos discutiendo a ver si subimos unos centavitos y lo restamos a las grandes cadenas de comercialización que se quedan con la plata de los argentinos y se quedan con la plata de nuestros trabajadores que mendigan ingresos en estas cadenas. Con las cooperativas debemos trabajar con las que andan bien y generar ganancias. Debemos corregir errores que se pudieron cometer estos años, que pueden ser por el esfuerzo del Estado en alimentar un sector devastado. Porque hay errores, pero antes hubo una década del 90, cuando destrozaron todo el sistema económico. Hay cooperativas que hoy son empleadas de cuatro o cinco grandes actores. Debemos romper esa lógica y que puedan intervenir en el negocio productivo.

 

¿Qué van a hacer con el precio de la yerba mate?

“Creo  que habrá una actualización del precio del paquete de salida del molino, no en la medida que quizás suponía el sector industrial. También se va a discutir con la cadena de comercialización porque salimos de la Provincia con un valor razonable pero después la cadena se queda con gran parte del negocio”.

 

¿Se va a insistir con el envasado en origen?

“Estoy totalmente de acuerdo con el envasado en origen, creemos que tenemos que trabajar fuertemente sobre eso. No nos olvidemos que hablamos del norte de Corrientes aunque nosotros somos productores del 90 por ciento de la hoja de yerba mate. A nosotros nos interesa que el envasado se haga en Misiones y eso va a redundar en más fuentes de trabajo y mejor calidad de vida para los misioneros”.

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